Las marcas de motos españolas con más historia
Bultaco, Montesa, Ossa, Derbi, Puch, Sanglas… todos hemos oído estos nombres. Marcas de motos nacidas entre la posguerra española y los años 60 que llegaron a tener importancia mundial y, en algunos casos, hasta a poner el granito de arena en la historia de la moto. ¿Como será el trial actual si no hubiese existido la mítica Sherpa Sammy Miller?
Fue la primera moto de trial específicamente desarrollada para esta especialidad, no una moto preparada a partir de una de calle. ¿Y sin la Cota 247? Leopoldo Milá, el diseñador de la Impala fue el primero en hacer una moto de trial en la que el depósito y el asiento iban en la misma pieza, ahorrando peso y anchura.
Otras son menos conocidas: Róvena, la «segunda marca» de Sanglas, que con los mismos chasis hacia motos de 2T muy bien consideradas. Ducati Mototrans, fabricante de las Ducati españolas, que también las hubo. O Guzzi Motor Hispania: la marca sevillana que no pasa ahora por su mejor momento fue uno de los fabricantes más importantes del país, con aquellas Guzzi 49 y 65 que durante años fueron el vehículo más popular en gran parte de nuestra geografía.
Moto Vespa, de Madrid, también tiene su peso en la motorización española; MV Agusta, la marca que fabricó primero Avello en Asturias, que a principios de los 70 cambia de marca y se «pasa» a Puch. Para mucha gente no tienen, ninguna de ellas, el «carisma» o el peso histórico de marcas como Harley-Davidson, Norton, Triumph, Royal Enfield u otras marcas internacionales de renombre.
Nuestra motos fueron siempre más ligeras y pequeñas, pero en muchos casos más eficientes e incluso rápidas y deportivas: ¿Cuántas «grandes» no se han «zampado» las Metralla MK2?
Para nosotros, igual que para mucha otra gente, sin embargo, estas motos forman parte de nuestra cultura motociclista; parte de nuestro pasado y nos hacen ser como somos sobre la moto. Y por ello, el mercado de motos clásicas está en alza en España.
Somos un país con menos tradición en esto, está claro. Cuando ingleses, franceses o italianos guardaban como joyas y restauraban sus antigüedades, en los años 60, 70 y 80, aquí tirábamos al desguace Bultaco, Montesa, Derbi o Iso, como si no valiesen nada.
Gracias a Dios, eso ha cambiado y hoy día cada vez se ven más motos «viejas» perfectamente adecentadas y circulando por la calle. Si eres de Barcelona, segurametne la ciudad con más cultura de moto de la península, esto no te sorprenderá; y estarás acostumbrada a ver la ciudad Condal llena de Montesa Impala circulando a diario.
De hecho, últimamente se han disparado los precios de las versiones 125 cc de esta moto. Y es lógico: si con mi carnet no puedo llevar una moto mayor, al menos, que sea elegante, eficaz y una joya histórica..