
Yamaha XSR700 Legacy: vuelta de tuerca scrambler
Yamaha convierte su XSR700 al estilo scrambler con la nueva Legacy, que retoma el aire retro y desenfadado de la ya conocida XSR 125 Legacy.
Lo retro sigue estando de moda. Marcas europeas como Triumph, Moto Guzzi, BMW o Ducati no han dudado en recuperar nombres y formas pretéritas con mecánicas absolutamente nuevas, creando así este segmento de mercado de lo retro. Los japoneses han sido más reticentes y han sido más partidarios no de recuperar sin más antiguos modelos (salvo casos muy concretos), sino de retocar estéticamente sus modelos más actuales para otorgarles una apariencia retro. En el caso de Yamaha, con su gama XSR han partido de las exitosas MT y una estética clásica que, sin rememorar modelos concretos, sí suponen todo un homenaje a la ya larga historia de la marca de los diapasones cruzados.
Yamaha convierte su XSR700 al estilo scrambler con la nueva Legacy, que retoma el aire retro y desenfadado de la ya conocida XSR 125 Legacy.
Personalidad, carácter y una dosis de romanticismo… Así son las motos retro, independientemente de la cilindrada o el tipo de motor. Si te gusta lo clásico, seguro que te identificarás con cualquiera de ellas.
Yamaha continúa con la corriente Faster Sons actualizando las XSR700 y XTribute con nuevos colores y frontal renovado.
Para desarrollar la Yamaha XSR 700 se parte de una buena base mecánica, la de la MT-07. Un estilo de diseño inconfun-diblemente Yamaha efectivamente recuerda algunos modelos históricos de la marca, todo ello a un precio muy razonable para una moto que ofrece buenas prestaciones, una elevada dosis de versatilidad y estética muy llamativa. La
Hace más de 40 años Yamaha presentó la XT500, una de las motos preferidas en Europa. La nueva XSR700 XTribute, con sus colores inspirados en la XT y el clásico look scrambler, respeta el carácter auténtico de la XT y rinde homenaje a esta moto emblemática.
La nueva Yamaha XSR 700 aprovecha las mejores características de la superventas MT-07 y lo combina con una estética vintage que la convierte en una digna competidora del creciente segmento retro.