Miquel Silvestre: «Volver a Asia Central es un reto personal»

Llega puntual a su cita y con la pasión del que está deseando que acabe su descanso en Madrid, por temas de televisión, y poder volver a subir a su R1200 GS, aparcada en un concesionario de Croacia, para poder continuar la aventura en la que está inmerso en este momento, el viaje hasta Samarcanda que le llevará a volver a recorrer las difíciles pistas y carreteras de Asia Central.

Asegura disfrutar con lo que hace y nosotros lo pudimos comprobar en una charla amigable y en la que Miquel pudo estrenar nuestro MotoCatálogo 2013/14.

Tras la Ruta de los Exploradores perdidos ahora te embarcas en esta aventura de Samarcanda en la que recorrerás gran parte de Asia Central siguiendo la huella de un español insigne pero poco conocido: Rui González de Clavijo ¿Por qué esa rutina por perseguir y conocer mejor la historia, tanto mundial como nacional?

Es algo que siempre me ha gustado. No tanto la historia en si como los aventureros españoles que fueron descubriendo tierras, eso es lo que me apasiona y busco volver a repetir esas hazañas pudiendo seguir en directo todos los pasos que dieron, aunque yo lo esté haciendo en moto. Soy de los que piensa que no hay nada para conocer la historia de un aventurero que repetirla in situ y eso es lo que estoy haciendo y lo que haré en este viaje a Samarcanda.

He escuchado que el viaje por Asia Central te marcó mucho ¿Por eso lo de volver ahora?

Lo de volver ahora es por dos motivos: el emocional y el práctico. Dentro del emocional quiero volver por esas tierras porque fue uno de mis primeros viajes hace 11 años y en aquella época fuí con mucho menos equipamiento del que tengo ahora. La intención es volver, con el equipamiento completo de BMW y mis accesorios de vídeo y fotos, y ver si ha cambiado algo toda aquella zona que tanto me impresionó. Quiero sentir esa sensación de volver al patio del colegio teniendo 30 años y ver si me sigue pareciendo tan grande.

En el tema práctico es sencillo. La gente de BMW me propuso haceer esto con la condición de estar de vuelta el mes de septiembre para una nueva edición de las BMW Riders. Al ser cinco meses creo que el de Asia Central es un viaje muy interesante y que puedo hacer en ese periodo de tiempo.

En lo que va de viaje, que aún es poco ¿Cómo se está comportando la nueva BMW R 1200 GS?

De lujo, es un cohete. Yo pensaba que mi moto, una GS 1200, era lo mejor del mercado y que tenía poco que mejorar. Cuando me bajé de la R 1200 GS y me monté a la mía me dí cuenta que se me había quedado pequeña. Es una moto que ha dejado ´viejas´ al resto de las trail del mercado. Tengo muchas ganas de meterla por caminos y pistas y eso lo haré una vez llegue a Turquía.

Si tuvieses que elegir entre viajar, escribir o montar en moto ¿Con qué te quedarías?

Ufff, me lo pones díficil pero me quedo con la escritura. Soy un hombre de motos y no creo que deje de serlo, es más mi padre sigue pilotando una Harley-Davidson, pero si sé algo que no voy a dejar de hacer con los años es escribir. Tras la escritura el resto va llegando y, sinceramente, así es como he tenido la oportunidad de seguir viajando con mi moto.

¿Cómo de importante es el valor de la imagen en tus viajes? Muchos de los aficionados que te conocen, además de por tus libros, lo hacen gracias a los vídeos en Youtube o en distintos medios.

Las redes sociales y mi canal de Youtube han ayudado a reforzar que la gente me conozca más. Creo que el vídeo es un arma, que si sabes utilizar, siempre juega a tu favor. Es la manera más real de que mis lectores sepan lo que vivo y muchos me piden que no deje de hacerlo.

¿Qué sensación tienes cuando miles de aficionados al mundo de la moto se ponen en tu lugar y disfrutan de lo que haces gracias a tus libros, fotos, vídeos??

Es muy especial y por ello disfruto mucho más de la experiencia. Ésto lo hago porque me gusta pero si además sirve para que me lean y disfruten haciéndolo eso que me llevo. Viajar en moto es una sensación magnífica y que intento siempre que se refleje mediante mis fotos, libros o vídeos.

¿Qué medios llevas para tus reportajes?

Llevo todo por duplicado. Equipo de vídeo on board tanto en casco como en moto y un equipo Reflex de Canon para realizar las fotos.

En su libro de más éxito ´Un millón de piedras´ se define como un hombre harto ¿Fue eso lo que te llevó a escapar con tu moto y descubrir mundo encima de ella?

Es una de las cosas. En realidad yo nunca pensé en dar la vuelta al mundo en moto. No era un objetivo. Finalmente mi aventura para escapar ha deparado en esto y la verdad es que estoy contento con mi trabajo.

Para los que no han tenido ocasión de hacerlo ¿Cómo se vive la moto fuera de nuestro país? ¿Sabrías decirnos donde se respira mayor pasión por las dos ruedas?

La moto es una pasión y es bonito ver cómo se vive en distintos países. Siempre recuerdo cómo se sorprendían en Irak de mi moto, dado que en ese país están prohibidas las motos de más de 200 cc. La gente se me acercaba impresionada y se les veía entusiasmados con ver una moto de ese calibre por las calles de su país.

En cuanto a la pasión cada país es diferente. Para mí, aunque el país no sea de mis favoritos, creo que en Francia se vive mucho la moto y el respeto por ella. Hay una cultura en torno al motociclismo que es muy bonita de ver. En Italia, por supuesto, también se nota esa pasión por la moto, aunque la corran mucho y sean menos respetuosos con ella que en Francia.

¿Crees que viajar en moto por el mundo y contarlo se está conviertiendo en algo demasiado usado?

Considero que sí. Me gusta que la gente viaje y que cuando vuelva pueda contarlo, ya sea mediante un libro, documental o por twitter. En lo que no estoy de acuerdo es en montar el blog antes de subirte a la moto y empezar una aventura.

En tu última obra, La fuga del náufrago, relatas tu periplo por tierras irlandesas siguiendo las huellas de Francisco de Cuéllar. ¿Qué sensaciones te produjo ese nuevo viaje al corazón de nuestra historia?

Para mí ese viaje fue el comienzo de mi nueva vida, el descubrimiento de una historia desconocida, de una tragedia de dimensiones descomunales, y de un héroe a su pesar. 25 barcos naufragan en Irlanda, ocho mil españoles mueren, pero el capitán Francisco de Cuéllar consigue escapar y contarle su aventura a Felipe II. Ese hombre merecería estar en los libros de Historia al menos al nivel de Núñez Cabeza de Vaca, que anduvo casi diez años perdido por Norteamérica después de naufragar.