Dónde aparcar la moto sin jugártela: sin multas, sin que te la tiren…
No es un tema sencillo. Cada ciudad regula sus normas de aparcamiento en sus propias ordenanzas municipales y por ello hay diferencias importantes, desde lugares donde puedes aparcar casi en cualquier acera, otros en los que no te permiten ni poner un neumático sobre el bordillo hasta aquéllos donde complejas normativas te dicen qué requisitos debe cumplir tu forma de aparcar.
Y no solo es un problema legal. Debemos tener en cuenta consideraciones de seguridad, como que no te tiren la moto al suelo o que tu moto, mal aparcada, ponga en riesgo la integridad de otros, e incluso de civismo: si queremos que la moto tenga buena imagen en ciudad, debemos ser los primeros en predicar con el ejemplo y facilitar las cosas a los demás usuarios de la calle.
La norma general para aparcar una moto
La Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial de 1990, modificada en 2009, en su artículo 39.2 establece las prohibiciones generales de estacionamiento. El apartado letra «e» del mismo indica que está prohibido aparcar, con carácter general, sobre las aceras y otras zonas destinadas al paso de peatones. Pero también establece que las ordenanzas municipales de las distintas ciudades pueden establecer excepciones a esta norma para motocicletas de todo tipo mientras que no se entorpezca el paso de personas, especialmente de aquéllos que tengan alguna discapacidad o que porten objetos voluminosos.
Aparca la moto con lógica cívica
En cualquier caso, te deje la ley aparcar o no la moto sobre la acera o en cualquier otro sitio, seamos cívicos. Hay algunas normas de educación que siempre debes respetar:
Nunca se aparca la moto cerrando el paso de las personas:
Si la acera es estrecha o si hay obstáculos que limitan el ancho de la acera, busca otro sitio. Y ten en cuenta que hay gente que va en silla de ruedas o que llevan el carrito de los bebés o de la compra. Es decir, que necesitan más espacio del habitual.
Ese sitio es para los peatones: Por ejemplo, si transita un invidente, necesita ir cerca de la pared para tocarla con el bastón. Cuidado con que tu moto no les entorpezca.
No aparcar la moto en medio de un portal:
Una acera estrecha y un portal es mal sitio para aparcar. Basta que dejes la moto delante para que alguien con un objeto voluminoso tenga que entrar y le estés incordiando.
No aparcar la moto pegado al bordillo, con coches aparcados:
Si éstos están aparcados en paralelo al bordillo, fíjate que no dejes la moto limitando la apertura de las puertas de los coches. Y si aparcan en batería, cuidado con que el morro de un coche grande pueda llegar a tocar tu moto e incluso a tirarla.
Procura no «robar» aparcamiento:
Vas en moto y encuentras una fantástica plaza en batería entre dos coches. Qué buen sitio y qué amplio… Pero el problema es que si tú podías subir la moto a la acera, al que viene detrás con el coche buscando sitio de aparcamiento le sentará fatal. Vamos a ayudarnos entre todos.
En aparcamientos específicos de motos:
Asegúrate que el resto de usuarios pueden sacar sus motos del estacionamiento sin necesidad de hacer «malabarismos» o quitar otras motos.
Las grandes ciudades han recurrido a una reglamentación muy similar. Sin embargo, y en ello estriban las mayores diferencias, no se aplican con el mismo rigor en todas ellas. Madrid y Barcelona están en este caso. Ambas tienen ordenanzas municipales muy similares, pero la menor adecuación de Madrid a la moto, con menos plazas para aparcar y menor número de ellas circulando por la calle hace que se tomen de forma más «laxa» las mismas normas que en Barcelona te llevarán a recibir alguna que otra sanción. En estas dos ciudades, éstas son las normas básicas que rigen:
- Como norma general, debes aparcar en las plazas destinadas a motos y no en ninguna otra. Si no hay plaza específica de moto, en la calzada en semibatería, ocupando como máximo 1,5 metros y sin impedir el acceso a otros vehículos.
- Puedes aparcar en aceras de más de tres metros de ancho, a 50 cm del bordillo, a más de 2 m de los pasos de peatones o de las paradas de transporte público.
- Si en la acera hay árboles, entre ellos (incluyendo el espacio donde están plantados), sin que sobresalga de ellos.
- En semibatería si la acera o paseo donde aparcas tiene más de 6 m.
- En cualquier caso, hay que dejar 3 m de paso libre.
- Para aparcar y salir del aparcamiento, siempre hay que hacerlo con el motor parado y bajado del asiento, salvo para superar el bordillo. En este caso puedes subirlo con el motor en marcha.
CIUDADES QUE PERMITEN APARCAR LA MOTO EN LA ACERA
Aparte de Barcelona y Madrid, hay otras grandes urbes que tienen una normativa similar, como Sevilla, Valencia y Zaragoza. En esta últlima, por ejemplo, tienes además una añadida: la distancia entre dos motos aparcadas en la acera debe ser superior a dos metros y no se aplica a zonas residenciales; es decir, no puedes aparcar en la acera si la zona está señalizada como residencial. Valencia hace la excepción de días de festejos y vías cortadas al tráfico por ese motivo o similares y puntualizan que en ese caso no se podrá ni siquiera llevar la moto, a motor parado, para aparcar allí.
Lógicamente, esta lista no incluye todas las ciudades donde no se puede aparcar en la acera o, en las que al menos, no esta regulado el asunto. En cualquier caso, en unas y en otras el rigor de la aplicación de la ley variará; a poco que hayas paseado por estas ciudades, seguro que en alguna has visto una moto en la acera. Aún así, yo que tú, si alguna vez te ves en la necesidad de aparcar en una de ellas, pregunta a algún compañero motorista, «a ver como se las gastan por allí». En principio, está prohibido aparcar en la acera en Alicante, Badajoz, Bilbao, Gijón, Granada, Málaga, Oviedo, San Sebastián, Santander, Valladolid y Vigo. En San Sebastián, por ejemplo, no solo está prohibido subir la moto a la acera, sino que ha sido la primera ciudad en establecer el cobro del aparcamiento regulado en alguno de sus barrios, cosa que en el resto de ciudades, por ahora, parece que vamos «salvando».
Puede interesarte
Suscríbete a la newsletter
