Un solo disco delante, de buen tacto y suficiente para el peso y prestaciones de la moto, pero con dos tendría un tacto más “racing” y una mayor apariencia de Moto3, que es lo que, en parte, se persigue.
El chasis multitubular naranja es rígido, noble y, además, aporta su granito de arena a la estética agresiva de la RC.
Particular estética del frontal de las RC. En la parte de abajo del pico van las luces de LED de posición.
El cuadro es completo y la información importante se ve bien. No ocurre así con el cuentavueltas, pero se compensa con la luz de sobrerrégimen roja que va encima. Es de destellos y sí se ve a la primera.
Los frenos están firmados por Bybre, igual que en las Duke. Es la filial de Brembo que suministra en la India estos componentes. Buen tacto. Incorpora ABS Bosch 9M de serie.
El amortiguador trasero carece de cualquier tipo de progresividad. Aún así, tiene buen comportamiento y no parece demasiado necesario complicarlo. Es una unidad WP.
El asiento del pasajero es el propio colín, realizado en una especie de espuma blanda. Permite sentarse sobre él y al tiempo cumple con la función estética de una tapa.
Los intermitentes delanteros van en los brazos de los retrovisores. Son de LED, muy pequeños y discretos si no están encendidos.
Bajo el asiento del piloto hay una pequeña caja para dejar documentos o pequeños objetos. Ahí viene la dotación de herramientas de la moto.
Más claro, agua: en el propio carenado de la moto nos indica qué quiere decir RC: Race Competition