Prueba Zero SR: Referencia absoluta
La Zero SR sirve, entre otras cosas, de perfecto «termómetro» del estado de la tecnología eléctrica en el actual universo de las dos ruedas. ¿Quieres saber en qué punto se encuentra ese proceso de electrificación de la moto? Probar una Zero te da una idea muy aproximada de la situación real. Aquello que se suele decir que las motos eléctricas son el futuro resulta más que probable. Otra cosa diferente es cómo vamos a adaptar esa electricidad a la moto: ¿con baterías de litio, baterías de otro tipo o hidrógeno? ¿Aparecerán otras soluciones? Difícil de pronosticar.
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Sin embargo, hoy día son esas baterías de litio las que conforman el presente de las motos eléctricas. Y dentro de esa tecnología, junto con la famosa Harley-Davidson Livewire o las Enérgica (la marca italiana de deportiva que surte las parrillas del mundial MotoE), sin duda es Zero la marca referente. Dentro de la gama de este constructor californiano, las SR componen la gama más alta, familia compuesta por las SR, SR/F y SR/S, de las que la primera, la que probamos aquí, es el modelo de acceso. De ahí mi comentario sobre lo idóneo de probar este modelo y analizar a qué nivel real está esta tecnología de la moto eléctrica con baterías y cómo de cerca está de ser una sustituta real de la gasolina. Te voy a adelantar algo que seguramente ya supondrás: esta tecnología avanza deprisa y mejora a pasos agigantados, pero no es todavía directamente comparable al motor de combustión interna.
Estéticamente la moto convence. Además es cómoda y agradable. Se ve bien terminada y los componentes son de gran calidad. Pesa bastante si lees la ficha técnica, pero como suele ocurrir con las motos eléctricas, es muy abajo donde está el peso y no lo notas tanto en marcha. De hecho, parece más una moto «media» que una moto grande… hasta que en marcha abres gas en modo Sport. Entonces deja claro que la cantidad de par disponible (166 Nm en versión estándar; 190 en versión mejorada), está accesible a muy pocas motos de gasolina. ¡Qué divertido!
CÓMO ES LA ZERO SR
Hace más de 15 años que Zero fabrica motos eléctricas. Por tanto, es una de las más veteranas en esta materia, y no solo está muy viva, sino que no cesa de crecer y cada día es más grande, lo que demuestra que han hecho las cosas bien. En la práctica, la moto está muy bien hecha y pensada con lógica en todos esos detalles que la separan de una moto de gasolina. Por ejemplo, ¿utilizamos de alguna manera el espacio que queda libre de la maneta de embrague? No, si quieres que se sienta como una moto grande normal, tendrá que tener el freno trasero de pedal y no como un scooter, ¿verdad?
La Zero SR se construye partiendo de un chasis multitubular bastante clásico. A través del enrejado ves la batería, en la posición en que en una moto de gasolina estaría el propulsor. Este, el motor eléctrico de la Zero, va situado detrás de la batería, conectado a la rueda trasera a través de una correa dentada. Tanto el motor, como el pack de baterías o la electrónica es de altísima calidad y de lo mejor que puedes encontrar en el mercado. Del motor, denominado Z-Force 75-10, Zero dice que tiene «eficiencia térmica mejorada mediante refrigeración pasiva por aire». O lo que es lo mismo, que lleva aleteado para enfriar el motor. Consigue 54 CV de forma continua, con puntas de 74 CV y un par de 166 Nm, lo que hace que sea un modelo únicamente válido para el carnet A.
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Y a su lado encontramos una de las originalidades de Zero: esta última generación SR equipa un sistema operativo llamado Cypher IIL+. Por supuesto, como no podía ser menos, puedes conectar la moto al móvil para las funciones clásicas de información y demás. Pero en este caso puedes acceder a través de esta app a una «tienda online» de mejoras para tu moto. Así, la moto viene, por ejemplo, sin posibilidad de mandar órdenes de navegación al cuadro o sin la función «parking» que permite mover la moto con su motor a baja velocidad hacia delante y hacia atrás. Esas funciones las desbloqueas comprándolas en esa tienda. Esas funciones valen 195 € cada una. Pero hay más: al mismo precio sale un acelerador de carga que permite un 10% más de velocidad de carga. Puedes también comprar una extensión de la autonomía, de un 20%, pero esto ya tiene otro precio: 2.230 €. Y la mejor de todas (que requiere que pases por el concesionario) es un pack de aumento del rendimiento que hace que tu SR alcance 113 CV de potencia y 189 Nm de par, con un control de tracción mejorado (MSC de Bosch) y un aumento importante de la velocidad punta oficial, pasando de 160 km/h a 200 km/h. Esta mejora supone 1.825 €.
La parte ciclo está bien calculada para sus prestaciones. Los frenos están encomendados a JJuan, marca española que proporciona dos discos delanteros de 320 mm con pinzas de anclaje radial y una bomba también radial. Detrás lo acompaña otro disco y la verdad, para una moto que en alguno de sus modos retiene poco, resultan suficientes y con buen tacto. Las suspensiones las firma Showa, con una horquilla invertida de 43 mm y un amortiguador trasero de botella separada, montado en cantilever lateral sin bieletas, siendo ambos tenes completamente regulables. Para rematar, la moto viene con unos excelentes Pirelli Diablo Rosso III en llantas de 17″ y medidas de deportiva. Con todo, no es una moto muy grande, con 1.450 mm entre ejes, el asiento a 787 mm y un peso total (y en este caso no varía entre seco o lleno) de 222 kg.
En lo que sería el depósito tienes un hueco que se abre con llave desde el lado izquierdo. Dentro no cabe un casco ni mucho menos, pero sí cosas como los dos cables de los que disponíamos; el de carga en casa (unas 4 horas tarda la carga completa, siendo algo ruidoso) y otro especial para cargadores en la calle. Se conecta en otra tapa por detrás de esa guantera y necesitas tener la llave en el contacto para desenchufarla, de forma que evita que algún gracioso lo desenchufe o, lo que es peor, se lleve el cable.
El cuadro es un TFT con cambio de fondo en función de la luz automático. Puedes modificar la información que te ofrece. Y las piñas, aunque correctas, son más propias de motos de baja cilindrada que de una moto de este precio. No me entiendas mal: funcionan bien y son plásticos de calidad. Pero son las típicas que puedes ver en modelos 125 o 300 monocilíndricos.
PRECIOS Y RIVALES DE LA ZERO SR
El mercado de la moto eléctrica crece y con él, las marcas que ofrecen sus vehículos. Pero lo cierto es que es una tecnología curiosa: cualquiera puede hacer una moto pequeña, comprando casi todos los componentes sin mayor problema, pero muy pocos fabricantes pueden acceder a la tecnología necesaria para hacer una moto grande que funcione aceptablemente, que sea segura, de calidad y a un precio más o menos razonable. De hecho, cada día salen nuevas marcas que ofrecen scooters, ciclomotores eléctricos e incluso motos equivalentes a 125 cc que, en la práctica, al final no siempre cumplen con lo mínimo exigible. Esto no ocurre con las motos grandes.
Si buscas una moto para los carnets A o A2 de esta tecnología tienes pocas opciones donde elegir todavía. Salen de cuando en cuando noticias sobre alguna marca que va a revolucionar el panorama de la moto eléctrica, pero normalmente se queda en eso, en la noticia. Zero es la que lleva más años en esto, a la que se suma Enérgica, firma italiana con un catálogo cada vez más amplio y no solo restringido a deportivas. Y no, no me olvido de Harley-Davidson y su Livewire, pero con sus más de 30.000 € de precio se separa bastante de esta SR de Zero. También hay que mencionar a la novedosa Soriano. La antigua marca española de los años 40 y 50, renacida en Italia como marca Premium, hace una espectacular Giaguaro V1-S de 80 CV, aunque también por encima de los 30.000 €.
Asi las cosas, es la Enérgica la única rival real de esta Zero SR. Dentro del catálogo de Enérgica es la Eva Esseesse 9 la naked que puede asemejarse más a la SR. En el caso de la Zero SR los precios parten de los 19.720 € a los que puedes sumar (aparte de las compras a través de la app que ya hemos visto) un Power Tank que aumenta aún más la autonomía o un cargador rápido (3.569 € el primero y 3.025 € el segundo). En la italiana el precio base es de 19.990 € y tienes también opciones para mayor autonomía y accesorios suficientes como para doblar la factura si quieres.
CÓMO VA LA ZERO SR
Te decía antes que, efectivamente, es una tecnología a la que le falta todavía un poco para de verdad ser comparable a la gasolina. Y eso lleva a que si hablamos de motos eléctricas grandes debes, y nunca mejor dicho, «cambiar el chip». Vamos con la pregunta del millón: ¿me lo paso igual de bien con la Zero que con una naked sport de gasolina? La respuesta es sí. Pero en menos tiempo. De hecho, es curioso, porque acelera como muy pocas motos de gasolina. Si quieres sentir la misma capacidad de aceleración vas a tener que gastarte como poco lo mismo que cuesta esta Zero en una de las naked más potentes del mercado. Pero si te lo gastas, obviamente, no tendrás problemas de autonomía. Y si quieres tener una autonomía similar a la de gasolina o al menos cercana (independientemente de que el repostaje siga siendo un problema), entonces vas a tener que irte a esas opciones de más de 30.000 € en esta misma marca o en Enérgica. Con la Harley-Davidson, tampoco.
Nuestra Zero SR es la básica de la gama superior. Eso implica portar la batería ZF 14.4+, lo que se refleja en datos oficiales de autonomía de hasta 251 km. Pero lee los datos bien: en ciudad. En la vida real no le hemos sacado más de 110 Km. Puede ser suficiente si lo que quieres es una moto para dar una vuelta y poco más o si la vas a usar en ciudad, donde seguro que te acercas a los 150 km de autonomía. Pero es que, además, en nuestro caso sí lleva la actualización de potencia, por lo que anda más que la normal. No obstante, eso seguro que no es lo mejor si lo que te preocupa es la autonomía: si la estándar pasa un poco de los 160 km/h, esta supera por muy poco los 200 km/h y el aumento de par supone también una mejora de la aceleración.
En el uso diario la moto es sencilla y fácil de utilizar. Arrancas simplemente dando el contacto con una llave estándar en la posición habitual, por debajo del cuadro. Recoges la pata lateral y aquí no hay más botones de seguridad ni otros procedimientos. A partir de aquí, si abres el acelerador, sale andando. Tienes varios modos de funcionamiento: Eco, Standard, Sport y Rain más uno que configuras tú como desees y que incluso bautizas con el nombre que quieras. En modo estándar corre mucho y acelera bien, regenerando un poco cuando cortas gas. En modo Sport regenera menos ¡y acelera una absoluta barbaridad! En modo Eco se limita a 120 km/h, acelera bien, pero con suavidad y regenera bastante más.
En conjunto es agradable de usar en el día a día. Es una moto cómoda, con una posición sport bastante natural y neutra, con buen asiento y mandos y reposapiés en buen sitio. No pesa y con mi 1,65 se llega muy bien al suelo y se maneja muy bien. En ese uso diario, la moto es agradable y fácil. Como te digo se maniobra bien con ella y ese peso, elevado en cifra, pero bajo en posición, hace que la moto se sienta más bien como una naked media que como una moto grande. No gira mal, sin ser precisamente una moto de trial. Pero es ágil y maniobrable, no excesivamente ancha y cómoda.
Si sales a la carreteras de curvas es una moto divertida, pero debes llevar un ojo en esa cifra de autonomía que va continuamente encendida en el cuadro y que se lee bien. En función del ritmo esta autonomía puede bajar deprisa: la moto es adictiva en cuanto a aceleraciones y ello perjudica tu capacidad de llegar lejos.
Frena francamente bien y se regula perfectamente la cantidad de frenada que quieres aplicar. El chasis y la parte ciclo, con sus neumáticos Pirelli, hacen que la moto se pueda llevar muy deprisa y que te lo pases más que bien. El control de tracción tiene dos posiciones que puedes cambiar (Road y Sport) para que sea más o menos intrusivo, e incluso puedes desconectarlo. Pero eso es algo que si normalmente en motos grandes es desaconsejable salvo en situaciones muy especiales, en esta Zero, con sus más de 180 Nm de par, debería estar prohibido: no te quepa duda que si lo apagas y abres gas a la salida de una curva con demasiada decisión en modo Sport, te puede «sacar por orejas» a pesar de sus neumáticos de primer nivel.
LO MEJOR
-Aceleraciones espectaculares
-Comportamiento en toda circunstancia
-Imagen de moto muy exclusiva
MEJORARÍA
-Autonomía
-Piñas de mayor nivel
-Ruido en modo carga
ASÍ VEMOS LA ZERO SR
En carretera: 4
En ciudad: 4
Pasajero: 3
Confort: 4
Equipamiento: 4
Autovía: 2
(Puntuación de 1 a 5)
Insisto en que tienes que cambiar el chip. Si buscas una moto con la que vas a rodar en curvas, salir de viaje y otros días ir al trabajo, cambia de idea y mira a ver qué encuentras que vaya con gasolina. Si te gusta la tecnología punta y te interesa el mundillo de lo eléctrico y ver hasta dónde eres capaz de llegar con ella (hay gente muy apasionada en este tema), esta es una gran moto. La Zero SR no es barata ni tiene una autonomía descomunal, mejorable a base de opciones, pero ese rato que tienes «electrones» en el “depósito”, desde luego, es una magnífica moto, con un comportamiento muy elevado y una capacidad de acelerar impresionante. Además, frena y se tiene, con lo que dispones de una auténtica «máquina de divertirte» en curvas, con esa respuesta instantánea única del motor eléctrico y ese silencio casi absoluto de este tipo de motores.
En la autovía deberías mantener tus ansias y mantener un ritmo adecuado. Es capaz de más, pero «se bebe» la autonomía; por cierto, tiene un control de crucero en un único botón. Funciona bien, pero no es fácil de controlar la velocidad justa que quieres. Y en ciudad es una moto agradable, más que una moto grande normal, y ahí sí puede ser una buena opción, aunque no precisamente barata.
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