La resistencia de los productos de Kappa, a examen
Fabricar accesorios tan importantes para el uso diario como baúles o cascos no debe ser tarea fácil. Y mucho menos conseguir que resistan cualquier posible incidente sin dar más quebraderos de cabeza al usuario que los justos. Por ello, Kappa lleva al límite sus artículos para poder garantizar su calidad y fiabilidad.
Kappa lleva desde 1956 trabajando intensamente en el desarrollo de equipamiento y accesorios para la moto. Su compromiso con sus usuarios se traslada también a la prueba de sus productos, que se llevan a cabo en un laboratorio propio llamado K-Lab.
Es en este laboratorio en el que llevan a cabo los «crash test» de sus productos para comprobar su durabilidad, unas pruebas que ahora se pueden disfrutar en Youtube y que muestran, en clave de humor, el trabajo en aras de la seguridad que llevan a cabo desde la marca italiana.
Martillazos, caídas, «arrastrones»€ son muchas las situaciones extremas que se utilizan para probar a fondo estos productos de la mano de dos técnicos de lo más excéntrico. Vale, son solo puestas escenas de los verdaderos procesos que lleva a cabo Kappa para probar sus artículos. Técnicos e ingenieros se encargan de analizar cada posible situación de conducción, cada situación atmosférica posible, para obtener un nivel de seguridad absoluta sobre el producto final.
Gracias a su equipo de trabajo y a su maquinaria propia, Kappa ha obtenido la certificación prevista en el reglamento ECE/ONU 22-05, que permite efectuar internamente sus controles de producción.
Eso sí, sus técnicos más locos demuestran en el canal de Youtube de la marca italiana la experiencia y la profesionalidad de su verdadero equipo de desarrollo, lo que, combinado con el uso de materiales de la máxima calidad, ofrecen al motorista una garantía de seguridad sin precedentes.