¿Deben los pilotos de motociclismo pagar por correr?

Reitero lo de opinión; no es una verdad absoluta, sino una opinión basada en mis vivencias como piloto durante muchos años, y en los últimos tiempos como manager/entrenador de pilotos jóvenes. Y mi respuesta es SÍ. Pero un SÍ con matices; muchos matices y que seguro que algunos no comparten.

Si estás leyendo esto es porque, como poco, te gustan las carreras de motos. Y si te gustan las carreras, también sabrás que es un «deporte» muy caro. Lo pongo entre comillas porque para mí, por encima de un deporte es un negocio. Aunque, sinceramente, ¿qué no es un negocio en esta vida? Muy pocas cosas.

Como me han llamado egocéntrico unas cuantas veces en la vida, no defraudaré a aquellos que lo hayan pensado y empezaré hablando sobre mí. Mi carrera deportiva más o menos profesional duró desde 1994 a 2004. A ojo de buen cubero, esos 10 años de carreras por España y parte del mundo supusieron que sobrepasé holgadamente un presupuesto de 600.000 € de la época. Yo diría que más o menos de esa cantidad, un 20% salió de patrocinadores y colaboradores (tras llamar a mil puertas, y otro día hablaré del tema patrocinadores) y el 80% restante salió directamente de mi padre, familia cercana y empresas del entorno familiar. ¿Una pasta verdad? Cuántas veces me habrá preguntado mi padre aquello de «qué hubieras preferido, ¿tener un chalet y un Ferrari, o haber podido correr en moto?». Evidentemente, correr en moto.

La pregunta es: ¿debería alguien haberme pagado mi carrera deportiva? En mi caso y siendo honesto, la respuesta es NO. Y es no porque no demostré lo suficiente deportivamente como para que viniera un «pez gordo» y me llevara de la mano y gratis (o cobrando un sueldo) al Mundial. Así de simple. Hasta que lo demostrara, tenía que seguir pagando. Y como no lo demostré, adiós.

Después de 2004 me juré que nunca más volvería a pagar por correr en moto, fuera lo que fuera y aunque eso me costara no volver a competir. Ni en una estructura propia ni a ningún equipo. Por fortuna y gracias a Fórmula Moto, pude volver a competir muchas veces después como invitado de prensa, y eso me llevo a volver a correr un poco más de continuo a nivel amateur, y como estaba delante y por unas circunstancias concretas, sin que me costara dinero. Si no, no lo hubiera hecho.

Cuando dejé las carreras del todo en 2013, me involucré bastante en las categorías inferiores del Campeonato de España. Y hasta ahora. Lo que he visto desde entonces es más o menos lo que ya conocía hace 20 años, aunque con algunas diferencias: un montón de chavales a partir de 10 años (edad mínima para el CEV) procedentes de decenas de escuelas de pilotaje de niños, con sus familias detrás gastándose un chorro de pasta a veces indecente, para tratar de cumplir el sueño del chaval de ser Campeón del Mundo, o por lo menos llegar al Mundial. Error. Y ojo, que no digo que no sea posible. Lo que digo es que como objetivo prioritario, es improbable que suceda por muy bueno que sea el chaval, y luego vienen las frustraciones (que hoy en día el nivel y la profesionalización de los críos es impresionante porque empiezan muy pronto –para mi demasiado pronto- y la competencia es brutal). Pero si es lo que esas familias y sus hijos han elegido, lo es con todas las consecuencias, incluido lo carísimo que es. Desplazamientos, entrenamientos, motos, neumáticos, recambios, licencias, equipación… es un chorreo.

Creo que en los comienzos de la carrera de un piloto se debe pagar por correr por tres motivos. Uno, porque tampoco queda más remedio. Es lo que hay. Dos, porque los chicos deben aprender a valorar el esfuerzo que hacen sus padres. Y tres, para poder demostrar de lo que son capaces. Y si lo demuestras, ¡es en ese momento cuando deberían acabarse los pagos y el palmar pasta! Yo veo razonable, porque es más o menos lo que cuesta, que un padre invierta 40.000 € en intentar que su hijo de 11 años se convierta en campeón de España de Moto 4. Lo que ya no veo tan bien es que si lo consigue, al año siguiente tenga que soltar otros 50.000 € para tratar de ser Campeón de España de PreMoto3, y que si también lo consigue, al año siguiente tenga que soltar 120.000 € para ir al FIM CEV A Moto3 a aprender, y al año siguiente 200.000 € para tratar de ganarlo en un equipo puntero.

Lo que quiero decir, es que me parece muy bien que una familia decida invertir en la carrera de su hijo ¿pero para qué? ¿Pero hasta cuándo? Yo no voy a solucionar este tema. Ha sido siempre así y estaría bueno que yo diera con la tecla. Sí que es verdad que en los últimos tiempos se están viendo algunas iniciativas más asequibles como la European Talent Cup (pero que los 40.000 €/año tampoco te los quita nadie; y eso no lo gana ni el 20% de la población), o la nueva SS300 que son motos económicas de calle con menor mantenimiento, o si tienes la suerte de entrar en la Red Bull Rookies que no cuesta dinero a los pilotos más allá de los gastos de desplazamiento y dietas (que los 12.000 € tampoco te los quita nadie). Quiero decir, que por muy «económica» que sea una categoría en el mundo de las motos, sigue siendo una fortuna en la vida real y hay que tenerlo muy claro.

Y luego llega el valiente de Juanfran Guevara y habla sin pelos en la lengua para decir que un tío como él, que ha hecho podios la pasada temporada en el Mundial, tiene que estar buscando 200, 300, 400 mil… La verdad, es que se le quitan a uno las ganas de tener ganas. No me extraña nada que haya llegado a ese punto. ¿Y qué pensarán todos aquellos que están luchando en un CEV por llegar donde esta él?

Yo lo que creo que debería estar claro y estipulado es algún tipo de fórmula que al menos los pilotos supieran a qué atenerse. Por ejemplo, si un piloto gana una categoría inferior, que eso le garantice una plaza en la categoría inmediata superior sin ningún tipo de coste. O si queda entre los tres primeros una beca al año siguiente del 50% de los costes. Y hablo de un Campeonato de España. Y si hablamos del Mundial, prohibiría por reglamento que los pilotos pudieran pagar; ni de su propio dinero ni de sponsors que busquen ellos. Los sponsor deberían buscarlos los equipos, las federaciones, o el IRTA y, sobre todo, el organizador; DORNA, que es quien saca tajada de ese negocio. Pero que en un Mundial cobre todo el mundo menos los pilotos?(por lo menos el 70%). Ya sé que esto es una quimera, pero es como debería ser. Por ejemplo, este año Manu González ha ganado la European Talent Cup. Con esta fórmula, Dorna debería garantizarle por méritos propios un año con una buena moto en el FIM CEV de Moto3 que es el paso natural. Y no como le ha pasado, que al final tendrá que correr el World SS300 que, aunque es un Mundial, en cuanto a pilotaje es un paso atrás, ya que la moto es muy inferior. Pero es que en el FIM CEV de Moto3 le pedían dinero.

Ahora bien, también me da rabia una afirmación bastante gratuita que se hace con cierta asiduidad «en esto de las motos si no eres rico o no tienes padrino no tienes nada que hacer». Y tampoco es cierto del todo. Es verdad que sin dinero o sin padrino las probabilidades de llegar al Mundial son muy escasas, pero haberlas las hay. Y pondré dos ejemplos recientes que más o menos conozco un poco de cerca. Son dos pilotos de Madrid, que ni son ricos, ni tenían padrino. Y los dos van a triunfar en el Mundial por su talento. Exclusivamente por su talento.

El primero es Jorge Martin. Le hice una entrevista cuando ganó la Red Bull Rookies hace 3 años. Me dijo que él nunca pagaría por correr; más que nada porque no podía. Que quien le quisiera, tenía que ser por su pilotaje, y no por su dinero, Y así ha sido. Jorge aprovechó muy bien su oportunidad en la Red Bull Rookies y arrasó, y luego al dar el salto al Mundial dio siempre el 110% con la escasa Mahindra de Aspar. Hasta hizo podios. Ahora, para mi, es el principal candidato al título en 2018 con Gresini. Sin dinero y sin padrino. Y sin ser hijo de nadie. Bueno, de su padre Ángel sí, pero me entendéis.

El segundo es Alonso López. Es cierto que su padre Paco tuvo que gastarse un buen dinero en 2013 y 2014 para hacer a su hijo Campeón de España de 80 cc. No se cuánto, pero calculo a razón de unos 40.000 € por año. Efectivamente, no es poco dinero y no está al alcance de cualquiera. Pero apostó fuerte y le salió bien, y eso le valió para llamar la atención de Emilio Alzamora, quien le fichó (sin pagar) para su equipo el Estrella Galicia en 2014 en el CEV de PreMoto3. Y lo ganó a la primera. Otro que aprovecho su oportunidad. Luego al FIM CEV, donde ganó carreras, y ahora al Mundial, donde lo hará muy bien seguro.

¿Son Jorge y Alonso los únicos que se lo merecen? Seguramente no y ellos dos sean la excepción que confirma la regla. Pero sí han demostrado que es posible llegar arriba sin los típicos tópicos de ser ricos o un gran padrino, cuando eres un «supercrack» -que no hay tantos- y te llega tu momento. Otra cosa ya es si cobran un sueldo como pilotos mundialistas –que deberían- o están de gratis, que eso ya no lo sé. ¡Pero que se anden con ojo! Ahora son unos privilegiados que están en el Mundial sin pagar, pero como no respondan con resultados, solo podrán permanecer en el Circus a base de talonario (que se lo digan a Tito Rabat que dicen que ha soltado siete cifras para entrar en el Avintia…)

Hay otro caso que es el de Valentino Rossi. En su academia que son 11 o 12 pilotos, no paga nadie; se hace cargo de todo la academia, algunos en su equipo SKY VR46, y otros distribuidos por otros equipos del Mundial. ¿Os imagináis a Márquez o Lorenzo haciendo algo así? O ya no así; la mitad. Yo no me lo imagino, pero sería una bonita manera de devolverle al motociclismo lo mucho que su deporte les ha dado. Ojala algún día y me tapen la boca.

Mucho me temo que por mucho que se escriba sobre esto, nada va a cambiar. Está montado así y es totalmente comprensible ver en el Facebook a los padres y amigos de chavales pilotos quejándose de lo caro que es esto y de las pocas ayudas que hay en este deporte. Y no es solo que haya pocas comparado con otros deportes, es que es tan caro, que aunque las haya, dan para muy poco. Me despido dando un consejo que siempre doy cuando me preguntan sobre esto: disfruta del camino, que si algo tiene que llegar, llegará.