El Ayuntamiento de Madrid «declara la guerra» a las motos y su contaminación

El Ayuntamiento de Madrid vuelve a poner a las motos en su punto de mira. Esta vez no ha sido Ana Botella, quien ya intentó prohibir las motos en días de mucha contaminación –finalmente no incluyó a las motos en la nueva ley-, sino Inés Sabanés, concejal de Medio Ambiente (Ahora Madrid) del Ayuntamiento de la capital. La edil vuelve a arremeter contra las motos y asegura que prohibirá su uso en aquellos días que la contaminación de la ciudad madrileña sea demasiado elevada. Estos cortes de tráfico, en la almendra central de Madrid, pueden empezar a ser realidad en las próximas semanas.

El argumento esgrimido por Inés Sabanés es sencillo a priori: «No parece lógico aplicar las restricciones de circulación a todos los turismos y no a las motocicletas, que emiten lo mismo o más que los coches de gasolina». Argumento sencillo y directo, pero… ¿cierto?

Para comenzar, el estudio hecho por el Ayuntamiento de Madrid, del que se niega a publicar su fuente, ha comparado la contaminación de motos de 2008 o anteriores con coches actuales, lo que es un claro despropósito y una forma evidente de falsear sus resultados. Según los datos que maneja el Ayuntamiento, el factor de emisión de óxidos de nitrógeno de las motocicletas que más recorridos realizan habitualmente por la almendra central (las de menos de 250 centímetros cúbicos) es superior al de los turismos de gasolina (0,21 gramos por kilómetro frente a 0,10). Las motocicletas de más cilindrada tienen un factor similar a los turismos de gasolina (0,12); el de los ciclomotores es algo superior (0,16). En comparación, el factor de emisión de los turismos diésel oscila entre 0,30 (para los que cumplen la normativa Euro 6) y 0,87 (para la Euro 5).

Este estudio es rebatible desde el momento que no se tienen en cuenta factores determinantes como que la moto tarda mucho menos en hacer el mismo recorrido que un coche, por lo que el motor está encendido un porcentaje menor que el de vehículos menos ágiles que tienen que permanecer parados en atascos y retenciones, factor muy importante para una mayor contaminación.

El Ayuntamiento de Madrid, preocupado por la alta contaminación en el centro de la ciudad y por una posible multa que pueda llegar por parte de la Unión Europea al exceder el máximo legal de dióxido de nitrógeno, vuelve a perjudicar al sector de las motocicletas. Como demuestran numerosos estudios, los vehículos de dos ruedas consumen menos gasolina, ayudan a despejar de tráfico las ciudades y supone un problema menos en caso de aparcamiento. En definitiva, una alternativa perfecta para ir de un sitio a otro de forma cómoda, empleando menos tiempo y, aunque el Ayuntamiento lo niegue, contaminando menos que un coche.

Lo lógico sería que el Ayuntamiento de Madrid premiase el uso de la moto con respecto al coche, pero una vez más el afán de hacer la zancadilla a este sector provoca un gran enfado dentro de los motociclistas. Además, vamos más allá: ¿Está Madrid preparado para acoger, en días de alta contaminación, a todos los usuarios de las motos y los coches en sus servicios de transporte público? Difícil, muy difícil.