Scooter eléctrico en 2023: qué ventajas tiene la compra de una moto cero emisiones

Ahora que las localidades con más de 50.000 habitantes tendrán que tener una Zona de Bajas de Emisiones (ZBE), la electromovilidad cobra más sentido que nunca, al menos para los desplazamientos urbanos. De hecho, este tipo de motos se ha erigido como una buena alternativa al transporte tradicional, ya que tienen las ventajas de una moto y las ventajas de un vehículo eléctrico.

Precios y ofertas de todos los modelos que hay en el mercado

Más concretamente, el scooter eléctrico es la opción idónea. Su lista de ventajas es larga, y la describiremos más adelante, pero, generalmente, destacan por ser respetuosos con el medio ambiente, pueden acceder a las mencionadas ZBE sin restricciones y su mantenimiento es menor en comparación con un scooter convencional con motor de combustión.

Es por ello que muchos fabricantes ya se ‘han tirado’ a la piscina de la electromovilidad, si bien, las grandes firmas como Honda o Yamaha, comienzan a agilizar sus proyectos cero emisiones. En este sentido, fabricantes como Zitmuv también han acelerado el desarrollo de vehículos eléctricos para heterogeneizar todavía más la oferta. Viendo que cada vez hay más modelos disponibles, sobresaldrán aquellos que ofrezcan un equilibrio perfecto entre calidad, autonomía y precio.

Este último tema da para otro artículo, por lo que en este escrito nos centraremos en las ventajas intrínsecas que tiene un scooter eléctrico frente a uno de combustión. Ventajas, hay que aclarar, que sobresaldrán en entornos urbanos.

Estás son las 8 ventajas principales de un scooter eléctrico

1. No dañan el medio ambiente: Para los preocupados con la sostenibilidad del planeta, el scooter eléctrico no genera emisiones contaminantes (sí su producción, pero ese es otro tema…) respecto a uno convencional. Si la gran mayoría de motos que circulan por la ciudad fueran de este tipo, los índices de contaminación se reducirían notablemente. A esto hay que sumar unos bajos niveles de ruido, acabando con otro de los problemas de las ciudades: la contaminación acústica.
2. Sin restricciones: Como ya te hemos dicho, la entrada de las ZBE en aquellas poblaciones de más de 50.000 habitantes va a poner las cosas difíciles a aquellas motos sin etiqueta. Sí, existen zonas como Madrid donde se permite que circulen pero, a la larga, estos vehículos sin distintivo no podrán entrar. En un scooter eléctrico no existe este problema, dado que cuenta con la etiqueta CERO.
3. Privilegios extra: Junto a lo anterior, el scooter eléctrico se beneficia del estacionamiento gratuito, pueden circular por los carriles Bus/VAO, así como bonificaciones en los peajes y zonas de estacionamiento regulado.
4. Cada vez con mejor autonomía: El rango de la batería ya no es un problema, dado que la mayoría de los modelos superan ampliamente los 100 km, que es más que suficiente para sobrevivir en la ciudad. De hecho, el nuevo Zitmuv Zeta Max 125e ofrece 170 km. Cifras muy superiores a los 20 km que recorren diariamente en entornos urbanos el scooter eléctrico. A esto se suma la posibilidad de llevarte tú mismo la batería, como sucede en el Sunra RS 125e, para recargar en zonas como el lugar de trabajo. En definitiva, nunca te quedarás tirado en ciudad.
5. Ayudas económicas por su compra: Las motos eléctricas suelen ser más caras que sus homólogas de combustión. Por ello, se ofrecen ayudas económicas por la compra de, este caso, un scooter eléctrico. Así lo refleja el Plan MOVES III, con descuentos de hasta 1.300 euros sobre el precio si se achatarra un modelo.
6. Menor presión fiscal: Las motos cero emisiones se benefician de la exención del pago de diferentes impuestos. Por ejemplo, no pagan el Impuesto de Matriculación o el de Vehículos de Tracción Mecánica, mientras que en otros cuentan con bonificaciones: Impuesto de Circulación, reducciones del IRPF…
7. Un mantenimiento y un coste por kilómetro menores: Frente al mayor precio inicial, la compra de una moto eléctrica se traduce posteriormente en unos menos costes de mantenimiento. Sus diferentes partes, a nivel mecánico, no tienen el desgaste de un motor de combustión, por lo que las revisiones son más baratas. Además, el coste por kilómetro también es inferior: un scooter eléctrico gasta 2 o 3 euros de media y uno convencional asciende a 7 u 8 euros. La balanza termina de caer del lado del cero emisiones porque puede cargarse de forma gratuita en varios sitios.
8. Más funcionalidad: La movilidad es la misma respecto a un scooter convencional, pero las variantes cero emisiones se benefician de un mejor comportamiento. Por ejemplo, su par instantáneo les aportan una mayor seguridad en la salida de los semáforos. En este sentido, sobresale el Zitmuv Zeta Max 125e, un maxiscooter GT eléctrico que destaca por su diseño, calidad y rendimiento, siendo capaz de alcanzar los 110 km/h.