Cómo proteger la moto frente a robos

Evitar robos moto
Cómo proteger la moto frente a robos
Nicolás Merino
Nicolás Merino
Con 55.000 robos al año, la moto es un objeto casi de deseo para el ladrón en España. Te contamos todo lo que se puede hacer para ponerle la vida más difícil a los ladrones.

Por su tamaño, prestaciones y precio, las motos son especialmente atractivas para los ladrones. Según datos de la aseguradora AMV, en España se realizan más de 55.000 robos al año, con Barcelona, Madrid, y Málaga como las principales ciudades donde más motos se sustraen. Para 2024, la aseguradora confirma que esta tendencia se mantendrá o incluso aumentará, por lo que conviene señalar la importancia de protegernos frente a estas prácticas.

Precios y ofertas de todos los modelos que hay en el mercado

Especialmente si se deja la moto en la calle, las posibilidades de que se produzcan robos nunca van a ser cero. Pero sí se puede poner más difícil el proceso a los ladrones llevando a cabo una serie de prevenciones. Desde sistema de alarma, localizadores GPS, anclajes para garaje o los populares candados, todo esto aumenta las probabilidades de que la moto no sea robada. Con la ayuda de AMV, vamos a ver todas las opciones posibles.

Principales antirrobos de moto

Evitar robos moto

La oferta de antirrobos es amplia y variada, al elegir uno u otro debemos de tener varias cosas en cuenta como si hacemos un uso intensivo de la moto durante la semana y es mejor adquirir un sistema antirrobo que sea fácil de usar y transportar, o donde aparcamos, si es una zona segura y está vigilada. Combinar distintos tipos de antirrobo puede ser también la solución, en cualquier caso, estos son los principales antirrobos de moto del mercado:

  • Antirrobos de disco. Son pequeños, ligeros y económicos, y una opción bastante cómoda si nos desplazamos a diario en moto. Se colocan en el disco de freno delantero y suelen tener un cable de alerta que va desde el antirrobo hasta el puño del acelerador para avisarnos que debemos quitarlo antes de iniciar la marcha. Algunos modelos, además, cuentan con una alarma volumétrica de hasta 120 decibelios.
  • Antirrobos de horquilla. Tienen forma de U y en su extremo se complementan con un mecanismo de cierre extraíble. Pueden colocarse tanto en la horquilla de la suspensión como en la rueda trasera.
  • Antirrobos de cadena. Son pesados y ocupan bastante espacio, siendo recomendable contar con un baúl trasero o unas maletas laterales para guardarlas. Además, lo mejor es combinarlas con candados de calidad y que incluyan una alarma volumétrica.
  • Antirrobos articulados. Similares a las cadenas, pero más sofisticados. Tienen una estructura de casquillos o secciones metálicos, más resistente a cortes y taladros, que está recubierta de una capa o funda de plástico que la protege de la humedad.
  • Antirrobos de manillar. Especialmente indicados para scooters, unen el manillar con una parte del vehículo, normalmente, el asiento.
  • Antirrobo de moto para garaje. Los hay de dos tipos: Una caja metálica de grandes dimensiones, fija o giratoria, que va anclada al suelo mediante tornillos de seguridad en la que se introduce la rueda delantera de la moto. La otra opción son unos pequeños anclajes o cepos que se fijan al suelo de la plaza de garaje con tornillos de seguridad y se combinan con cadenas.
  • Antirrobos de moto sonoros. Está claro que quienes deseen disfrutar de unos elevados niveles de seguridad deben instalar una alarma en su moto. Tradicionalmente, las alarmas eran acústicas, pero ahora también son bidireccionales y envían una alerta al teléfono móvil si detectan algún movimiento extraño en el vehículo. Incluso facilitan apagar y encender el motor de manera remota.
Evitar robos moto

Existen otros tipo de sistemas antirrobo, como es el caso de los localizadores GPS o incluso un cortacorriente para evitar que el ladrón pueda arrancar la moto -se la podrán llevar igualmente-. Ojo, anclar ciertos antirrobos a mobiliario urbano como farolas o vallas puede estar prohibido dependiendo de la ordenanza municipal de la ciudad.

En función del material, también existen menos probabilidades de robo. Por ejemplo, el acero inoxidable es el más común. Aunque no ofrece una protección total frente a cortes, sí que es perfecto para evitar la corrosión ante largas temporadas a la intemperie. El acero templado ofrece una protección perfecta frente a cortes, aunque puede ser vulnerable a los mazazos. Por último, el acero endurecido -o cementado- es el más resistente… a costa de ser extremadamente pesado.

Así se puede prevenir el robo

Como te hemos indicado más arriba, emplear varios sistemas antirrobo no evita que la moto pueda ser sustraída. Por eso, desde AMV recomiendan poner en práctica algunos consejos básicos que ayudarán a los motoristas a proteger sus motos.

  • La moto siempre debe ‘dormir’ en una plaza de garaje y debe contar con una funda para evitar llamar la atención
  • Si hay que aparcarla en la calle, lo más recomendable es hacerlo en lugares vigilados o muy transitados. Incluso en las inmediaciones de comisarías o cuartes de la Guardia Civil.
  • Por supuesto, bloquear la dirección y añadir uno o varios sistemas antirrobos.
Evitar robos moto

Para cuando todo esto falla, conviene tener una póliza de seguro con cobertura de robo. Al incluir esta cobertura, estaremos cubiertos ante la sustracción o apoderamiento ilegítimo de la moto o de alguna de sus piezas. Si esto nos llega a suceder, estos son los pasos que debemos seguir. Lo primer es denunciar lo sucedido y entregar una copia de la denuncia al seguro -en un plazo de siete días-. Si transcurrido un mes la moto no aparece, el seguro procederá con la indemnización. Mucho cuidado si la moto aparece después, pues tendremos que elegir entre dos opciones: quedarnos con el dinero o quedarnos con la moto tras devolver la indemnización.