¿Qué documentos necesito para comprar una moto de segunda mano?
La documentación de una moto, al igual que la de cualquier otro vehículo normal consta de dos documentos principales: ficha técnica y permiso de circulación. En el primero, la ficha técnica vienen descritas las características legales del vehículo y en cuyo dorso la ITV te pone el sello de aprobación. Es especialmente importante que este en vigor: es decir, menos de cuatro años desde la matriculación (tres, para los ciclomotores) o bien ITV pasada. Puedes comprar una moto que esté pendiente de la ITV: esto tiene la ventaja de que te lo tienen que vender un poco más barato y que te asegurarás de que, al menos en los puntos que comprueba la ITV, la moto está bien. Si es así comprueba que no tiene piezas cambiadas. Especialmente importante son ruedas, que sean de la medida especificada en la ficha (si no te «tirarán» en la ITV), escape homologado si no es el suyo (tiene que tener una contraseña de homologación en el propio escape), espejos retrovisores, claxon y todas las luces: puede quedar «muy chulo» con las luces en colores o unos espejos «guays», pero si no tienen homologación, pera la ITV es como si no los llevaras. Pide, además, si los tienen los certificados de homologación y, en su caso, de montaje: suelen venir con las piezas de este tipo y solucionan «marrones» en la ITV al poder demostrar su homologación.
El permiso de circulación es la otra hoja de la documentación. Figura en ella la fecha de matriculación, y de la última transferencia, datos del propietario y otros detalles como numero de chasis y uso: es decir, si es de particular, servicio público, alquiler o demás. En una moto lo más normal es que sea particular, pero ojo, por que si por alguna «historia» ha sido otro uso puede cambiar la frecuencia con que tengas que pasar las ITV. Importante revisar que tanto en el propio chasis de la moto como en la ficha técnica como en el permiso de circulación conste el mismo número de chasis. En la moto suele estar en la pipa del dirección; mira el que esta troquelado en el chasis, que es el que cuenta, no sólo el que venga en una chapa remachada. En un scooter tendrás que buscar donde está, generalmente en algún sitio visible o tras una tapita que se puede quitar.
Necesitarás también tu DNI, el del vendedor (si es una empresa el que vende es más complicado) y que ninguno de los dos este caducado. Te pedirán un contrato de compraventa donde figuren datos de comprador, vendedor, vehículo y precio. Y por último, pero no menos importante te exigirán que esté al corriente de pago del impuesto municipal de circulación, por lo que tendrás que presentar el último recibo.
Nuestro consejo, indudablemente, vete a un gestor. Te cobrará honorarios, claro, pero te ahorrarás un par de mañanas de gestiones bastante aburridas, además de facilitarte la vida: según le entregues los documentos te darán un justificante como que la documentación está entregada para transferencia y con ese «papelito» puedes circular durante el tiempo que dure el trámite tranquilamente. Y ellos se encargarán de todo y de asesorarte si surge algún problema.
Pero si quieres ahorrarte algo, el procedimiento es el el siguiente. Para transferir necesitas unos formularios de tráfico y hacienda. Puedes conseguirlos por internet o pidiéndolos en las delegaciones correspondientes. Con ellos rellenos y firmados tendrás que ir con el vendedor a compulsar su firma al banco. Este es un paso que te ahorras en el gestor: él «da fe» de que esa firma del vendedor es correcta. Primero a hacienda, donde tendrás que abonar la parte más cara de la transferencia: un 4% del valor de la moto. Este valor debes obtenerlo de unas tablas que existen y «no va a colar», aunque convenzas al vendedor para mentir, que te has comprado una S1000RR de hace dos años por 800€. Y no es que el funcionario sepa cuanto vale la moto, es que consultará esas tablas donde le dan un valor establecido, generalmente menor del valor real del mercado, pero lógico.
Con los impuestos pagados ya puedes ir a tráfico a solicitar la transferencia, tras pedir cita previa, hoy día obligatoria y sin la cual no te atenderán. Lo normal es que, tras pagar las tasas, en un rato hagas el trámite y te entreguen la documentación en el momento, una ventaja sobre hacerla por gestoría, donde normalmente se retrasa varias semanas, por lo que te dan ese justificante. La culpa no es de tu gestor; es que Tráfico, que sabe que eso es así, les recoge las documentaciones un día y las hace tranquilamente, para entregarlas cuando quieren. Por cierto, entre particulares, la costumbre es que la transferencia la paga el que compra, aunque todo es negociable. Con las tiendas, pregúntalo antes de darte un susto.
Aunque todo parezca en regla, una buena cosa es, si tienes tiempo, pedir a Tráfico un informe de la moto antes de realizar la operación: con el DNI del propietario y la documentación puedes pedirlo, hoy día hasta por Internet. Aquí te dirán la situación en la que consta en tráfico, incluso si tiene un embargo por algún impagado (cosa que puede complicar sobremanera una transferencia) o si tiene una reserva de dominio: cuando compras un vehículo a plazos muchas veces la financiera hace una anotación en Tráfico, de forma que no puedes venderlo sin su consentimiento, consentimiento que normalmente viene condicionado por que les pagues el total de la deuda.