Los scooters de MotoGP

Los scooters de MotoGP
Fórmula Moto
Fórmula Moto
El paddock del Mundial de Velocidad es como una ciudad en miniatura. Sus habitantes tienen la imperiosa necesidad de trasladarse de un extremo a otro de sus límites con la máxima rapidez y eficiencia posible. Y como en tu caso, el scooter es la mejor solución.


Una ciudad moderna sin scooter dejaría de definirse como tal. Las grandes urbes actuales, por mucho que luchen por hacerse cada vez más «verdes» y humanas, se encuentran presas del dictado de la movilidad, y el transporte de masas en un entorno limitado provoca el auge de alternativas que incrementen la calidad de vida de sus habitantes. Aquí entra en acción por pleno derecho el scooter. Un ejemplo de primera fila lo constituye Barcelona. Si resides allí, poco hay que comentar: no se podría concebir la vida diaria en la Ciudad Condal sin las ventajas en aparcamiento, fluidez y economía de espacio que suponen miles de usuarios de dos ruedas rodando a diario por sus arterias. Si trasladas este planteamiento a los escasos metros cuadrados que dibujan las calles de los paddock del Mundial MotoGP de hoy día, las analogías son inmediatas.

El interior de los circuitos en un fin de semana de competición es un hervidero de actividad y cada integrante de este microcosmos tiene unas funciones muy concretas. Desde los responsables del cattering de los equipos hasta los técnicos y mecánicos, pasando por los organizadores del evento o los propios pilotos, los fotógrafos, los periodistas… Durante casi una semana, la actividad se multiplica en una carrera frenética contra el cronómetro y el espacio. Y como te ocurre a ti en tu ciudad, la mejor solución para multiplicarte, casi de disponer del don de la ubicuidad, es trasladarte en moto o scooter.

Sin embargo, el paddock de MotoGP vive un tráfico con sus propias leyes. Aquí no es obligatorio el uso del casco, ni se ve con malos ojos tres ocupantes o conductores que tienen en marcha ocupada una mano lejos del manillar. Los carriles no existen y los zigzag entre los viandantes no están exentos de escenarios un tanto críticos. Se asemeja a esas situaciones de caos en la que parece estar todo bajo control. También se extiende esta práctica a los viales de servicio del circuito. En sus tramos pasan a toda velocidad fotógrafos que necesitan llegar a tiempo a su punto de destino, miembros de equipos que sirven de ojeadores a sus estructuras e incluso invitados VIP ajenos a tanto ajetreo. Esta convivencia sería imposible si no fuera por la movilidad que permiten los numerosos scooter presentes en el paddock, también gracias al comportamiento mayoritariamente cívico de sus integrantes.

Para los amantes de los scooter, el Mundial de Velocidad es un terreno por descubrir. Es lógico que marcas que cuentan en sus catálogos con modelos de este segmento muestren sus mejores galas en este ámbito. Suzuki ha estrenado en 2015 una amplia gama de Address pintados con los espectaculares colores de guerra de la marca japonesa, de vuelta a MotoGP. Pero, ¿qué ocurre cuando una firma no dispone de unidades en este sector? Entonces se producen «matrimonios» tan curiosos como Ducati-KYMCO. Tras su colaboración con Kawasaki (J 300) y BMW ( C 600/650), a los taiwaneses también se arrimian los italianos… «Las carreras son así».

Yamaha Aerox y Suzuki Address para los desplazamientos de estas marcas niponas. En Honda utilizan un eléctrico Scutum S02, aún cuando el patrocinador es una petrolera…. Tasca Racing, equipo de Moto2.

María Herrera (en la foto), también da «gas» en sus desplazamientos en scooter por el laberinto del paddock. Los pilotos suelen personalizar sus modelos con los colores y distintivos que les caracterizan.

Dorna, la empresa que gestiona el Mundial de Velocidad, dispone de su propio parque de scooter. Yamaha es el proveedor oficial, con modelos Aerox y EC-02. En el entramado del interior del circuito, si quieres llegar a tiempo a cualquier sitio, la única solución es el scooter. Jack Miller opta por un Vision como buen piloto Honda.