Probamos la nueva Triumph Speed Triple 1050

No es un modelo más, para Triumph la Speed Triple representa todo un símbolo y es que es la moto más vendida en la historia de la marca. En España goza de relativa popularidad, en parte eclipsada por su hermana menor la Street Triple, pero en países como Frnacia o Reino Unido es una superventas.Esta nueva Speed Triple exhibe un nuevo look, punta de lanza de este restyling son los nuevos faros que ya no son redondos. Cambia también la forma del depósito y se ha añadido una pequeña tapa -una por cada lado- en el lateral. Mantiene el doble escape elevado y una óptica trasera muy minimalista.
 
Pero lo realmente relevante de esta nueva Speed Triple son los cambios en el chasis, más reforzado y con una distribución de pesos diferente. Por ejemplo, ahora la batería va en la parte delantera del depósito de combustible, con lo que cambia el reparto de pesos con más peso en el tren delantero. El motor también se ha adelantado 3 mm. Con esto se ha conseguido ganar en agilidad y manejabilidad. El asiento es más bajo y estrecho y la distancia entre ejes ha aumentado, así como el ángulo de dirección de 24º (antes 17º). Es menos nerviosa que su antecesora y más estable.
 
El motor se ha sometido a ligeros cambios con los que no sólo se ha ganado en potencia y par motor sino que ha conseguido modificar la curva de entrega de potencia con más par a partir de 3.000 rpm.
 
En cuanto al equipamiento ofrece unas suspensiones completamente regulables, un nuevo cuadro de mandos con lap timer e indicador de marcha engranada entre otras novedades, y preinslación de dos sensores para comprobar la presión de las ruedas desde el panel de instrumentos.
 
La nueva Speed Triple estará disponible desde noviembre a un precio de 11.995 €, es decir, mantiene su precio. La versión con ABS llegará en diciembre y costará 12.595 €.
 
La prueba completa y todos los detalles de este nuevo lanzamiento, en el próximo número de Fórmula Moto.