Consejos para conducir tu moto en ciudad

Cuando conducimos en la ciudad debemos ser conscientes que tener un accidente es una posibilidad real por lo cual tenemos que estar siempre atentos para poder evitarlos. En términos prácticos esto se traduce en respetar al máximo las señales de tráfico, que están diseñadas precisamente para evitar peligros potenciales, y segundo anticiparse a los movimientos de los vehículos y peatones que tengamos a nuestro alrededor para reaccionar antes de que las cosas sucedan, es decir conducir de forma intuitiva. Para lograr esto debemos ir controlando constantemente el tráfico a nuestro alrededor para detectar esas pequeñas señales que nos permitan anticipar situaciones potencialmente peligrosas.

También se debe tener presente la fragilidad del motorista frente al resto de automoviles de la via pública. Si se presenta el caso de que no respetan nuestro espacio es mejor dejar la agresividad a un lado, cederles el paso y no entrar en una batalla dado que siempre tendremos mucho más que perder. Es muy importante saber que gran parte de esos vehículos  no conocen la conducción de una motocicleta y por lo tanto no pueden intuir las reacciones que tiene un motorista. Además, por nuestra poca superficie física muchas veces no nos ven hasta el último momento, siendo esta una de las principales causas de accidentes entre automóviles y motocicletas, por esto es muy importante llevar las luces encendidas durante el día, usar adecuadamente los intermitentes para avisar de nuestras maniobras a los otros vehículos y mantener en perfecto estado nuestra luz de freno.

En la ciudad también hay otros aspectos críticos que debemos tomar en cuenta:Espejos retrovisores: hay cosas que son para muy difíciles de comprender y una de ellas es porque algunas motociclistas de nuestro medio lo primero que hacen es quitar los espejos sabiendo que es un elemento fundamental para aplicar lo que dijimos anteriormente, saber lo que pasa a nuestro alrededor y prevenir posibles accidentes. Si no los tenemos estamos parcialmente ciegos y las sorpresas pueden venir sin que nos demos cuenta.

Intersecciones: Gran parte de los accidentes ocurren en las intersecciones por lo cual debemos tener presente siempre respetar las señales y no hacer el cruce hasta no estar seguros de que otros vehículos no van a cruzar en nuestra trayectoria, aunque esto implique parar por completo.

Transitar entre los vehículos: Siendo realistas ésto no se debería hacer pero es una situación tolerada y practicada por casi la totalidad de los motoristas. Esta actividad es una de las principales ventajas de conducir en moto por ciudad sin tener que ‘comerte’ todos los atascos. Debemos tener presente no hacerlo cuando transitamos a una velocidad alta sino únicamente cuando nos enfrentamos a un embotellamiento, donde los coches circulan muy despacio, o para alcanzar la primera fila de un semáforo, pero esto debe hacerse a muy baja velocidad y con absoluto cuidado, por que al dejar nuestro carril siempre tendremos todas las de perder en caso de que algo suceda.

La Velocidad: En avenidas o vías rápidas, a nadie le gusta encontrar un vehículo transitando a paso de tortuga por el carril izquierdo y si este vehículo es una moto pasa exactamente lo mismo. Según la cilindrada de nuestra moto podremos o no usar este carril izquierdo. Por supuesto siempre hay que respetar los límites de velocidad de cada ciudad y conducir con los cinco sentidos puestos en el tráfico y en nuestra propia conducción.

Los peatones: Queramos o no, los peatones son unos de los principales causantes de peligro de accidente en un tramo urbano. Algunos cruzan las calles de manera irresponsable o circulan por ellas en vez de hacerlo por las aceras, muchos de ellos mueren atropellados en estas circunstancias cada año, con el agravante de que si nos viéramos enfrentados a esta situación con nuestra motocicleta es casi seguro que nos caeríamos haciéndonos daño nosotros también, por esto todas las precauciones que se tomen con ellos son pocas.

Conducir estresados: Conducir en algún estado de estrés  hace que pensemos menos nuestras acciones y por lo tanto estaremos más indefensos ante probables accidentes y cometeremos errores más facilmente. Si logramos conducir tranquilos y con el cuerpo y la mente relajados nuestras reacciones serán más efectivas y adecuadas y podremos circular con más seguridad entre el tráfico de la ciudad.

Por último se deben tener en cuenta que la ciudad es un entorno cambiante y aunque hayas transitado mil veces por las mismas calles no puedes dar nada por sentado porque de un momento a otro te puedes encontrar con un nuevo bache en la carretera, obras o incluso una calle cortada.