Estos son los gastos derivados de comprar una moto de segunda mano
Cada vez más españoles buscan comprarse una moto de segunda mano, bien sea por el precio menor que tienen con respecto a las nuevas, por la demora para conseguir el modelo nuevo que quieren, por la multitud de ofertas del mercado o por el uso que se le va a dar, especialmente con la vuelta al trabajo después del verano. El caso es que, se trata de un sector que no para de crecer.
Precios y ofertas de todos los modelos que hay en el mercado
De hecho, según datos que maneja la aseguradora AMV, en 2023 se vendieron casi medio millón de motos de segunda mano, lo que corresponde a que, por cada moto nueva matriculada, se han vendido dos motos de segunda mano. Y el sector sigue creciendo, en el primer semestre de 2024, la oferta de motos de ocasión se ha triplicado y se ha vendido un 1% más de motocicletas y un 0,2% más de ciclomotores de segunda mano que en el mismo periodo de 2023.
Pero, cuando llega el momento de buscar una moto de segunda mano surgen una serie de preguntas como ¿cuáles son los gastos al comprar una moto de segunda mano? ¿quién paga el cambio de titularidad? ¿se puede comprar una moto con multas y quién se hace cargo de ellas? ¿la compraventa siempre tiene IVA? Por ello, los expertos de AMV nos muestran todo lo que tenemos que saber sobre los gastos que conlleva comprar una moto de segunda mano:
Informe de la moto de segunda mano
Antes de adquirir una moto usada es recomendable solicitar un informe del vehículo para conocer cuál es su situación legal. Aunque la Dirección General de Tráfico (DGT) permite obtener diferentes tipos de informes, los más aconsejables a la hora de adquirir una moto usada son:
Informe reducido. Contiene información sobre la fecha de la primera matriculación de la moto en España y si tiene alguna incidencia que impida su transferencia o circulación. También informa si hay algún aviso de llamada a revisión pendiente. Este informe es gratuito.
Informe completo. Incluye toda la información administrativa, identificación del titular, municipio donde está domiciliada la moto, historial de Inspección Técnica de Vehículos (ITV), kilometraje, número de propietarios, cargas, datos técnicos, puntuación EuroNCAP, llamadas a revisión pendientes y mantenimiento. Este informe tiene un coste de 8,67 euros y en la web de la DGT explican como pagarlo, bien sea solicitándolo por Internet o de manera presencial.
Reserva de dominio
Si nos hemos decantado por solicitar un informe completo podremos saber, por ejemplo, si el titular de la moto de segunda mano está pagando un crédito por ella. En ese caso, es muy importante saber que, cuando se financia una moto, el banco comunica a la DGT que la misma tiene una reserva de dominio.
Se trata de una cláusula que indica que la entidad financiera gozará de la propiedad y titularidad de la moto hasta que no se liquide el préstamo. Por lo tanto, el dueño de una moto financiada no puede venderla salvo que se haya cancelado la reserva de dominio. Y ello supone pagar el crédito y hacer las siguientes gestiones:
- Solicitar una nota simple en el Registro de la Propiedad donde esté matriculada la moto.
- Entregar dicho documento a la entidad financiera para que acredite que se ha realizado el pago de la moto en su totalidad mediante una carta de pago.
- Presentar esta carta de pago y una carta de cancelación en el Registro de la Propiedad.
- Pagar las tasas correspondientes.
- Comprobar en la DGT que la gestión se ha realizado correctamente y no pesa ninguna carga sobre la moto.
Lo normal es que sea el dueño de la moto quien asuma los gastos de cancelación de reserva de dominio. Pero si no puede saldar la deuda con el banco hay otras fórmulas legales: o bien el comprador pasa a ser titular del crédito y asume la deuda de la moto de segunda mano con la entidad financiera o paga el precio de la moto por adelantado para que el vendedor pueda saldar su deuda con el banco.
Contrato de compraventa e impuestos a pagar
Es importante siempre cumplimentar y firmar un contrato al comprar una moto de segunda mano. No supone ningún gasto y la DGT facilita descargar el contrato de compraventa de un vehículo usado entre particulares. En dicho documento los expertos de AMV recomiendan que aparezcan, como mínimo, datos personales de comprador y vendedor, del vehículo, el precio de venta, la fecha y la hora.
En cuanto a los impuestos asociados a la adquisición de una moto usada, habrá que pagar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) si la operación de compraventa se realiza entre particulares. El ITP se liquida mediante el modelo 620 o el modelo 621 de la Agencia Tributaria en la comunidad autónoma donde se encuentre el domicilio fiscal del comprador.
El tipo impositivo del ITP varía de una comunidad autónoma a otra. Y se calcula a partir de los precios medios de los vehículos a motor publicados por el Ministerio de Hacienda en el Boletín Oficial del Estado (BOE). O en función de la antigüedad de la moto, su cilindrada y su potencia.
Si compramos la moto de segunda mano a un establecimiento especializado, una empresa o un autónomo, habrá que pagar el IVA. Actualmente, el tipo impositivo del IVA para las motos de segunda mano es del 21%. De igual manera, cuando se compra una moto usada hay que cambiar su domicilio fiscal para pagar el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) municipal o también conocido como impuesto de circulación, su coste varía dependiendo del municipio.
Otro de los gastos de la compra de una moto de segunda mano es el cambio de titularidad del vehículo en la DGT y también corresponde al comprador. Tenemos un plazo de 30 días, desde la firma del contrato de compraventa, para realizar la transferencia del vehículo en Tráfico. Los costes de dicha gestión son de 27,85 euros para ciclomotores y de 55,70 euros para motos.
Si no queremos ocuparnos o no tenemos tiempo de realizar todos estos trámites, lo mejor es que contratemos a una gestoría. Es verdad que es un gasto adicional, pero estaremos mucho más tranquilos de que todo el “papeleo” se realiza de manera correcta.
Ojo con las multas
Si sobre la moto de segunda mano pesan sanciones de tráfico por infracciones leves, su dueño puede venderla y al comprador no le afecta ni tiene que hacerse cargo de pagarlas. Otra cosa es que se trate de faltas de mayor gravedad. Según la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial: “el titular de un vehículo no podrá efectuar ningún trámite relativo al mismo cuando figuren como impagadas en el historial del vehículo cuatro sanciones firmes en vía administrativa por infracciones graves o muy graves”.
Finalmente, no hay que olvidar que para circular y pasar la ITV es necesario asegurar la moto de segunda mano. Para motos de segunda mano, se debe valorar qué modalidad de seguro elegir (terceros, robo e incendio o todo riesgo), en función del uso que le demos a la moto y del valor de la misma (ya sea, económico o sentimental).
Para finalizar, es importante saber que una moto de segunda mano tiene garantía. Si la adquirimos a un particular, la garantía es de seis meses. Pero se puede pactar un plazo diferente entre ambas partes. Y si la moto se compra a un establecimiento, la garantía debe ser, al menos, de un año.