Diez años después de su nacimiento, Triumph lanza la tercera generación de la Street Triple que llega con más tecnología y mejor motor. Aquí te dejamos la prueba que hicimos en 2007 con el modelo que comenzó una saga de éxito. ¡Disfruta de su evolución!
Sorprende desde el primer instante. Potente y manejable, responde como una mil y es ágil como una doscientos cincuenta. Está creada con vocación de líder en el segmento naked y sigue un concepto minimalista con accesorios embellecedores y prácticas bolsas de viaje. La última Triumph dará mucho que hablar frente al cuarteto mágico nipón compuesto por la Honda CB600 F Hornet, Kawasaki Z750, Suzuki GSR600 y Yamaha FZ6 S2.
El equipo técnico que diseñó la Daytona 675 ya lo hizo pensando en la futura derivación naked de aquella superdeportiva que hace frente a sus rivales con soluciones innovadoras. El motor es el mismo con ligeras modificaciones para su aplicación "streetfighter" que sólo afectan a la distribución. La diferencia de 75 cc respecto a sus competidoras de 600 le da cierta ventaja, eso está claro, pero no se esperaba una contundencia tan radical como la alcanzada en la Street Triple. Ese 12,5% de incremento de cilindrada tiene efectos logarítmicos, especialmente en los valores y curva de par-motor dignos de categorías superiores. También la potencia máxima está por encima de sus rivales, y a menor régimen de giro. Prodigioso trabajo han realizado los ingenieros Dean Arnott y Steve Randle en un motor supercuadrado (74x52.3 mm) que sube de vueltas como un torbellino desde unos bajos de turística para sosegado paseo. ¡Chapeau!
La Street Triple se presenta con una completa gama de accesorios para la carrocería, escapes y bolsas de viaje. Unos están destinados a vestir la desnudez de la Naked, otros a incrementar potencia y reducir peso, los restantes están dirigidos al equipaje para viaje y embellecer-personalizar detalles estéticos.
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