Vídeo: Prueba Yamaha TMAX 2022
El Yamaha TMAX 2022 es el cúlmen de veinte años de historia del «rey de los scooters». Fue en 2001 cuando Yamaha presentó un invento totalmente nuevo que a muchos nos hizo levantar la ceja en señal de desconfianza: ¿Un scooter con motor central de dos cilindros y geometrías de moto-moto? Todo sonaba muy extraño. ¿Tendría éxito? Vaya si lo tuvo.
Recuerdo las sensaciones que tuve cuando probé aquellas primeras unidades del Yamaha TMAX. Resultó que era divertido, muy rápido y con una estabilidad muy superior a la de cualquier scooter de la época. Frenaba lo justo, con su único disco delantero, más de 200 kg y una velocidad máxima a la que ningún scooter de serie había llegado jamás. En ciudad no convencía tanto. Era un scooter y el cambio por variador lo hacía cómodo, pero la diferencia de tamaño y peso con un scooter normal era muy considerable.
La cosa cambió con la tercera generación. Se pasó del chasis en tubo de acero a un nuevo monocasco en aluminio que mejoraba las sensaciones al manillar y que consiguió una mayor compacidad de carrocería. Era así mucho mejor en ciudad y en la carretera, porque andaba más que nunca, con mayor estabilidad, mejores suspensiones y dos frenos de disco delanteros respecto a la generación anterior. Años después evolucionó desde 500 a 530, lo que significó más par, mejor respuesta y superior equipamiento. Y cada evolución del 530 supuso más personalidad Premium.
En la evolución Yamaha TMAX 530 en la que se introdujo la consola con dos botones en la punta delantera del asiento, convenció menos a los que, como yo, medimos menos de 1,75 m. Te obligaba a sentarte más atrás, donde el scooter se ensancha, haciendo que llegues peor al suelo y restándole esa manejabilidad en la ciudad que se había conseguido y mantenido desde la introducción del chasis de aluminio. Tiene su importancia esta puntualización, luego verás por qué.
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En 2020 el Yamaha TMAX aumenta de cilindrada por segunda vez en su historia. Nació así el Yamaha TMAX 560, logrando que las restricciones impuestas por las sucesivas normas Euro no afectasen a su rendimiento ni prestaciones, incluso que aumentasen, al tiempo, la sensación de scooter Premium que a todo Yamaha TMAX ya debe acompañar para siempre. En 2022 llega la primera evolución en esta cilindrada, la octava generación de un scooter que no solo ha sido la referencia absoluta entre este tipo de vehículos, sino que además ha sabido evolucionar, luchar y superar a todos los rivales que se ha encontrado en su camino, con una lista de modelos ya desaparecidos como los Suzuki Burgman 650, SYM Maxsym 600, Honda Silver Wing 600 o BMW C 650.
Solo KYMCO mantiene desde el pasado la apuesta en su territorio con un AK 550 que espera en breve su última evolución ST, ya que en este primer tercio de 2022 no se encuentra ningún modelo AK 550 en su catálogo. Exactamente el mismo caso nos encontramos con el SYM Maxsym TL 500, el último lanzamiento en liza de este segmento. En 2022 ya no se comercializa esta versión en espera de la edición TL 508 que la sustituirá. Y, por supuesto, en su radio de acción encontramos el Honda Forza 750, en su caso con un concepto propio GT y cambio DCT que le otorgan una personalidad diferente que el Yamaha TMAX.
CÓMO ES EL YAMAHA TMAX 2022
Es muy difícil superar el diseño del Yamaha TMAX. Se trata de un concepto que se mostró ya acertado en su primera aparición, hace más de 20 años y que, sin perder jamás de vista los elementos que lo convirtieron en un éxito, se ha ido perfeccionando y adaptando a los tiempos a lo largo de toda esa historia. El Yamaha TMAX 2022 sigue por ese camino.
En 2022 no tocaba una gran revisión de un scooter que solo hace dos años que evolucionó. Pero hay que afirmar que le han sentado bien los cambios. Vuelve a ser tan bueno como siempre en la carretera, mejora en manejabilidad y resulta más Premium que nunca, sobre todo en su versión Tech Max.
Mecánicamente no hay cambios, empleando el mismo chasis monocasco en aluminio del modelo anterior, con idéntico motor bicilíndrico en línea bajo los pies del piloto dotado de cigüeñal calado a 360º y pistón alternativo como mecanismo anti-vibraciones. Pero una vez más se han retocado elementos para optimizar la experiencia de subirte al Yamaha TMAX. Así encontramos nuevos reglajes de suspensiones, más deportivos, pero sin perder comodidad. Por otro lado, era complicado mejorar el agarre, sencillamente porque es difícil exigirle más.
En cuanto al motor, es la versión Euro 5 del bicilíndrico que aumentó a 560 cc y que entrega los 47 CV (35 kW más exactamente) en el máximo legal para el carné A2, a un régimen de giro de 7.500 rpm con un par máximo de 55,7 Nm a 5.250 rpm. Como en las versiones anteriores cuenta con transmisión CVT conectado a un embrague multidisco centrífugo, todo ello en el cárter, del que sale una correa dentada que manda la potencia a la rueda trasera. Incorpora un nuevo sistema de acelerador electrónico que conecta directamente el puño a la centralita y de ahí, en lugar de cables y poleas, trasladas las órdenes electrónicas a las mariposas. El resultado es un tacto perfecto.
Otro cambio que también afecta a la parte técnica son las nuevas llantas «spin forged». Este sistema que emplea Yamaha en otras motos deportivas consigue paredes más finas e igual de resistentes, de forma que resultan más ligeras y, con ello, se reduce el peso no suspendido para un mejor tacto en la conducción. En concreto, según datos de la marca, se ha reducido el momento de inercia un 10% en el tren delantero y un 6% en el trasero.
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Se añade una carrocería con líneas evolucionadas, formas de faros y piloto trasero ahora diferentes, y nueva cúpula regulable en las dos versiones que ahora componen la gama, TMAX y TMAX Tech Max. En el primero se necesita herramienta y en el segundo se recurre a un sistema eléctrico. A todo esto se suma una nueva pantalla TFT en color, algo que ya pedía a gritos el modelo anterior y que por fin ha llegado. Dispone de tres visualizaciones a elegir (muy similares entre sí) y es capaz de conectarse al móvil y al navegador, a través de una app específica. En este caso manda el mapa de navegación completo al TFT. Se trata de un sistema de Garmin muy eficaz, pero que requiere estar suscrito al servicio de esta empresa.
También se han rediseñado los mandos. Ha desaparecido la consola de la punta del asiento y ahora ocupa ese espacio un tapón de gasolina, tipo moto, con cerradura electrónica a través de la llave de proximidad. Cuando quitas el contacto te da un tiempo para abrirlo simplemente tirando de la pestaña superior. Después se bloquea. También los botones de contacto y bloqueo de dirección han cambiado y van en el centro del contraescudo, con una utilización más simple.
Se ha mantenido en el Yamaha TMAX Tech Max el útil sistema que inmoviliza el caballete central cuando bloqueas la dirección, impidiendo que alguien lo baje de forma «no autorizada». Con la piña izquierda controlas casi todo. Un “joystick” y un par de teclas te permiten pasar por el menú rotativo que aparece en la parte baja del TFT y elegir qué funciones quieres modificar, de forma sencilla e intuitiva. Para cambiar entre los dos modos de motor, T y S, puedes hacerlo también desde la piña derecha, más rápido. En la práctica, entre ellos solo aprecias una ligera diferencia a la hora de acelerar.
La posición de conducción ha cambiado, siendo algo más -muy ligeramente- inclinada hacia delante. Un nuevo manillar de aluminio forjado, asiento más largo y con respaldo ajustable sin herramientas y plataformas para los pies más alargadas también cambian como lo sientes. De hecho, como antes te he adelantado, vuelve a ser un scooter accesible y cómodo con mis 1,65 m incluso a la hora de maniobrar. Y, como siempre, el asiento se abre hacia atrás y dentro cabe un casco integral y alguna cosa más.
CÓMO VA EL YAMAHA TMAX 2022
Yamaha emplea el eslogan «Nothing but the TMAX» para este lanzamiento. Se puede traducir algo así como «nada como el TMAX». Y es cierto, no hay nada como un TMAX. Hace referencia a esa sensación Premium, a sus prestaciones, equipamiento y, sobre todo, filosofía sport. Cada una de las evoluciones de este scooter ha ido creciendo en ese sentido, perfeccionando el concepto. Y en esta ocasión vuelve a repetirse.
Estéticamente sigue manteniendo las líneas generales, con dos faros agresivos, líneas afiladas y esta vez un «boomerang» (esa moldura central principal que le da una silueta similar al instrumento australiano) más difuminado. Se añade una zaga afilada, con un escape grande y hacia arriba, completando con una excelente combinación entre lo lujoso y lo deportivo que entra por los ojos.
Dispone de una interesante gama de colores. Se recupera el amarillo de las primeras versiones que le da un toque deportivo especial y un elegante gris «Dark Petrol» con llantas doradas muy elegante, entre otros. Y las novedades de equipamiento son sobresalientes. El manillar, la pantalla TFT y los nuevos mandos dan más sensación de estar sobre un vehículo de gama alta.
Te subes y descubres que en efecto se ha ganado en comodidad, sobre todo si no eres muy alto, porque se llega mejor al suelo. Das al contacto con el botón del centro bajo el manillar, enciende la pantalla y se prepara para arrancar. El sonido es el clásico de este scooter, grave, ronco, con una personalidad única. Una firma sonora que reconoces en la distancia. No hay vibraciones y todo resulta muy cercano a la perfección. Solo la capacidad de carga es la gran tarea pendiente del Yamaha TMAX, sobre todo cuando estás acostumbrado a moverte en ciudad con scooters “no maxis” con elevado volumen de carga.
Simplemente hay que abrir gas para salir. El tacto del acelerador es ideal. Hay la holgura justa y necesaria, y el muelle idóneo para que cierre y retorne sin que cueste abrirlo de nuevo. Por supuesto las manetas son regulables y eso ayuda a buscar un tacto perfecto de frenos. Estos se muestran suaves, sin ese mordiente agresivo de las motos deportivas. No requiere esfuerzo ninguno frenar tanto como quieras, con un ABS que no molesta en absoluto ni siquiera en conducción deportiva. Igual ocurre con el control de tracción desconectable: ni lo notas, salvo necesidad. Y en ese caso es discreto y sin tirones.
Los dos mapas de gestión del motor, T y S (que puedes traducir como «touring» y «sport»), exhiben solo una ligera diferencia entre ellos en mitad de recorrido del cuentavueltas. Toda esa información, más la que es capaz de darte a través del teléfono en cuanto a navegación, llamadas, mensajes y demás, se muestra de forma clara en la nueva instrumentación TFT de buen diseño. Se controla todo mediante el “joystick” y los botones de la piña izquierda de forma muy intuitiva y fácil de aprender. Ahora bien, debes descargar la app y llevar el móvil conectado, cosa que puedes hacer de forma inalámbrica o a través de cable, en la guantera de la derecha, con enchufe USB y una zona específica para el móvil. Desde el cuadro y la piña controlas también la altura de la cúpula en el Tech Max, por ejemplo, el cual añade como plus un control de crucero.
Gira bien, como siempre, y se hace menos «grande» sobre el asiento que a la vista. El nuevo asiento y carrocería permiten llegar mejor al suelo y eso se agradece a la hora de llevarlo en la ciudad, donde resulta más sencillo que en el anterior meterte por los huecos. Parece que hay más espacio entre las rodillas y el manillar que en versiones anteriores, un punto que en aquellos primeros 530 fue crítico y se ha mejorado. Según Yamaha, ahora vas más inclinado hacia delante y con el nuevo manillar más abajo. Sinceramente, la diferencia es mínima.
En la carretera anda tan bien como siempre. El motor 560 tiene una respuesta suave pero contundente y siempre, hasta alta velocidad, hay potencia disponible para acelerar un poco más. Con una estabilidad impecable, buena transmisión de sensaciones desde las ruedas al piloto, el Yamaha TMAX sigue siendo muy divertido de llevar, tan efectivo como una deportiva, rápido cambiando de dirección y muy preciso para pisar justo por donde quieres. Tienes todo lo mejor que cualquiera de los siete Yamaha TMAX anteriores han ofrecido y suma un poco más de todo. Ahora es “max” TMAX que nunca, una vez más.
LO MEJOR
- Premium con prestaciones y comportamiento perfecto
- Más cómodo y ágil
- Pantalla TFT y nuevo equipamiento
MEJORARÍA
- Regulación de espejos incómoda
- Capacidad de carga limitada
ASÍ VEMOS EL YAMAHA TMAX 2022
- En carretera: 5
- En ciudad: 4
- Pasajero: 4
- Confort: 5
- Equipamiento: 5
- Autovía: 5
(Puntuación de 1 a 5)
Hay ocasiones que los eslogan de las marcas son exagerados. No es el caso. No hay nada más allá que un Yamaha TMAX si lo que buscas es un maxiscooter deportivo. Y el actual 2022 supera a sus predecesores. Cada vez mejor equipado y más exclusivo, siempre efectivo y divertido de llevar, es un scooter muy cómodo tanto para uno como para dos, rápido en la carretera y en la autovía, muy estable y noble, con una capacidades en la ciudad cercanas a las de cualquier scooter medio, solo que con mejor respuesta de motor y chasis. El Yamaha TMAX 2022 se erige como un scooter líder que no ha dejado de evolucionar durante los últimos 20 años para demostrar aquello de “quien da primero, da dos veces”.
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