Ruta Penitentes 2016 y la Guardia Civil

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Ruta Penitentes 2016 y la Guardia Civil
Ramón López
Ramón López
La celebración de Penitentes 2016 ha estado acompañada de una actitud deplorable por parte de responsables de la Guardia Civil del Sector de Tráfico de Aragón ¿Quién ha visto todo un Teniente Coronel patrullando por carreteras de Tercera? Pues en Penitentes estaba. Persecución pura y dura.


A alguien en el estamento que debe velar por la seguridad en nuestras carreteras se le encendió la bombilla y pensó que en una reunión multitudinaria de motoristas encontraría un perfecto filón para hacer caja. No se puede pensar de otro modo cuando los participantes en La Ruta Penitentes 2016 nos encontramos con un Pegasus y seis radares ocultos, que se desplegaron por casi 20 lugares preparados con la única intención de realizar una auténtica «caza» de motoristas, pues ninguno de ellos se encontraba en lugares de dificultad o peligrosos y en algunos de los cuales es posible que el último guardia civil que pasara por allí lo hiciera a caballo y con el máuser a cuestas.

Para muestra del civismo de los participantes hay que resaltar el único accidente reseñable. Se trata de un participante con una moto clásica con salida de vía en una curva cerrada en bajada. Por tanto, un perfil que nada tiene que ver con la idea de “motorista=delincuente” que acciones como la llevada a cabo por la Guardia Civil durante Penitentes refleja.

51707967 4812 4966 b08d 83ddfb603bd1Lo peor de todo es que este lamentable accidente coincide con una presión desmesurada de la guardia civil que nunca se había producido y casualmente es el primero con lesiones que se produce en la historia de penitentes, tras 11 años, más de 5000 participantes y casi 4.000.000 de kilómetros recorridos. Muchos participantes refieren que fue tal la psicosis por la persecución que les era imposible concentrarse en la carretera. ¿Quien puede asegurar que el accidente no se debiera a que el participante estaba más pendiente de si había otro radar más escondido entre la maleza que de la propia curva?

Pero no fue eso todo. A la organización y al hermano del participante accidentado se les prohibió tajantemente retirar la moto siniestrada utilizando el seguro de asistencia en carretera del lesionado, por lo que tuvo que ser el Moto Club Monrepós quien se hiciera cargo de la retirada, sin tener ninguna obligación legal para ello.

Tanta es la persecución que incluso los mandos aprovecharon el centro de control de la organización, diseñado para optimizar la seguridad de los participantes, para realizar un seguimiento de los miembros de la ruta con objeto de recolocar los radares y «cazar» al mayor número de participantes posible. Una estrategia infame, además de inútil, y sin ningún respaldo legal, diseñada con el único objetivo de obstaculizar el evento y «violar» a los organizadores. Un acto absolutamente repugnante que provocaría la indignación del Duque de Ahumada, fundador de la Guardia Civil, aquel que dijo que un Guardia Civil debe ser «Pronóstico feliz para el afligido» y que «Una vez perdido el honor no se recupera nunca».

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En cualquier caso, a pesar de todos los pesares, Penitentes 2017 seguirá estando organizado en la Comunidad Autónoma de Aragón, además de Francia, según han confirmado fuentes del Moto Club Monrepós. Muchas localidades han mostrado verbalmente su apoyo a Penitentes y en los próximos días lo harán por escrito, con objeto de respaldar al Moto Club Monrepós y agradecer el trabajo desinteresado en favor del Turismo en Aragón.

Desde Formula Moto no podemos sino apoyar al Moto Club Monrepós y animar a todos los motociclistas de España a participar en el número más numeroso posible en la edición 2017, con objeto de demostrar a los responsables de la «cacería» que actuando con métodos impropios de un Cuerpo Honorable como es la Guardia Civil e impropios de un Estado de Derecho, no van a amedrentar al motociclismo nacional. También nos solidarizamos con todos los Guardias Civiles que, a pesar de su conciencia, y como evidenciaban sus rostros, tuvieron que cumplir la orden de boicotear Penitentes 2016. Esos agentes que seguro que están deseando volver a participar en Penitentes (como antes lo hacían en un grandísimo número) y proteger la seguridad de la actividad, como ya hicieron de modo impecable quienes en anteriores ediciones se encontraban de servicio el día en que se celebraba. No resulte este artículo una mancha en la impecable labor que realiza el Instituto Armado, porque la acción de unos pocos no puede empañar el impagable servicio que presta la Guardia Civil a los ciudadanos. Es solamente a los responsables de impartir las órdenes a quienes debería corresponder dar explicaciones ante sus superiores o ante la Justicia de tan anómala conducta.