PuntApunta 2016: Apúntatelo

Pregunta a un ornitólogo la razón por la que muchas especies de aves recorren miles de kilómetros a través de continentes y mares en las mismas épocas del año. La respuesta es sencilla: buscando zonas de clima más benigno por pura superviviencia. Pero nadie le dice a cada animal lo que debe hacer; sencillamente hace caso a su instinto.

Este comportamiento singular se repite en cierta especie de moteros durante el mes de mayo en nuestro país desde hace ya tres años. Entre muchas de sus peculiaridades destaca que la mayoría pertenecen a la «familia BMW», ya que la marca germana auspicia este traslado masivo con el apoyo de Metzeler y Touratech, aunque las hay de muchas otras especies. Es la única migración del «reino animal» en la que se entremezclan variedades distintas. Por algo será.

Mototurismo de calidad

Tengo el privilegio de formar parte de una de estas razas desde la primera edición en 2014, cuando se inició la experiencia con la participación a 200 pioneros. En 2015 se aumentó al doble y en 2016 se ha elevado el límite hasta los 550 migrantes, una cantidad cuya superación ya podría suponer francos problemas de logística y gestión. Por eso te doy un consejo: apúntate ahora mismo bien visible y bien grande tu inscripción en el PuntApunta 2017 en tu agenda, en tu móvil, en tu ordenador… ¡donde sea!, si pretendes formar parte de una de las experiencias más excepcionales en el ámbito del mototurismo nacional… Y si me apuras, internacional, porque pocos eventos más extraordinarios encontrarás fuera de nuestras con la calidad en todos los sentidos que aporta PuntApunta.

La mecánica es la misma que en ocasiones anteriores, en esta ocasión cambiando el rumbo de este a oeste por el de sur a norte, con el objetivo de recoger agua de mar de una punta y depositarla en la opuesta como símbolo de hermandad. Esta nueva ruta «de abajo a arriba» de la Península hace que sean casi infinitas las opciones de enclaves con infinito encanto que se pueden atravesar. En esta ocasión el punto de partida lo constituyó Isla Cristina (Huelva) y la llegada San Sebastián (Donostia), pasando por Cáceres y Burgos como localidades de enlace entre las tres etapas previstas. La admiración de cada pueblo o ciudad por la que se pasa (no hace falta más que ver la cara de asombro de los niños), ya es un motivo de satisfacción para su recorrido. Por no hablar de la gastronomía, el descubrimiento de rincones que jamás hubieses pensado que tienes ahí, a tiro de piedra de tu punto de origen y, sobre todo, el sentimiento de confraternización entre todos los participantes.

Claves imprescindibles

Y todo ello, con cero accidentes. Casi 600 motocicletas moviéndose de un extremo a otro de nuestro país en condiciones climáticas a veces muy complicadas, y sin ningún percance, es un dato que contrasta con las clásicas campañas anti-moto a las que nos tienen acostumbrados ciertos medios generalistas y estamentos oficiales, como el reciente anuncio de la DGT bien publicitado por las cadenas de Televisión Española en sus noticiarios: «es 17 veces más probable sufrir un accidente en moto que en coche«. Qué lástima… y qué repugnancia de información «amarilla».

En esta edición 2017 ha habido dos claves excepcionales que te servirán para comprender mejor algunos de los muchos significados apasionantes de cada PuntApunta. Por un lado, el periplo de serranías dispersas en su recorrido. En esta ocasión me refiero a las Sierras de Aracena (Huelva), Las Hurdes entre las Sierras de Gata y de Francia (Cáceres/Salamanca), la Sierra de la Demanda (entre Burgos y La Rioja) y la Sierra de Urbasa (Navarra), cada una con unas peculiaridades propias, pero con entornos y paisajes de un esplendor ímprobo tras un comienzo de primavera repleto de lluvias. Por poner un simple ejemplo, el Puerto de Urbasa, en su cara norte, es lo más próximo a los míticos puertos alpinos más motoristas de Italia al estilo Stelvio… ¡sin salir de nuestra «piel de toro»!

Y, por otro, la posibilidad de realizar una comparativa de primera mano entre las bondades del jamón de Jabugo (Huelva) y de Guijuelo (Salamanca) sin casi bajarte de tu moto. ¿Y si en la próxima edición se mantienen estos dos puntos y añadimos el de Teruel a la lista? Por pedir…

Con independencia del modelo o tipo de moto con el que surques los kilómetros, la camaradería en cada punto de partida, gasolineras, enclaves emblemáticos, puntos de encuentro previstos por la organización o llegada es plena. El crecimiento de los «repetidores» así lo demuestra, creándose robustos lazos de amistad entre especies y subespecies. Cada vez participan más grupos, también más mujeres a los mandos de sus motos, más motos de todas las épocas, más… de todo.

A continuación te mostramos distintas formas de entender PuntApunta que reflejan las vivencias únicas que solo en concentraciones de este tipo podrás sentir.

PuntApunta filial

Benjamín y Jaime Arruz son padre e hijo ruteros que se estrenaron en el PuntApunta 2015. Cada uno en su moto, recorren la totalidad de las jornadas a su aire, a su ritmo, siempre Jaime por delante y Benjamín bien a rueda. ¿Se te ocurre otra forma más bella de relacionarte con tu padre o con tu hijo? Conversaciones al calor de sendos motores bóxer, sin necesidad de mediar palabra, con el simple transcurso de los kilómetros. La pasión con la que viven la experiencia y la alegría que transmiten sus rostros cuando te relatan cómo fue aquel tramo de intensa lluvia o la belleza de un puerto de montaña, te hace sentir la mayor de las envidias. ¿Y si lo hago yo también el año próximo? ¿Y tú?

«Este año no podíamos dejar pasar la oportunidad de repetir en el PuntaPunta, ese evento que es mucho más que un viaje. Padre e hijo compartiendo cinco días de ruta cruzando España. No podría haber nada más seductor para alguien que disfruta sobremanera viajando en moto.

Tras la experiencia del año pasado, de Sagunto a Peniche, la ruta de este año nos seducía especialmente porque mezclaba paisajes muy diversos, de las playas del sur a los bosques del norte, pasando por las dehesas extremeñas y salmantinas o los viñedos de la Ribera del Duero y La Rioja.

Aunque el tiempo no acompañó, sobre todo el primer día de Madrid a Isla Cristina y en la primera etapa oficial del PuntaPunta, cumplimos el objetivo de regresar a casa felices por los kilómetros recorridos, más de 2.700 en cinco días, y por las experiencias vividas.

Con la sensación de que este año la navegación con el roadbook ha sido más sencilla, quizá por la menor cantidad de kilómetros por Portugal que en 2015, pudimos disfrutar aún más de las carreteras, los paisajes y nuestras motos, una R 1200 R de 2011 y una R 1200 GS de 2014 que se comportaron a la perfección.

PuntaPunta es mucho más que una ruta y un viaje. Es una experiencia que te permite compartir momentos y conocer otros apasionados de viajar a dos ruedas. Y en nuestro caso concreto, más aún, nos permite reforzar la relación padre-hijo, unirnos más aún si cabe«.

PuntApunta infinito

El PuntApunta es una experiencia para compartir. Ésta es la filosofía que sigue Alejandro Briega, con la excepción de que él lo ha realizado en todas las ocasiones que se ha convocado este evento. Lo suyo es así, puro vicio, un bucle anual que va creciendo en intensidad como bien demuestra cada vez que charlas con él a la llegada de cada tramo. No ha finalizado la edición 2016 y ya está pensando en la 2017.

«Poco podía imaginar cuando me inscribí en la primavera del 2014 a una ruta BMW que se llamaba PuntAPunta que dos años después iba a escribir estas líneas en mi revista de motos favorita.

Me apunté solo, sin saber que iba a conocer a un grupo de amigos de Alicante, yo, que partí desde Alcalá de Henares hacia San Juan en plan aventura… Ya desde el primer momento, Antonio, Luis y Jesús, que así se llaman mis compañeros de ruta, fueron tan amables que me dejaron compartir con ellos los kilómetros que iban pasando, empezando a impartirme un Master de conducción en cada una de las etapas que hemos ido viviendo desde entonces.

Después de salir y recoger el agua del Mediterráneo que habríamos de depositar en el Atlántico, utilizamos el primer punto de sellado en Jumilla, para almorzar al más puro estilo levantino, y esto, junto con que luego nos perderíamos con el roadbook en Riópar (Albacete)obligándonos a hacer muchos kilómetros de más, hizo que esa primera etapa llegásemos tarde y muy fatigados, llevándonos una cariñosa reprimenda de la Organización en el briefing de Ciudad Real. Lo cierto es que esta etapa fue tan dura para un inexperto como yo, que pensé en salir al día siguiente, pero para regresar de vuelta a casa.

La segunda etapa fue un precioso recorrido por carreteras que nos llevaron por carreteras y alguna pista off road cerca del embalse de la Serena en Badajoz y llegada a Mérida, sin perder la ruta en esta ocasión. Cómo me alegré por no haber abandonado el día anterior. Esto ya si que era lo que había imaginado.

La tercera etapa nos llevaría hasta el Circuito de Estoril, con una llegada apoteósica, después de arriesgarnos por las carreteras de Portugal para adelantar a los domingueros que habían decidido ir a pasar el buen día que hacía en la playa, de rodar por la preciosa, pero llena de multitud de curvas por la Serranía de Sintra y depositar el agua que portábamos desde el comienzo del viaje, en el punto más occidental de Europa, el Cabo da Roca.

Despidiéndome de mis nuevos amigos, volvía otra vez sólo hacia casa y fue sensacional encontrarme con Gustavo Cuervo, al que había leído en multitud de artículos y pruebas durante tanto tiempo y me uní a él en una buena parte del camino de regreso.

En la segunda edición, en el 2015, con salida en Sagunto, mi amigo Antonio empezó a darnos un cursillo acelerado de leer un roadbook y nos fue guiando de maravilla , primero hasta Toledo, luego otra etapa con final en la plaza Alta de Badajoz con un calor sofocante, y por último una preciosa ruta atravesando pequeños pueblos de Portugal, tan bonitos como Marvao hasta llegar al Atlántico, en Peniche, capital del surf, donde vaciamos el agua que portábamos desde el Mediterráneo.

La cena de despedida fué un gran acontecimiento allí, ya que todos se volcaron, incluido el Alcalde, para agradarnos en las instalaciones de los Bombeiros Voluntarios, resultando un homenaje para los que habíamos completando el recorrido. Tan bien se nos dió en el segundo PuntAPunta que fuimos la envidia de otros compañeros con motos más potentes y que sirvió para bromear con ellos durante aquellos días. Realmente el ambiente fué fenomenal , con la incorporación de Juan y la gente de Touratech España, Antonio Navarro, Marcos y Javier, entre otros.

Sin embargo,una vez acabada la ruta, al atravesar las autovías portuguesas nos llevó a cometer algún error al regreso y para ir dirección Alicante, terminamos pasando la frontera por Fuentes de Oñoro (Salamanca),dando un rodeo considerable, lo que nos tomamos con filosofía… qué remedio.

En la ruta de este año,2016, aparte de destacar las magníficas carreteras que nos llevaron, curva tras a curva, hacia parajes tan bonitos como la comarca de Las Hurdes o la Sierra de Francia y pueblos con encanto como los que encontramos en Burgos, La Rioja o Navarra, hemos podido compaginarlo con alguna parada destacable para reponer fuerzas.

Nuestro amigo Luis nos hizo tomar un pequeño desvío de la ruta hasta llegar a Elvas (Portugal) y comer en una magnífica marisquería que nos hizo sonreír después dentro de nuestro casco a pesar de la intensa lluvia reinante. Al día siguiente la parada fue, como para muchos participantes, en Guijuelo(Salamanca)donde dimos buena cuenta de los famosos productos de aquella tierra , jamón incluido. Desde allí partimos hacia Cuéllar, en cuyo castillo sellamos el control de paso correspondiente.

La llegada a Burgos fue multitudinaria con muchísimo público recibiendo a todos los participantes, lo que agradecimos de corazón ya que esa era la etapa maratón con un crono estimado de 10 horas 40 minutos, más las paradas para repostar, descansar, tomar alguna foto y comer algo.

El sábado día 14, la ruta transcurría por el Norte y tras pinchar una de las motos de nuestro grupo fuimos a dar con un restaurante en Arbizu (Navarra)dónde tuvimos la sorpresa de ser avisados por el coche escoba de la Organización, instándonos a apurar nuestro ritmo, pues nos hallábamos en el pelotón de cola.

Desde el Santuario de San Miguel de Aralar en Navarra hasta San Sebastián ,para mí, fue la parte más delicada de conducción de toda la ruta ya que el aguacero era persistente y el firme no acompañaba en exceso, con lo que todos sacamos lo mejor para que no hubiera ningún incidente.

Luego vino la emocionada llegada a la capital guipuzcoana, y una fiesta memorable en un entorno mágico como es el Palacio de Miramar.

El domingo por la mañana tuvieron lugar las despedidas, que es lo que peor se lleva , ya que durante esos días la convivencia es a tope y sabemos que, aunque hablemos por móvil, seguramente no nos veamos hasta la siguiente edición.

A pesar de que en gran parte de la ruta nos acompañó la lluvia , el granizo y la niebla , creo que nos ha servido para estrechar más la amistad entre nosotros y con más riders, a los que tenemos la ocasión de saludar y compartir en cada parada de la ruta. Igual que al Rocío asisten las distintas Hermandades, los que hacemos el PuntApunta formamos parte de una de ellas,en la que las rutas en moto son el nexo de unión ,y la camaradería y amistad, nuestra seña de identidad, para emprender cada año un viaje a través de la península Ibérica, descubriendo lo grande, variada y bella que puede ser.

Por último agradecer a nuestras esposas el apoyo para poder disfrutar de los amigos y de las motos, sin el que no sería posible esta gran aventura que supone cada PuntApunta.

Ya esperamos con gran ilusión la edición del 2017«.

PuntApunta auténtico
 

Por primera vez en los tres años de existencia del Puntapunta, los integrantes del club Amigos de Clásicas BMW se sumaron a la caravana de este evento. La experiencia no puede más que calificarse de excepcional. Fueron los máximo protagonistas de la edición 2016, levantando una expectación inédita sobre unas monturas perfectamente mantenidas en estado original. Ninguno de estas piezas de arte sufrió problemas mecánicos durante el transcurso del recorrido, lo que demuestra la calidad de su mantenimiento. Quién quiere moda retro pudiendo disfrutar de modelos auténticos de época…
 

«En Amigos de Clásicas BMW pensamos que estaría bien participar en la aventura convocada por BMW MOTORRAD denominada “PuntApuntA” y en la que la mayoría de los participantes lo hacen con motos actuales y modernas que están equipadas con los más sofisticados sistemas de seguridad y ayudas a la conducción: ABS, control de tracción, suspensiones electrónicas, frenada combinada…

No dejaba de ser un pequeño reto cruzar la Península de sur a norte con nuestras motos de más de 40 años, y finalmente nos inscribimos cuatro R90S, dos R100S y cuatro impecables R80G/S de nuestros amigos del R80G/S Club de Barcelona. La primera sorpresa vino en las verificaciones al recoger los dorsales, ya que nos habían dado los primeros números, lo cual hizo que tuviéramos que cortar la cinta de salida y ser nosotros quien arrancásemos el PuntApuntA 2016 en Isla Cristina.

Se realizó también en esta edición la tradicional ceremonia de recoger agua del Océano Atlántico para llevarla al Mar Cantábrico. Los clásicos de BMW no faltaron tampoco en ese momento.

El recorrido estaba perfectamente previsto en un Road Book que la organización entregaba en formato continuo, lo que facilitaba, y mucho, la colocación en los “rutómetros” de los participantes. Es de significar y agradecer el esmero y la precisión con la que estaba realizado dicho Road Book, hasta los más profanos que no habían participado nunca en un rallye lo podían seguir desde el primer momento, eso sí, estando concentrados en la ruta y en saber en todo momento “dónde estaban”, siguiendo las distancias totales y parciales y poniendo a cero (“reset”) los totalizadores de las motos en los lugares que indicaba el Road Book.

La verdad es que las clásicas levantaban mucha expectación en primer lugar entre los propios participantes que se hacían cruces diciendo frases como: “…desde luego ya tiene mérito que con esos hierros os hayáis metido en esa batalla, con el mal tiempo que estamos teniendo…”

Y también en los Controles de Paso y en los Finales de Etapa donde las más fotografiadas fueron, a lo largo de los tres días, las clásicas BMW.
 

El recorrido trascurría en la 1ª etapa entre Isla Cristina y Cáceres, con muchos tramos en la vecina Portugal. Algunos fueron especialmente delicados y duros por la pertinaz lluvia, que en algunos momentos puso en dificultades a todos los participantes.

A destacar el paso de la 2ª etapa, entre Cáceres y Burgos, por la Peña de Francia, en la Sierra de Gredos, con una niebla importante.

En la llegada a Burgos, las clásicas en lugar preferente…

La última etapa entre Burgos y San Sebastián fue la más trabajada, la más técnica como la calificó Tony Hummer, el alma mater del “PuntApuntA”, y en ella pasamos por San Miguel de Aralar, otra de las cumbres de nuestra aventura.

En este lugar tuvimos ocasión, acompañados por nuestro amigo aventurero José Emilio Agote, de visitar el famoso retablo románico del S. XII, pieza excepcional de la imaginería medieval europea declarada Bien de Interés Cultural y atribuido a un taller francés de Limoges, que se exhibe tras un cristal en el altar mayor de la iglesia del Santuario de dicho lugar.
 
La ausencia de algún medallón recuerda que en 1979 “Erik el belga”, ladrón de arte internacional, robó un importante número de piezas de esta excepcional obra, que afortunadamente, con el paso de los años, se han recuperado en su práctica totalidad.

 
A continuación vino, como broche final del recorrido, la bajada hacia San Sebastián por “los miles de curvas” de Goizueta, donde hubo que ir con mucho tino por el terreno mojado y las hojas caídas.
 
La llegada a Donosti fue apoteósica, con muchísimo público en el arco BMW final, situado en Sagües junto al mar, donde todos los que llegamos pudimos recoger nuestro “Finisher” en recuerdo de este agradable recorrido por la piel de toro, de Punta a Punta, una prueba apta para todos los motoristas que quieran disfrutar de sus motocicletas, sean BMW o no, en un evento no competitivo.

Para finalizar cena de despedida en el Palacio de Miramar, enfrente de la bahía de la Concha, con sorteo de importantes regalos y fotos finales con los compañeros de aventura.

Un gran acierto. ¡Volveremos!«