Nos subimos a las RAV Mini GP

Muchos chavales se inician en la competición sobre asfalto con los modelos llamados «minimotos». Es una fórmula económica y con la que los más jóvenes aprenden a correr y a adquirir experiencias básicas sobre las motos de velocidad. Es un mundo divertido y que, además, encandila a multitud de adultos que ven en esta modalidad un forma barata de correr y vivir la competición. Resultó lógico, por tanto, que con el tiempo surgieran las pit-bikes. 

Algo más grandes, con motores basados en los diseños japoneses de 4T con cilindro horizontal y cambio de 4 marchas, empezaron a venderse por todo el mundo como una opción similar a las minimotos pero para uso off-road. Claro, al poco tiempo ya había versiones supermotard de esas off-road con las que jugar en circuitos de karts. Así que, ¿por qué no directamente una de velocidad?

¿Cómo es la MiniGP?

Por su imagen, es una mini-Panigale. Con unas fibras y formas inspiradas en la preciosa superbike italiana, las MiniGP llevan el escape justo por debajo del colín y un precioso chasis multitubular. Las suspensiones son, a escala, auténticas piezas de competición. Delante nos encontramos con una horquilla invertida con posibilidad de regulación en extensión y compresión cada barra, y con dos frenos de disco ondulados con pinzas de anclaje radial. Detrás, un monoamortiguador que envidiarían algunas deportivas: regulación de precarga, extensión y compresión en alta y baja velocidad. Y otro disco, también ondulado.

Pero una de las características más interesantes de la MiniGP es su concepción «modular». El chasis, suspensiones y mandos son los mismos en los tres modelos disponibles. El motor puede ser un140 cc y las ruedas de 10″ o bien un motor de 160 cc y ruedas de 12″. Con estas dos configuraciones se organizarán las carreras en dos categorías, en función de la edad. Pero en vistas a futuro, cambiando el motor y las ruedas, «subes» la moto de categoría con una inversión muy inferior al hecho de cambiar de moto. Y por si fuera poco, el coste del kit de manillar alto con placa porta números, más latiguillos de freno y torretas es de sólo 150 €. Así la conviertes en una naked con la que correr también contra las supermotard en cualquiera de los campeonatos que existen para ellas. O para que «papá también juegue».

Para todos los públicos

El punto de reunión para descubrir la nueva RAV MiniGP ha sido el Circuito de Santos de la Humosa, uno de los karting más famosos de la Comunidad de Madrid, revirado, no muy largo y con un asfalto que está lejos de estar en las mejores condiciones. Delante de mi las tres versiones de la RAV: la MiniGP 140 para los más «peques», la 160 para los «junior» y una 160 «Naked». Para serte sincero, últimamente he echado «tripita» (aunque hay quien dice que es más bien tripón), el mono me va justo y me da mucha pereza «encogerme» en la MinGP. Así que a la más mínima oportunidad que tengo, «agarro» la Naked. 

Y resulta toda una sorpresa. Tiene buen tacto en todos los mandos. El cambio es un poco extraño: el punto muerto está abajo del todo y sus cuatro marchas van hacia arriba. Además, el tacto del embrague es algo brusco. He visto que a varios compañeros se les ha calado el motor al salir, así que voy sobre aviso. Y aun así, se me cala a mí también. 

Arranca con facilidad con la pata. Lleva llave de contacto y del tapón del depósito, dos detalles que están muy bien en la calle pero que en el circuito se convierten en un problema más. Como las pierdas, no ruedas. Sin embargo, las homologaciones para importarla a la Unión Europea obligan a estas tonterías. Según RAV, seguramente las siguientes unidades vengan ya con un interruptor de contacto y un tapón de depósito normal, y en estas no será difícil cambiar todo: el tapón es el mismo que se emplean en algunas Yamaha.

Una vez en marcha por la pista, la moto tiene buen par. Empuja desde abajo, es sólida y dura de suspensiones, aunque esto se puede regular a gusto del piloto. En la primera curva, a los pocos metros de salir, la moto entra con mucha agilidad. Es una sensación rara, porque cabes bien y no vas tan «plegado» ni tan incómodo como parece en principio. De hecho, vas cogiendo confianza y resulta divertida. El manillar me convence menos: es muy largo, demasiado incluso. Con tanta palanca, en una moto tan pequeña, en un cambio de dirección rápido la moto se muestra nerviosa. No corre demasiado, también los motores estarán poco rodados y, aunque se declaran 14 CV para el 160 cc, en estas condiciones es un tanto optimista. Hay que jugar con el cambio: no demasiada potencia y sólo cuatro marchas, por lo que como no engranes la correcta, no saldrás bien de la curva. Pero sólo podemos dar unas vueltas y ceder la moto a otros compañeros, que todo el mundo quiere probar.
 

Pocos detalles diferencian a las dos RAV que el año que viene protagonizarán la Copa RAV. Llantas de 10″ en al 140 (la amarilla) y de 12″ en la 160 cc. Ambas presentan una estética basada en las Ducati Panigale.

Neumáticos Sava específicos para el Mini Motard. Disponibles en varios compuestos, son equipo de serie tanto en las 140 cc como en las de 160 cc.

Buen acabado en general. El detalle de las regulaciones de horquilla llama la atención. El reloj de la foto no es de serie.

Y si la horquilla llama la atención, ni te cuento cuando «te asomas» y ves esto en el tren trasero. Pocas motos de serie van con regulaciones en alta y baja velocidad por separado.

Doble disco delantero y pinzas de anclaje radial para los pocos más de 80 kg de la más grande. Frena bien.

Las estriberas pueden adelantarse un poco y los pedales, por supuesto, ajustarse a otra posición. La forma redondeada de la estribera es la típica en velocidad.

Bonitas formas del colín, también inspiradas en Ducati. El chasis completo, salvo el basculante, va pintado en rojo.

RAV MiniGP 160

Me ha sorprendido la RAV Naked. Puede ser un aparato divertido si ajustas las suspensiones, la adaptas un poco a tu gusto y das unas cuantas vueltas más acostumbrándote a ella. Me entretengo mientras me vuelve a tocar salir a pista mirando una RAV que tienen «armada» hasta los dientes. Claro, a pesar de que sea un modelo nuevo, RAV lleva años trabajando con estas mecánicas. Y su simplicidad hace que sea barato y fácil prepararlas para sacar del pequeño motor 4T algo más de «chicha». También es divertido ver a los compañeros «picarse» con las motos en la pista. Y más divertido ver a Ismael Bonilla, piloto ex-mundialista y compañero en formulamoto.es, que acaba de llegar de rodar con la Panigale 899 «de verdad» para dar una lección de pilotaje sobre la RAV. El que sabe, sabe. Con la Ducati y con la RAV.

Ya me toca salir a la pista y aprovecho esta segunda oportunidad para probar una teoría que me ronda la cabeza: si en una moto normal, cambiar la posición de conducción al cambiar un manillar afecta más de lo que parece a la estabilidad y a la manejabilidad de la moto, ¿qué no pasará en una moto tan pequeña? Así que, sabiendo que el chasis se hizo para la MiniGP estándar, vamos a probarla. Y sí, teoría confirmada: la MiniGP es mucho más fácil de llevar, más estable y menos nerviosa. Lógico. No sólo el manillar largo de la naked influye; el reparto de pesos sobre la moto, de ir erguido e incluso un poco atrás a ir ligeramente sobre el tren delantero, ha cambiado el comportamiento de la moto del todo. 
 

La opinión de Ismael Bonilla 

RAV MINIGP 160

«Por curiosas casualidades de la vida, el día anterior a probar la RAV MINIGP160 –claramente una «minipanigale»- me encontraba en el circuito de Imola en la presentación de una de las Panigale de verdad, la 899. ¡Qué diferentes son! ¿O no tanto? Salvando las distancias, sobre todo de tamaño y precio, lo que más me sorprendió de la RAV MINIGP es que se lleva como una moto de verdad. Pero es que ¡es una moto de verdad!, aunque más pequeña.

Tiene un paso por curva muy rápido, y se puede tumbar mucho, muchísimo. Eso es gracias a sus «balones» de 100/80-12 delantero y 120/80-12 trasero. Ya son varios los chavales que gracias a su estabilidad, van arrastrando codos a lo Márquez con la MINIGP. Además,  no sólo es una genial escuela de pilotaje, también lo es de puesta a punto, ya que se puede regular de suspensiones igual que una moto grande. Su motor de 4T te saca de las curvas con energía, siempre en 3ª y 4ª velocidad, y ya no hay más por arriba, y eso a pesar de mis casi 100 kg con todo el equipamiento encima. Con un chaval de 40 kg, la RAV tiene que volar».

RAV NAKED

«Es prácticamente la misma moto que la MINIGP, pero la NAKED es la que yo me compraría. La principal diferencia radica en la posición de conducción, más erguida y cómoda que en la MINIGP, dado su más alto y ancho manillar, al estilo Supermotard, o Minimotard en este caso. Con esta posición de conducción, la velocidad de paso por curva es algo inferior a la MINIGP, pero a favor tiene que es mucho más fácil hacerla entrar en curva y, sobre todo, más rápida en los cambios de dirección. Es una moto ideal para que un «quemado» como yo se vaya los domingos por la mañana a echarse unas risas en la pista de karts más cercana. Llevo mucho tiempo pensando en comprarme una moto de estas características para quemar adrenalina con unos riesgos mucho más limitados, y mucho más económico, que una moto de circuito grande. Por otro lado, es una forma ideal de entrenamiento para pilotos profesionales para mantener la forma y no perder los reflejos. Voy a darle una pensada, porque igual acabo con una RAV en mi garaje…«

Copa de España RAV de MiniVelocidad

Con las nuevas MiniGP, RAV organizará para el año que viene una copa monomarca encuadrada dentro de la copa de España de Minivelocidad. Esta copa este año ha agrupado a las minimotos y a las MiniGp 50 y 70 cc actuales y se ha disputado a cinco carreras: Zuera (Zaragoza), Villena (Alicante), La Higuera (Segovia),  Albaida (Valencia) y Alcarrás (Lleida).

Para el año que viene y a falta de que la RFME lo anuncie públicamente, se incluirá en estas carreras las pruebas de la copa RAV. Esta se hará en dos categorías a disputar con las dos MiniGP disponibles: las 140cc con ruedas de 10″ para niños de entre 6 y 11 años y las 160cc y ruedas de 12″ para pilotos entre 12 y 18 años. Las motos, que normalmente cuestan 2.500 € (cualquier modelo de ellas) tendrán una promoción especial: si son para correr esta copa, se venderán por 2.000 €.