Prueba Zero DSR Black Forest: Eco-Tourer

Con constantes rumores sobre el desembarco de grandes marcas en el terreno de las motos eléctricas de carretera, como Harley-Davidson, Indian, Ducati, Honda, BMW (hasta ahora restringida a los scooters) o KTM (exclusivamente dirigida al campo con la Freeride E-XC), lo cierto es que solo la estadounidense Zero comercializa en la actualidad modelos de este corte. Y un dato relevante es que su crecimiento en Europa es superior al conseguido en EE.UU.

De ahí que su novedad 2018 sea un modelo que se vende únicamente en Europa. Se trata de la Zero DSR ZF 14.4 Black Forest Edition, toda una trail de tipo «adventure», pero caracterizada por su motor eléctrico. Se fabricarán menos de 100 unidades y, como buena eléctrica, el único mantenimiento es cambiar neumáticos y pastillas de frenos, mientras que la correa de transmisión se debe cambiar cada 40.000 km.

Esta nueva edición Black Forest es una edición derivada de la Zero DSR nacida en 2016. Con este modelo realicé un viaje durante una semana por el norte de California hace un par de años, demostrando que sí se puede viajar con una moto eléctrica. Fue un recorrido de 1.500 km en seis días y nunca me quedé sin carga. Además, disfruté de su radical aceleración y me sorprendió una manejabilidad que, francamente, no esperaba. Ahora bien, debes planificar muy bien tus puntos de recarga.

Equipada para la aventura

El nuevo modelo es un paso adelante definitivo en términos de uso rutero. Ofrece muchas más capacidad gracias a su equipo Givi de maletas y baúl de aluminio. También añade una pantalla de la misma marca italiana que aumenta el confort en marcha gracias a su protección, sobre todo en mi caso (1.80 m de altura) y que no provoca excesivo ruido. También se ha rediseñado el asiento, ahora con más espacio útil para el pasajero, los protectores de puños y el manillar, que ofrece una posición más relajada y menos erguida. A ello se suma un juego de doble LED auxiliares y una parrilla protectora del faro delantero.

Los neumáticos son Pirelli MT60, de 19″ delante y 17″ detrás, con excelente agarre tanto en asfalto como en off road, sin resultar demasiado ruidosos sobre «lo negro», un detalle muy importante dado que la Zero es capaz de alcanzar los 165 km/h con su silencioso motor.

He tenido el privilegio de probar cada generación de modelos Zero durante los últimos ocho años, así que soy consciente de las evoluciones realizadas por sus ingenieros en cada versión. Un paso definitivo lo supuso la introducción del motor Z-Force IPM sin escobillas en 2016, unido al desarrollo de su propio sistema de baterías (las celdas son importadas), lo que se tradujo en un incremento notable de prestaciones y autonomía. En resumen, generan menos calor, éste se disipa de forma más rápida para una superior eficiencia en su funcionamiento, y las inercias rotacionales de elementos en movimiento son menores, lo que redunda en una respuesta más adecuada como si estuviésemos hablando de un cigüeñal más ligero, capaz de girar más rápido, en un motor de combustión interna.

Baterías de vanguardia

Dichas baterías se consideran las más avanzadas en la industria de la automoción mundial, más incluso que las presentes en los coches Tesla. Se ofrece una garantía de cinco años y aseguran una autonomía en ciudad entorno a 260 km, 125 km en autovía entorno a 110 km/h. Para que te hagas una idea, su dato de par máximo de 157 Nm es superior incluso a los 133 Nm que otorga una Kawasaki H2, y lo hace desde la primera rpm del motor. La potencia asciende a 70 CV a 5.300 rpm, 3 CV más que en la versión 2017. En conjunto, una moto muy válida para la vida real.

Dispone de tres mapas de motor, con un Eco que limita la velocidad máxima a unos 112 km/h, restringe la aceleración y maximiza la acción del freno regenerativo (se puede modificar con el móvil), un Sport para respuesta más deportiva y sin acción del freno regenerativo, y un Custom personalizable con la app de Zero.

Los frenos están firmados por la firma española J.Juan y hacen muy bien su trabajo. Para rodar acompañado sería aconsejable añadir un segundo disco frontal, sobre todo si, además, llevas todas las maletas bien cargadas. Por ahora, no se encuentra disponible ni siquiera como opción. Otro punto a mejorar es un caballete muy corto, algo delicado cuando vas muy cargado. Por el contrario, el asiento de 843 mm de altura es muy confortable.

Si tengo que añadir otro detalle a mejorar incluiría la suspensión trasera. Mientras que la horquilla Showa con barras de 41 mm trabaja bien sobre asfalto bacheado, el trasero resulta demasiado blando, quizá buscando un compromiso entre conducción en solitario y a dúo con carga. Showa dispone de unidades con pomo para ajustar la precarga trasera, y aquí sería muy adecuado instalarlo. Ya de paso, incluiría un control de crucero y un indicador de temperatura ambiente. También puños calefactables, pero no sé cómo incluiría en su autonomía.

Menos cansada que una moto de motor convencional

Hay que destacar que conducir una moto eléctrica es mucho menos cansado que una equivalente con motor de combustión. La ausencia de ruido, vibraciones y calor es una diferencia notable cuando estás todo el día en ruta. Además, no tienes que accionar un embrague ni cambiar de marchas, lo que es perfecto en ciudad. ¿Y lo barato que resulta repostar?

Con la Black Forest, si ruedas tú solo puedes hacer una frenada de emergencia sin que el sistema Bosch 9 permita que la rueda delantera se bloquee en ningún momento. Así puedes hacer la fuerza que tú quieras para detenerla en un espacio muy reducido, teniendo en cuenta que es una moto bastante pesada (si la versión estándar pesa 210 kg, la Black Forest con maletas, etc, debes añadir unos 10 kg).

Ayuda también el nivel de freno regenerativo seleccionado. Dispone de dos modos: uno cuando cierras el acelerador y actúa como un residual freno motor, mostrándose su intervención en la instrumentación; y otro que entra en acción cuando detecta que se utiliza cualquiera de los mandos de freno, ya sea la maneta derecha o el pie (no emplea la maneta izquierda como los scooters). Con el teléfono móvil puedes adaptar ese nivel de freno regenerativo o mediante el modo de respuesta Custom. Es lógico que el teléfono tenga su sitio reservado en el manillar en esta Zero.

El desarrollo de las motos eléctricas es imparable. Si no, observa tu teléfono móvil y compáralo con lo que había hace apenas ocho años, por no hablar de lo que nos esperará dentro de dos décadas. Las Zero son actualmente las motos eléctricas más avanzadas pero, sobre todo, alternativas reales a las motos con propulsor de combustión interna. Motos para todo.