Bosch estudia el uso de gasolina sintética: ¿adiós a los altos niveles de CO2?

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Bosch estudia el uso de gasolina sintética: ¿adiós a los altos niveles de CO2?
Adrián Sanchez-Rojo
Adrián Sanchez-Rojo
La necesidad de reducir los niveles de CO2 en la atmósfera, por los que cada vez más se apuesta por los vehículos 100% eléctricos, también puede pasar por el desarrollo de combustibles sintéticos como en el que está trabajando Bosch.


Las emisiones de carbono siguen siendo una de las grandes preocupaciones tanto para la sociedad en general como para la industria de la moto, de los coches y de todos los vehículos de combustión que conocemos. Su eliminación no es ni sencilla ni barata pero podría llegar a ser una realidad gracias a la evolución de nuevos combustibles sintéticos, que tienen un alto coste de producción, pero que según la marca Bosch podrían ser una realidad en el día a día de nuestros vehículos a partir del año 2050.

Los combustibles sintéticos, en los que se llevan algunos años investigando, se fabrican únicamente con la ayuda de energías renovables. En una primera etapa, el hidrógeno se produce a partir del agua. El carbono se añade a esto para producir un combustible líquido. Este carbono puede ser reciclado de procesos industriales o incluso capturado desde el aire mediante filtros. La combinación de CO2 y H2 da como resultado el combustible sintético, que puede ser gasolina, diésel, gas o incluso queroseno.

contaminacionmadrid 2Los vehículos que utilicen este combustible sintético seguirán emitiendo el mismo número de partículas de CO2 -cada vez menos gracias a las restrictivas normativas anticontaminación-, pero a cambio, en la fabricación de dicho combustible, se retirará prácticamente el mismo número de partículas de dióxido de carbono de la atmósfera, lo que hará que su producción dañe mucho menos el medio ambiente por el que tanto se están preocupando desde la Unión Europea. El estudio de Bosch sobre este tipo de combustibles sintéticos habla de que se podrían llegar a ahorrar más de 2,8 gigatoneladas de CO2 en la atmósfera, o lo que es lo mismo, eliminar del aire que respiramos el equivalente a las emisiones anuales de CO2 de Alemania multiplicadas por tres.

Según Volkmar Denner, director ejecutivo de Bosch, «los combustibles sintéticos pueden hacer que las emisiones de los coches movidos por gasolina y diésel sean neutras, lo cual sería clave a la hora de frenar el calentamiento global».

Aunque el desarrollo de este tipo de combustibles avanza de forma muy lenta, Bosch cree que el apoyo de los países de la Unión Europea haría que este proceso evolucionase de una forma más rápida. Bosch, que cuenta con el apoyo del gobierno alemán, sigue estudiando el desarrollo de este combustible en un puñado de plantas con la esperanza de abaratar su producción en futuro a medio plazo y convertir este combustible en una alternativa real a la gasolina y el diesel derivados del petróleo.

Lo cierto es que si este combustible de Bosch acaba prosperando y teniendo éxito, los motores de combustión interna podrían tener todavía mucha vida en unos próximos años inicialmente pensados para la proliferación de nuevos sistemas de propulsión electrificado.