Cinco motos con las que soñaban los jóvenes de los 90 para empezar a montar
Con estas cinco motos soñaba la juventud de los años 90 cuando montar en moto era una forma de ganar en libertad de movimientos y salir a descubrir mundo…
Un mundo no muy lejano porque eran ciclomotores y apenas podías separarte unos kilómetros de casa, porque además los padres lo prohibían.
Sin embargo, todos las recordamos con cariño porque fueron capaces de ampliar nuestra experiencia para introducirnos en el mundo de la moto desde la más temprana juventud para ser, ahora, lo que somos.
Yamaha TZR 50
La Yamaha TZR 50 en su versión final es una de las últimas guerreras que aparecieron en nuestro mercado con la intención de emular a sus mayores de la manera más fidedigna posible.
Aparecida durante la primera década del presente siglo, todavía hoy siguen rodando por nuestras carreteras locales con jóvenes que sueñan ser como Fabio Quartararo o Jonathan Rea.
No es de extrañar que sea una de las motos más veloces en las estaciones de ITV sin grandes modificaciones en su motor o desarrollo final.
Algo que pudimos comprobar pocos días atrás en un vídeo que grabó un mecánico durante una prueba de velocidad máxima durante la pertinente inspección, donde la japonesa fue capaz de rebasar los 100 km/h…
Honda NS1 50
Y si la Yamaha TZR 50 fue capaz de calcar la imagen de toda una superbike como la Yamaha YZF-R1, la Honda NS1 50 hizo lo propio derivando de su hermana con motor de 75 cc.
Yamaha adaptó su versión de 75 cc con carnet A1 de entonces al segmento del ciclomotor con gran éxito, por lo que Honda empleó la misma táctica con su Honda NS1 75 para lanzar su hermana gemela con motor de 49 cc.
En aquella época era la réplica de la moto oficial HRC de Sito Pons con estética de las Honda NSR 250 de 2T, modelo este que solo pudimos ver en nuestro país a través de importadores paralelos a los cauces oficiales.
Aprilia RS 50
Aprilia destapó el tarro de las esencias sport con la llegada de sus motos mundialistas cuando estas, en las pequeñas cilindradas de 125 y 250 cc, se alimentaban mediante mezcla de gasolina con aceite.
Fue el mejor caldo de cultivo para lanzar la que sería réplica de las motos más demandadas por los «quemados» de la época, las recordadas Aprilia RS 125 y RS 250.
La Aprilia RS 50 hacía gala de una estética muy parecida a la de sus hermanas contemporáneas, aderezada en su versión inaugural con un precioso basculante monobrazo que soportaba una llanta de tres brazos.
Junto con la Yamaha TZR 50, ha sido una de las más longevas en nuestro país llegando incluso a la pasada década con una más que atractiva versión con escape de salida bajo el colín.
Derbi Senda 49
Las diferentes versiones de la Derbi Senda fueron capaces de mover a poblaciones enteras en el ámbito rural, para hacerlo también en los desplazamientos urbanos a caballo entre el pasado siglo y el actual.
La suerte corrida por la firma gerundense, con idas y venidas en su equilibrio comercial que desembocó en el abandono de la familia Rabassa y su posterior venta al Grupo Piaggio, no cercenó el camino del éxito de este ciclomotor.
Apto tanto para campo como para carretera, fue capaz de eclipsar incluso a las versiones más deportivas y asfálticas de las afamadas Derbi GPR que, sin embargo, no pudieron hacer sombra a las indestructibles y polivalentes Derbi Senda.
Aprilia SR 50
Con el nacimiento de un scooter como el Aprilia SR 50 se tiró por tierra el argumento que aseguraba el hecho de que solo un modelo superventas llegaría a serlo por un precio lo más ajustado posible.
El Aprilia SR 50 no solo demostró que podía comercializarse y venderse con éxito a pesar de contar con una tarifa elevada, sino que además fue capaz de ser uno de los scooter más veloces del mercado… con las consiguientes liberaciones y preparaciones.
Escapes más elaborados y artesanales, carburadores de mayor tamaño con cilindros también «subidos», embragues adaptados a aceleración o velocidad máxima muy superior al modelo original… Un guerrero incluso en competición.
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