LA TERTULIA en Montmeló

MOTOGP SIN ADELANTAMIENTOS, PERO CARRERA AL LÍMITE

Dicen que la carrera de MotoGP en Montmeló fue aburrida porque no hubo adelantamientos. Ciertamente no los hubo, pero fue una carrera intensísima, cuchillo en la boca, al límite de las posibilidades de los tres «Mosqueteros». Jorge Lorenzo hizo una salida magnífica, posiblemente la mejor que se le recuerda, y eso le permitió pilotar desde la primera curva con su habitual estilo de «hacer correr» la moto por la trayectoria. Es el pilotaje fluido que le caracteriza. Cuando va detrás de un rival, pegado a su rueda, no puede aprovechar esa virtud de tiralíneas que hace su conducción rápida y elegante: entra en curva muy rápido, decidido, audaz, para expresar su trazada de amplio radio, de línea blanca a línea blanca. Hace más metros que las Honda –ciñen más la trayectoria, quizás giren mejor y acortan recorrido- pero él los recorre a mayor velocidad sin dar opción al adelantamiento.

Su fulgurante salida fue la clave para ganar una carrera que se le preveía difícil tras un sábado complicado por una caída en el libre y la rotura de embrague en la «Qualy». Sin nadie por delante, pudo mantener la posición con la pista despejada para imponer su machacón ritmo de alto voltaje. Pero no fue una carrera tranquila. Ni fácil. «Ha sido una carrera físicamente comprometida, estoy destrozado, he dado el 100% desde la primera a la última vuelta. Además, con estas temperaturas es fácil cometer un error, la moto resbalaba de delante, cada entrada de curva era casi una pesadilla» reconoció Jorge. No fue fácil para ninguno de los tres. Fueron todos a degüello, con absoluta concentración y tensión.

Pedrosa se le  acercó hasta que los neumáticos decayeron. Prefirió asegurar veinte puntos para el campeonato y así lo dijo: «una carrera con condiciones muy críticas en pista, pero una carrera más y la segunda posición, dentro de lo que cabe, está bien porque continuamos liderando el campeonato.» No obstante, los acosos de Márquez a Pedrosa pusieron el aderezo suficiente para mantener tenso al espectador avezado. «Si en esta carrera no hubiera ido tan al límite, lo mismo hubiera probado más adelantamientos, he ido toda la carrera con la lengua fuera» reconoció Marc. Nadie puede decir que fue una carrera aburrida. Los adelantamientos son la esencia de la competición, sin duda, pero el espectador curtido entiende y disfruta con esas carreras al límite. Aún sin adelantamientos.
 

ROSSI-BAUTISTA ALTA TENSIÓN

Valentino arremete enfuriado contra Álvaro Bautista. Con dureza y no sin cierta razón. En esta ocasión se salvó por un tris de ser derribado de nuevo por el talaverano en la primera vuelta: «Bautista está actuando como un loco y como un estúpido. El año pasado ya me tiró en Valencia. En la última carrera lo de Mugello, hoy casi me tira. Dirección de Carrera debería tomar cartas en el asunto.  Su actitud no es nada inteligente, estos riesgos puedes tomarlos en las últimas vueltas, pero no en la primera curva de una carrera. Los dos últimos episodios no son por separado muy graves, pero después de lo que pasó hace sólo quince días, si yo ya te he pasado, ¿por qué arriesgas para caerte al suelo y jugarte tirarme a mí? Es estúpido«. Ciertamente, Álvaro debiera sosegarse.

LOS NEUMÁTICOS DESFALLECEN

El buen rendimiento de los neumáticos quedó de nuevo cuestionado en Montmeló. Las altas temperaturas fueron enemigo acérrimo de MotoGP. En cuatro vueltas perdieron el «grip» delantero. Resbalaban sin control, provocaron numerosas caídas. Los pilotos más habilidosos pilotaron con guantes de seda y tacto de cirujano. Todos se quejaron de los riesgos tomados.

Bridgestone debe poner remedio a esa deficiencia que afecta la seguridad, merma la combatividad y anula el espectáculo de la alta competición privándole de adelantamientos. La deficiencia afectó por igual a todas las marcas de motos. Ya no se trata de configuraciones técnicas ni de reglajes. El problema está en las «gomas».

También tuvieron serios problemas los Dunlop de Moto2. Éstos de fiabilidad estructural. No soportaron el esfuerzo a alta temperatura y se rompieron. Llegaron al «corralito» visiblemente resquebrajados. El flanco lateral destripado daba angustia de ver. Afortunadamente ninguno explotó en la recta de alta velocidad (280 km/h), pero el problema es de suma gravedad. Urge poner remedio en beneficio de la seguridad.

EL LÍO DE LOS MOTORES YAMAHA

En MotoGP los motores están limitados a cinco unidades por piloto y temporada. Las marcas están obligadas a someterlos a un exhaustivo precintado para evitar cualquier manipulación o reparación. Las sofisticadas mecánicas tienen durabilidad limitada y cada marca sabe perfectamente el kilometraje fiable de sus componentes. Alcanzado ese límite los retiran y dan conocimiento de ello, por escrito, a los organismos rectores del Mundial. A partir de ese hecho ya no se pueden volver a utilizar en el curso del campeonato.

Yamaha comunicó en el GP de Catalunya la retirada de sendas unidades relativas a sus pilotos Lorenzo y Rossi. A partir de ahí todavía disponen de otras cuatro para cada uno con que disputar holgadamente los doce GP restantes. Los irán rotando metódicamente para cumplimentar las tandas de entrenamientos y las carreras en función de su «frescura».  Hasta ahí todo correcto, ninguna anomalía. Sin embargo, en Montmeló circuló el bulo, sin fundamento, de que Yamaha llevaría esos motores a Japón para inspeccionarlos internamente sin desprecintarlos -operación que se realiza habitualmente en el camión taller durante la temporada – y, en el caso de ser todavía útiles, los volverían a emplear. Tamaña aseveración de pretendido alarmismo, surge de quienes desconocen el metódico proceder para seguimiento de los motores llevado a cabo por los comisarios técnicos de IRTA. Además de infundada es imposible. Los numerosos y sofisticados precintos aplicados a cada motor son inviolables sin dejar traza. El rumor lanzado es baldío y consecuencia del desconocimiento del exquisito proceder de IRTA, FIM y Dorna al respecto. Yamaha ha procedido al primer descarte y no es su intención ni estilo recurrir a artimañas antirreglamentarias. Su deportividad y prestigio están fuera de cualquier duda.

EL TEAM PONS EXPLOTA EN «CASA»

Espectacular rendimiento del equipo Tuenti HP 40 en el GP de casa. El doblete de Pol Espargaró y Tito Rabat diluye el mal recuerdo de su doble caída simultánea en Le Mans. También Axel Pons pasó página a sus infortunios anotándose sus dos primeros puntos 2013.

Sito Pons rebosaba euforia. En el podio mostró exultante felicidad, sonrisa desatada, agitó en el aire el trofeo de equipo ganador, gesticuló alegría y satisfacción por el trabajo bien hecho. No se le recuerda tanta euforia ni cuando fue campeón.

Sus dos pilotos hicieron una carrera perfecta, tensa por la pugna del triunfo, intensa al límite a la vez que limpiamente deportiva. Magnífico comportamiento de los dos compañeros-rivales que recuperan posiciones delanteras en la provisional del campeonato. Pol ha salido del marasmo que empañó sus resultados desde el triunfo de Qatar. Tito reafirma su enorme avance cualitativo iniciado con el triunfo de Jerez. Ambos andan a la zaga del escapado Redding (114 puntos), reducen sus diferencias a 35 y 39 puntos respectivos. El campeonato es largo, hay amplio margen de mejora. El Team Pons huele a cetro y corona.

SALOM, RINS Y VIÑALES AL COPO Moto3 tiene indeleble color español. Los teenagers de la última generación del CEV dominan la clase pequeña con mano férrea. Se juegan cada victoria en GP con la misma intensidad de cuando despuntaban en el «nacional» más internacional del planeta. Luis, Álex y Maverick no tienen más rival foráneo que un irregular Folger. Se baten el cobre con autoridad y cabeza, apenas cometen errores. Van directos a un título peleado intensamente hasta el final. Difícilmente alguno se escapará del resto. Son regulares, astutos y saben medir sus fuerzas hasta la bajada de bandera. Ofrecen las carreras más intensas de cada GP.   Salom sabe «leer» las carreras con enorme tino. Sabe quedarse a la zaga del pelotón delantero conservando neumáticos y minimizando los riesgos. Da el golpe de gracia en las últimas vueltas. Es resolutivo, seguro y eficaz. Rins es regular, combativo y sosegado a pesar del error de Jerez donde se dejó un puñado de puntos todavía recuperable. Se ha aposentado en el podio con serias opciones de pelear por el título en su incipiente segundo año mundialista. Viñales es el favorito y actúa como tal. Ha dejado su fogosidad en el trastero y corre con tanta eficacia como talento tiene. Sabe gestionar con esmero las complicadas situaciones que le están deparando las adversidades. A pesar de ellas, gestiona con buen tino el camino hacia la corona que trasteó el año pasado. Sin duda alguna, de esa terna saldrá el campeón. Gane quien sea, todos son aspirantes a cada triunfo parcial y esmerados protagonistas de las carreras más vibrantes de los GP 2013. Hacen disfrutar al público como nadie ¡Paso a la juventud!

Tertulianos: Jep Martinell, Ignacio Bultó, Benjamín Grau, Josep Mª Mallol, Manuel Marqués, Miguel Riviere, Santiago Joaniquet, Emilio Bosser, Jaime Alfonso Riviere, Luis Garriga, Jordi Vilaseca, Josep Mª Molas, Sergio Garcigoy, Armand Molí, Carlos Palau, Jaume Juliá, Ignacio Guardia, Carlos Domínguez.