Llegan las heladas: cómo ir más seguro en tu moto

glaciar folgefonna
Llegan las heladas: cómo ir más seguro en tu moto
Josep Armengol
Josep Armengol
La bajas temperaturas han llegado y podemos encontrarnos a primera hora, o por la noche, asfalto helado o con humedad muy fría. Veamos qué cuidados tener al pilotar con frío, y cómo "tantear" el agarre en zonas dudosas.


Los termómetros ya marcan temperaturas bajo cero en algunas zonas del país y eso significa una cosa: habrá que abrigarse bien, y además tener presente que el asfalto puede tener humedad helada, el popular rocío mañanero aunque que se puede formar durante las primeras horas de la noche también.

Hay que desconfiar de cualquier zona en sombra, o con humedad visible en el suelo: esa humedad puede esconder hielo. Esto es especialmente importante en carreteras de montaña, donde las curvas generan sombras que en algunos casos están ahí todo el día, porque el Sol en invierno nunca llega a estar muy alto, y con temperaturas bajas… de noche se forma hielo y de día puede no llegar a fundirse.

Otra cosa a tener presente es si alguien ha circulado hace poco por donde pasemos: en una carretera solitaria no será así (cuidado) pero incluso en un autovía transitada, si te fijas en las huellas húmedas, verás que los coches pisan por unas zonas y tú pasas en moto por otras. La ventaja es que tú puedes elegir y eres ágil… así que decide pasar por donde otros hayan pisado y esté más limpio y caliente.

Cuando estemos sobre una superficie sospechosa de resbalar mucho, como puede ser una zona húmeda en sombra o un asfalto muy pulido y frío, no debemos tocar el freno delantero bruscamente, menos todavía si no llevamos ABS, y sí tantear de vez en cuando el agarre con el freno trasero: ahí el ABS sí ayuda, porque te darás cuenta al provocar un (muy) breve bloqueo lo fácil o no que ha sido, cuánta presión sobre el pedal has necesitado, que indicará si hay poco agarre o un nivel decente, respectivamente. Este truco puedes practicarlo a diario incluso con buen tiempo, para conocer bien cómo se comporta tu moto cuando frenas un poco fuerte: es mejor practicar y aprender, que necesitar un día dar un frenazo y no saber qué puede pasar, porque las motos no son como un coche (más estable por física y controles electrónicos).

De todas formas y hablando del invierno, en algunas zonas las carreteras se ponen complicadas en mayúsculas, así que, aunque las motos no son sólo para el verano, dejemos una cosa clara: puede llegar un punto, con nieve helada o placas de hielo, en que será imposible (o tremendamente imprudente) ir sobre dos ruedas. Sin llegar a eso, cuando el asfalto está frío y húmedo tienes que multiplicar tu cuidado y alejarte todavía más de los límites.