Jorge Lorenzo: «Por sensaciones y velocidad hemos dado un pequeño paso adelante»

En Austin se esperaba más de las Ducati oficiales, cuanto menos de Andrea Dovizioso como hombre de podio en ese circuito con las Desmosedici. Pero la GP17 parece atragantársele después del brillante debut con el segundo lugar en Qatar. En la pretemporada se mostró crítico con el comportamiento de la nueva moto y su plan de desarrollo, ahora abunda en esos mismos problemas. “Ha sido un desastre a la vista de los resultados conseguidos y de las expectativas que había para esta carrera. Es una lástima porque esperaba algo mejor, en particular por cuanto respecta al desgaste de los neumáticos. Este fin de semana hemos sufrido y es difícil dar una explicación precisa. Conozco los pros y los contras de la moto, aunque me esperaba ser más competitivo después de los test (Jerez), pero los problemas son los mismos. Lo que hacemos ahora no va bien y no somos competitivos. No hay un plan definido de desarrollo y eso es lo más importante. Ha llegado el momento de sentarse a la mesa y hablar del futuro porque desde el momento que somos un equipo oficial no podemos permitirnos semejantes prestaciones”.

Hablar de futuro sin término es una ambigüedad que Dovizioso sitúa a largo plazo. “El futuro, que sea a fin de temporada o el próximo año, depende de muchos aspectos. No teniendo un plan determinado no puedo hacer pronósticos de cuántos meses sean necesarios para hacer determinados cambios. Hemos de hablar de todo a 360 grados, hay diversos problemas que deben resolverse”.

Andrea habla claro y contundente dejando entrever sus discordancias con las decisiones técnicas adoptadas por el responsable de Ducati Corse (Gigi Dall’Igna) que ya viene apuntando desde la pretemporada. “Este momento no quiero calificarlo de desastre porque he de estar sereno en mis declaraciones. No tiene sentido disparar al aire y enfadarse. Soy el primero en saber cuáles son nuestros límites y es necesario trabajar”.

Jorge Lorenzo ha mejorado en relación a los dos GGPP anteriores, pero sigue todavía lejos de las expectativas puestas en él, también de las suyas puestas en Ducati. “La posición final es buena en comparación con Qatar y Argentina. Ha sido una buena progresión aunque una lástima por el final de carrera. Sufría mucho con el lado derecho del neumático y en el T1 me han pasado tanto Iannone como Petrucci”.

Una situación que, por el momento, nos retrotrae al episodio Rossi-Ducati y las respectivas querencias de chasis adquiridas en sus años de militancia en Yamaha. “Ahora vamos a Jerez, una de mis pistas preferidas, quizás no lo sea para la Ducati y etamos trabajando para dar pasos adelante. En Yamaha siempre han estado obsesionados con el chasis, en cambio en Ducati se ha trabajado más con la potencia del motor y la electrónica durante los últimos diez años. Seguramente hemos de trabajar más para encontrar chasis distintos que permitan hacer girar mejor la moto en curva”.

Al igual que le ocurrió a Valentino Rossi ese parece ser el síndrome heredado de su largo paso por Yamaha: primar la estabilidad-manejabilidad sobre la potencia-prestaciones. No sería descabellado volver a ver a Lorenzo con la M1 en 2019 cuando Rossi se jubile y Viñales posiblemente ya tenga alguna corona en su vitrina.