Dani Sáez, nuevo piloto del Team Motorrad para Moto3

Por dentro y por fuera

Al observar el nuevo Elantra, encontramos un diseño moderno con unas líneas atractivas. Pero lo que nos sorprende realmente es el interior. Parece que haya pasado una década entre el Lantra del año pasado y el Elantra del nuevo milenio: ahora todo es lujo, detalles y equipamiento. Ordenador de viaje, acabados mejorados, climatizador de serie, avanzadas medidas de seguridad antes impensables en un Hyundai (al menos de serie)… Definitivamente, corren aires de renovación. Pero no son sólo los detalles y los acabados lo que nos ha sorprendido del Elantra. Al aumentar las medidas exteriores hay más sitio para las piernas en las plazas traseras y, además, contamos con un excelente maletero.

Cómo va

Al conducirlo también hay sorpresas, como el cambio de marchas. ¡Qué diferencia abismal con respecto al antiguo! Ahora la precisión es elevada y los recorridos de la palanca son cortos, obteniendo un notable alto en este apartado.
Sin embargo, el motor no está a la altura del cambio de marchas. Las recuperaciones son lentas y la aceleración perezosa. Si nos fijamos en las cifras, el motor 1.6 ha perdido nueve caballos con respecto al que montaba el predecesor del Elantra.Si la cilindrada es la misma y no se ha ganado en el aspecto del par motor ¿dónde han ido a parar esa parte de la caballería? A corregir uno de los defectos más atacados del antiguo Lantra: el consumo de combustible. Lo cierto es que es difícil mantener un buen nivel de ventas con una oferta basada exclusivamente en dos propulsores de gasolina. Hay que tener en cuenta que estamos en un segmento en el que el diesel suma más de la mitad de las ventas. ¿Solución? Mejorar el rendimiento térmico del 1.6 y buscar unos desarrollos de cambio enfocados a homologar un consumo contenido. El resultado es que para tener un poco de garra nos tendremos que mover por encima de las 4.000 revoluciones siempre, lo que no mejora el consumo. Además, a estos niveles el ruido del motor -que no está muy bien insonorizado- se hace bastante molesto y convierte a la radio en un elemento casi inútil. Otro aspecto en el que no ha mejorado tampoco esta berlina coreana es la estabilidad. La suspensión sigue siendo blanda y el Elantra tiene una marcada tendencia a irse de atrás, haciendo que perdamos la confianza en zonas viradas, donde no podemos tomarnos muchas alegrías. Sin embargo, hay que felicitar a Hyundai por la frenada, uno de los aspectos en los que sí se nota una mejora. Los ingenieros han acertado optando por cuatro frenos de disco con antibloqueo ABS y distribución EBD, que reparte la fuerza de frenada entre el eje delantero y el trasero según sea necesario. En cuanto a habitabilidad, también han ganado los pasajeros.

Veredicto

Ficha técnica y gama

Lo que otros no te cuentan

Más seguro. ABS, EBD, doble airbag con detector de pasajero, cuatro frenos de disco… y todo de serie. ¿Quién ha dicho que Hyundai no cuida la seguridad?

Un lujo desconocido hasta ahora. El interior del Elantra sorprende por lo bien acabado que está y por el alto nivel de equipamiento que se incluye en el precio de salida: ordenador de viaje, climatizador, doble airbag frontal, cuatro elevalunas… no hay queja alguna. Además, todos los mandos se encuentran muy a mano. El volante de cuatro radios es bastante cómodo, aunque resulta un poco fino de aro.

Un maletero realmente aprovechado. El maletero del Elantra tiene una capacidad excelente en esta versión con portón trasero. No obstante, los 800 litros de cubicaje que anuncia Hyundai se nos antojaban exagerados. ¿La respuesta? Para conseguirlos hay que quitar la bandeja cubre-maletero. No obstante, aún sin quitarla, la capacidad del cofre rivaliza con vehículos de un segmento superior, aunque la forma no es muy regular.

Rivales

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