Se avecina un nuevo año duro para Yamaha en MotoGP
La marca nipona evidenció en el Gran Premio de Qatar, el primero de la temporada 2019, una importante falta de velocidad que condicionará su rendimiento a lo largo de la temporada. O reacciona o por tercer año consecutivo no entrará en la puja por el título.
La vida sigue igual para Yamaha. Es la conclusión que se puede extraer tras la disputada de la primera carrera del presente curso. No hizo falta ni esperar al domingo para notar que las motos de Valentino Rossi y Maverick Viñales están a años luz de las Honda y las Ducati. Sin ir más lejos, el catalán puso el velocímetro en 331,6 km/h y el italiano en 329,9, lo que no les situó ni entre los diez primeros en lo que a punta de velocidad se refiere. Y es que Jack Miller (Ducati), líder de esta clasificación, se fue hasta los 347,2. La diferencia lo dice todo.
El mal rendimiento continuó tras los libres y la clasificación, ya que ninguno de los dos pilotos del equipo de fábrica acabó entre los tres primeros. Rossi finalizó quinto y Viñales séptimo, por lo que ya han cedido los primeros puntos con respecto a Andrea Dovizioso (primero) y Marc Márquez (segundo). Dicho de otra manera, los dos representantes de Yamaha parecen, de entrada, descartados de la lucha por la corona. Al margen de los números, las declaraciones de los pilotos presagian también un 2019 para el olvido. El propio Rossi fue contundente ante los medios de comunicación. ‘Estamos igual que el año pasado‘, comentó para resumir la situación actual del equipo.
Tímidas opciones de victoria
Tal vez a una carrera Yamaha pueda ser competitiva pero es un hecho que Rossi puede ir despidiéndose también de la décima antorcha en el presente curso. La situación actual viene de lejos porque la crisis de Yamaha se inició tras el 2016, como se puede ver con el casillero del italiano. Desde entonces, solo ha ganado una carrera: el Gran Premio de Holanda (2017). Por su parte, Viñales no se sube al peldaño más alto del podio desde la cita con el Gran Premio de Australia en 2018.
Con números en la mano, Rossi y Viñales están lejos de ser las opciones más fiables también a una victoria parcial, aunque siempre queda la posibilidad de recurrir al cash out, es decir, a retirar el dinero por adelantado en el momento en que lideren una prueba. Dice la historia que Yamaha puede responder en Termas de Río Hondo, la siguiente cita del campeonato, pero no parece que durante todas las vueltas a tenor de la diferencia con las que hoy con las marcas punteras; de ahí la utilidad de poder obtener beneficios con una apuesta antes de que concluyan todos los giros al circuito argentino en la siguiente parada del Mundial.
Un año más y van tres seguidos, Rossi y Viñales están abocados a vivir a la sombra de Dovizioso y Márquez, sin descartar que en algún momento puntual uno de los dos pueda verse liderando una carrera. Harina de otro costal es que sean competencia real de Márquez por el primer puesto de la general a largo plazo, por mucho que Rossi vislumbre un campeonato más abierto que los anteriores.