Prueba Triumph Speed Triple 1200 RS: Vacuna contra la distopía
Si alguna vez has caído en el pesimismo de imaginar un futuro estándar de motos cortadas por el mismo patrón y siempre bajo los dictados de normas cada vez más y más restrictivas, súbete a la nueva Triumph Speed Triple 1200 RS y sabrás lo que significa vivir una realidad paralela.
No hay nada como seguir tu propio camino y mantenerte fiel hasta las últimas consecuencias. Diferenciarte del resto con una filosofía alternativa es una virtud que solo los líderes pueden permitirse y un perfecto ejemplo es esta novedad 2021 que te traemos de Triumph. Sí, es una maxinaked de espíritu extradeportivo, como otras representantes de este segmento, pero con una serie de ingredientes que no encontrarás en ninguna de ellas y ya con una trayectoria muy extensa de pionera a sus espaldas.
La Triumph Speed Triple 1200 RS es una de las escasas naked de gran cilindrada de corte sport que no deriva de un modelo de base superbike. Ni su motor ni su parte ciclo están inspirados en componentes que han debido ser diseñados para responder a las necesidades de una moto RR. Aprilia (Tuono V4), BMW (S 1000 RR), Ducati (Streetfighter V4), Honda (CB 1000 R), Suzuki (GSX-S 1000) y Yamaha (MT-10) siguen esta senda, mientras que KTM explora una propia con su Super Duke R/RR y Kawasaki hace lo propio con su sobrealimentada Z H2. Pero en ninguno de estos dos últimos casos nos encontramos con la exclusividad de un motor tricilíndrico y la personalidad propia que ello aporta.
Esto le ha valido a Triumph, una vez más, para partir de una hoja en blanco al abordar el rediseño de su serie Speed Triple. Esta gama nació en 1994 con una cilindrada de 885 cc y pasó a convertirse en 1050 en 2005, cuando se erigió como una de las primeras naked deportivas específicamente diseñada para la carretera tanto en motor como en parte ciclo sin esas referencias señaladas de origen RR. Así ha perdurado, con diferentes evoluciones como la presente en 2018, dando paso ahora a una Triumph Speed Triple 1200 RS absolutamente revolucionaria en todos los órdenes, desde el propulsor con más potencia, pasando por un chasis y parte ciclo que maximizan la agilidad, hasta una tecnología electrónica de última hornada y un diseño totalmente renovado.
Cómo es la Triumph Speed Triple 1200 RS
En cualquier rincón por el que mires la nueva Triumph Speed Triple 1200 RS encontrarás nuevas soluciones. El motor es novedad absoluta y se refleja en un incremento de cilindrada desde los 1.050 cc anteriores a los nuevos 1.160 cc. Aprovechando la experiencia adquirida como proveedor de los motores de la categoría Moto2 en MotoGP, se ha desarrollado un nuevo motor tricilíndrico de 1.160 cc que reduce su peso en 7 kg en comparación con la unidad anterior, con cifras sobresalientes como muestran sus 180 CV a 10.750 rpm (30 CV más potente que la generación previa) y un par máximo de 125 Nm a 9.000 rpm (8 Nm más).
Todos estos datos componen un panorama que explican una escalada que parece no tener límite en el rendimiento de la serie Speed Triple. Con esos 30 CV más y un peso total que se reduce en 10 kg, la relación potencia/peso queda establecida en 0,9 CV/kg, nada menos que un 26% más que en la versión anterior y el doble de la primera generación. En el interior de su motor encontramos un embrague asistido más ligero, nuevos sistemas de admisión y escape de flujo más abierto. El cigüeñal reduce sus inercias un 12%, aumentando el régimen máximo en 650 rpm pero, sobre todo, teniendo incidencia definitiva en uno de los aspectos más sobresalientes de la Triumph Speed Triple 1200 RS como veremos más adelante: su agilidad y manejabilidad. En este sentido también hay que añadir el nuevo escape con silenciador con salida convencional por el lateral derecho en lugar del esquema doble elevado de la versión previa, ya que las masas quedan más concentradas entorno al centro de gravedad de la moto.
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El chasis de aluminio fundido es ahora un 17% más ligero y suma a que el conjunto reduzca esos 10 kg para un total de 198 kg (en orden de marcha). También es más estrecha y su manillar 13 mm más ancho, mientras que la reposición de las estriberas permite una mayor distancia libre al suelo. Adopta suspensiones Öhlins, con horquilla invertida NIX30 y monoamortiguador TTX36, y las pinzas frontales son Brembo Stylema con maneta delantera ajustable Brembo MCS. Las gomas Metzeler Racetech RR están homologadas para carretera y son aptas para circuito.
Equipa pantalla TFT a color de 5» con nuevo interfaz de usuario completamente nueva y acoge conectividad My Triumph que puede hacer las veces de navegador o controlar cámaras GoPro. El nuevo cambio rápido Shift Assist se ofrece de serie y se complementa con el sistema de ABS optimizado para curvas y con función combinada, control de tracción desconectable y optimizado para curvas (todo ello a través de una IMU Continental), cinco modos de conducción intercambiables en marcha (Rain, Road, Sport, Track y Rider) y un sistema de arranque sin llave.
Cada modo registra unos parámetros concretos de intervención de ABS, control de tracción y respuesta del motor, además de añadir función “antiwheelie”. Presenta un esquema dinámico, ya que está reglado de modo que la intervención del sistema se gradúe en función de la elevación del tren delantero. De este modo, no es un sistema “on-off” que deja de actuar cuando la rueda delantera ya ha tocado el asfalto.
El “quickshifter” es componente de serie. El nuevo sensor no solo corta la inyección, sino que tiene en cuenta la apertura de gas, el aporte de combustible o la relación engranda, todos ellos detalles inspirados en la experiencia desarrollada por Triumph como proveedor de los motores de la categoría de Moto2 en MotoGP.
Cómo va la Triumph Speed Triple 1200 RS
En esta ocasión hemos podido completar unas jornadas de pruebas muy especial a bordo de la Triumph Speed Triple 1200 RS. El escenario ha sido mixto, con carretera abierta y circuito. De este modo puedes obtener una auténtica visión de lo revolución que representa una moto maxinaked de última generación con un perfil exclusivo como el de esta británica.
Por eso nos hemos puestos nuestras mejores galas de cuero con el que estar a la altura sport que te sugiere la Speed Triple. El cambio estético la ha acercado mucho a su hermana Street Triple, y no solo en la imagen, también en el comportamiento sport de una naked deportiva impensable para la anterior Speed Triple 1050. Con la Street al principio te costará diferenciarla. Hay, por supuesto, infinidad de otros detalles, pero en cuanto pongas tu vista en el escape, sabrás cuál es cuál. El nuevo silenciador de la 1200 se aparta del esquema bajo el eje del basculante de la 765 y no solo en imagen: ¡también en sonido! Parece mentira que aún con las restricciones de la Euro 5, los ingenieros ingleses hayan logrado que la nueva Speed Triple emita el sonido más acogedor y atractivo que recuerdo en estos últimos años. Sobre todo escuchándolo desde fuera, parecen haber inventado el ratio decibelios/CV para disfrute de tus sentidos.
Con la Triumph Speed Triple 1200 RS en ciudad y carretera
Con 830 mm de altura de asiento, subirte a ella no requiere especial esfuerzo. La forma de su asiento y depósito permiten llegar con ambos pies al suelo con solvencia si mides en torno a 1,80 m. El manillar no es ni excesivamente ancho ni demasiado elevado, un punto justo para adoptar una postura inclinada como requiere una moto de sentido sport. La visión de los espejos, situados en los extremos del manillar, es perfecta.
Ahora con llave de proximidad, ya no la necesitas ni siquiera para repostar. Con la parte superior del pulsador rojo de la piña izquierda pones el contacto y con la inferior tienes el arranque. El protocolo de bienvenida de la nueva pantalla TFT es digno de videojuego, además personalizable con tu nombre. Esto promete una buena e íntima relación desde el principio.
Comenzamos la prueba en carretera abierta y, antes de nada, toca establecer los parámetros de la electrónica. El modo Rain limita la potencia a 100 CV, pero por fortuna no ha hecho falta utilizarlo en una primavera tan loca como esta. Mejor empezar a coger confianza con el Road para después pasar a escalones superiores. Es de agradecer la reagrupación de todos los ajustes en modos predeterminados, aunque permite también adecuar cada parámetro de forma individual. Y ahora te puedes mover entre unos y otros en marcha con tan solo cortas gas y apretar el embrague.
Nada más salir, aprecias que el ángulo de giro del manillar es bastante reducido. En ciudad tendrás que anticipar las maniobras con tráfico denso. El tacto de todos los mandos es pura suavidad y parece en esos primeros metros que estás sobre una moto de mucha menos cilindrada. El secreto aquí, como en otros hábitats que ahora analizaremos, es la agilidad deliciosa. Solo la primera resulta muy ruidosa en una caja de cambios, por lo demás, de comportamiento exquisito.
El segundo aspecto que llama tu atención es la respuesta de sus frenos, sobre todo del delantero. Es puro MotoGP, por potencia e inmediatez. Pronto aprendes a dosificar, pero es increíble la capacidad que tiene de querer poner todo tu cuerpo sobre la rueda delantera. Y gracias a que incluye función combinada, regulándose su intervención detrás en función de la velocidad y de la presión que se ejerce sobre la maneta derecha.
Ya en carretera es cuando inviertes más tiempo en ver qué depara este nuevo motor. Y la respuesta es TODO. Ese tópico de que un tricilíndrico te da lo mejor de un dos cilindros en bajos y de un cuatro cilindros en altos, aquí se eleva a la máxima expresión. Desde 2.500 rpm ya puedes pedirle lo que quieras, con unos bajos que te ayudan en todo momento y con un cambio de ritmo a 6.500 rpm que se convierte en delirio a partir de 8.000 rpm. La línea roja comienza en las 9.500 rpm, pero ya te digo que en carretera nunca será necesario explorarlo. Ten en cuenta que estamos hablando ¡de una tercera que te permite superar los 200 km/h!
Pero la Triumph Speed Triple 1200 RS no solo vive de excesos. A 4.500 rpm en sexta ruedas a 120 km/h sin el azote del viento a pesar de su condición 100% naked, lo que no ocurre en posición erguida hasta que asciende una treintena de km/h más. La postura es incluso confortable y el espacio disponible amplio para moverte a tus anchas, en rectas o en curvas. Porque en ese último terreno es donde saboreas las delicias de la única naked de más de 1.000 cc de tres cilindros del mercado actual.
Su motor es hilarante cuando las rpm comienzan a escalar, te diría que al mismo nivel que la capacidad de llevarse de toda su estructura. Será un chasis muy bien configurado de cotas de geometría, una parte ciclo equilibrada al máximo o simplemente un trabajo global prácticamente perfecto, pero lo indudable es que tienes en tus manos una moto que hace exactamente lo que tú quieres y cuando quieres. Incluso en momentos críticos, te facilita cualquier maniobra con tan solo pensarlo. Es una sensación extraordinaria, como si el peso fuera una medida relativa, porque con una cifra de tan solo 198 kg en orden de marcha, lo que tú realmente sientes parecen muchos menos. El resultado es que la Triumph Speed Triple 1200 RS saca lo mejor de tu pilotaje, o diría que te hace mejor piloto. Y con una facilidad pasmosa. También el comportamiento de su suspensión Öhlins tope de gama y los neumáticos Metzeler Racetec RR K3 que monta de origen aportarán su granito de arena, además de ser una elección idónea en todas las sensaciones que te transmiten.
Ahora bien, seamos sensatos y nunca nos dejemos embriagar por los cantos de sirena de un motor inabordable si le exiges al máximo. Con un “quickshifter” de lo mejorcito que puedes encontrar actualmente tanto para subir como para bajar marchas y con el que te olvidas de la maneta izquierda, las secuencias de curvas se suceden con una velocidad superior a lo que a veces puede asimilar tu cerebro. Es todo en ella una explosión de sensaciones que te toca a ti poner en orden y gestionar. Si ya en modo Road su rendimiento es más que notable, en Sport se desatan los infiernos. Pero con una progresividad loable en la que siempre puedes confiar.
Con la Triumph Speed Triple 1200 RS en circuito
Para ir más allá, no lo dudes un instante: métete en un circuito. La Triumph Speed Triple 1200 RS es una naked, sí, pero “desvestida con piel de lobo”. Si la experiencia en carretera te ha entusiasmado, espera a hacer una rodada. En el caso de nuestra prueba, se ha realizado en el Circuito de Albacete, con sus intrincados ángulos y caprichosas curvas rápidas, además de un par de rectas con el suficiente recorrido para extraer CV tras CV. Pero vayamos por partes.
Primero toca ajustar la electrónica. Se hace imprescindible el modo Track, ya que elimina el efecto de la frenada combinada y ajusta todos los parámetros para su intervención precisa en conducción agresiva. Para poner la guinda, los neumáticos empleados en esta ocasión son Pirelli Diablo SuperCorsa SC, todavía un paso más lejos en cuanto a rendimiento “racing” respecto a los alemanes de serie.
Salida a pista y no te hace falta más de una vuelta para comprender que aquí se subliman todos los aspectos que hemos reverenciado en carretera. La combinación de un motor tan progresivo hasta medio régimen como explosivo en altos con una agilidad extrema te hacen alcanzar niveles de diversión infinitos. Sus magníficos frenos no te obligan a recurrir en exceso a un freno motor que no te obstaculiza esta maniobra, haciendo que cada aceleración-deceleración sea sinónimo de fluidez.
Nos acompañó en esta sesión de pruebas Felipe López Córdoba, piloto de pruebas de todos los desarrollos Triumph, quien nos dio algunas respuestas técnicas de la fórmula mágica de la Triumph Speed Triple 1200 RS. Por un lado, se ha diseñado el motor no solo teniendo en cuenta un incremento de cifras de par y potencia exponenciales, sino también con un funcionamiento interno que lleve a una conducción más ágil. De ahí el estudio de las inercias internas, lo que junto a unas geometrías totalmente nuevas respecto al modelo anterior, han dado lugar a la Triumph de serie más potente de la historia, sino también a la de mayor grado de dinamismo deportivo. La calidad del resultado se materializa en detalles como la ausencia de amortiguador de dirección, un componente que reduciría ese grado de agilidad y que solo se puede echar en falta en conducción al límite en según qué tipo de circuitos. Y todavía queda margen en este sentido, ya que, por ejemplo, un basculante de doble brazo convencional ahorraría peso respecto al monobrazo actual, ¡pero no quedaría tan atractivo y espectacular! “Sinceramente, para lo que es esta moto, yo creo que queda mucho mejor así”, me comenta Felipe al respecto. Y no podemos más que estar de acuerdo con él.
La calidad de las suspensiones es otro detalle que privilegia la conducción de la Triumph Speed Triple 1200 RS. Con componentes Öhlins “pata negra”, en la calle responden a la altura que se espera, pero en circuito tutelan tu pilotaje con la tranquilidad que da saber que estás en las mejores manos. Las transferencias de pesos son mínimas y la información que recibes es la más precisa en cada momento.
El motor te permite jugar con el puño a la medida de tus necesidades, y su cintura hace que puedas tomar segundas decisiones incluso en mitad de la trazada. La confianza que transmite es así excepcional, y cada vuelta se traduce en un cúmulo de sensaciones inolvidables.
Así vemos la Triumph Speed Triple 1200 RS
En ciudad – 3
En carretera -4
En autovía -2
En circuito – 4
Pasajero – 2
Confort – 3
Equipamiento – 5
(Puntuación de 1 a 5)
Sí, es una naked, pero con capacidades sport dignas de RR y con el potencial de toda “desnuda” en ciudad y carretera. En Hinckley siempre han sabido lo que querían, pero no deja de admirar el grado de eficiencia que han conseguido en su maxinaked deportiva de referencia. Con este nuevo motor ya estamos ansiosos de futuras sagas de otros segmentos como una futura Tiger 1200 maxitrail u, ojalá, una Gran Turismo que recogiera el testigo de la anterior Trophy. Entre todas ellas, la Speed Triple 1200 RS no es la moto total, pero sí la moto totalmente divertida.
Más información de la Triumph Speed Triple 1200 RS
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