¿Cómo son las motos Trail?

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Motos trail
Daniel Navarro
Daniel Navarro
Si lo piensas bien, el trail es consustancial al origen de las motos. Cuando Harley-Davidson, Peugeot o Husqvarna comenzaron a fabricar motos en los albores del siglo XX, es de suponer que no las fabricaban para que rodasen específicamente sobre asfalto, piedras o barro.


Cualquier moto de entonces, y hasta muchos años después, tenía que ser capaz de rodar más o menos bien (al menos tan bien como su competencia) sobre cualquier suelo, porque era lo que había. Pero lo cierto es que, muchos años después, cuando la moto alcanzó su potencial como elemento deportivo, las marcas empezaron a hacer motos para asfalto, para velocidad, para caminos o para trial, curiosamente, el más antiguo de los deportes de fuera de asfalto en moto, a pesar de ser seguramente el más complejo técnicamente.

En los años 70, las diferencias eran ya totales. Las motos eran de asfalto u «off road». Es cierto que muchas marcas fabricaban «scramblers» (Ducati, Honda o la propia Harley-Davidson, entre otras), motos que podían circular sin problemas por el asfalto. Yamaha tuvo mucho éxito con sus primeras XT 500 de los 70 por su polivalencia.

Incluso las marcas españolas fabricaron motos así: Bultaco Matador Mk 9 y Mk 10 o Montesa King Scorpion seguían esa filosofía. Pero no eran las trail que hoy conocemos.

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Pocas veces puedes colocar una moto como inicio de una tendencia que se convierte en un estilo nuevo de motos. Y quizá en este caso sea forzar un poco, pero la BMW R 80 G/S suele considerarse el origen de este estilo trail. Por primera vez, una moto de carretera de alta cilindrada se convertía en un vehículo capaz de salir por pistas y caminos. Esa elevada cilindrada le daba también una capacidad viajera que esas anteriores «scramblers» o enduros civilizadas como eran esas Bultaco y Montesa no tenían.

La BMW derivaba de las anteriores R80/7, una moto tradicional y clásica BMW, de cilindros bóxer y ruedas de radios que se fabricaba en los 70. Ese motor, con nuevos cilindros, menos inercias y encuadrado en un chasis derivado de la R65, junto con ruedas mixtas y suspensiones algo más largas. Esa moto, en sus variantes oficiales bastante más preparadas, fue la estrella de los primeros años de fama mundial del Paris Dakar. Ganarlo durante cuatro años supuso el espaldarazo definitivo a esta naciente categoría de motocicletas.

Honda, Yamaha y, poco después, Cagiva-Ducati desarrollaron modelos capaces de vencer a esas BMW tanto en el Dakar como en las tiendas. Seguían esa misma filosofía: motos grandes, capaces de rodar por cualquier sitio. Al tiempo, los japoneses, cuyas ventas de XT (y Honda XL o Suzuki DR poco después) aumentaban al calor de la nueva moda trail en los 80, desarrollaron motos según ese estilo estético en todas las cilindradas durante todos los años 80.

Pero en los 90, una consecuencia lógica modificó los parámetros de la categoría: un porcentaje muy elevado de los clientes de las trail grandes no tocaba nunca jamás ni el campo ni las pistas. Quería una trail para andar cómodamente por asfalto, de viaje o en el día día. Eran altas, cómodas, con pantallas elevadas, con líneas adecuadas para montar maletas o baúles superiores si que quedaran feas. Eran perfectas, en muchos aspectos, sin necesidad de contar con su capacidad off road.

Seguramente fue Honda, junto con BMW, los primeros en abordar esta facera. Así, aquellas primeras R 80 G/S se convirtieron en las R 1000 GS, R 1150 GS y R 1200 GS, ya sin «barra» entre las letras. Eran más pesadas y potentes, quizá menos campera, pero más lógicas. En el caso de Honda la mítica y súper polivalente (y ahora renacida) Africa Twin dejó paso a una Varadero que traía ruedas de 17″ con neumáticos puramente asfálticos y ABS de serie no desconectable. La DR Big, de Suzuki, dio paso a las V-Strom (entre medias las DR-RS) y en Yamaha las XT iban perdiendo capacidad off road, salvo la Teneré, que siempre se ha mantenido como una trail off road pura.

En la actualidad rara es la marca que no ha entrado en este estilo. Algunos, como Kawasaki, solo mantienen las Versys, puramente asfálticas en catálogo, mientras que las más camperas KLX y KLR has desaparecido. KTM ha querido mantener una alta capacidad off road, aunque sus Adventure y Super Adventure requieren de pilotos adecuados para hacer valer esa capacidad.

 BMW dispone de una enorme gama que va desde motos de iniciación como la pequeña G 310 GS hasta las bestiales R 1200 Adventure o R 1250 GS, muy enfocadas a ese uso en todo terreno. Triumph, otra de las grandes europeas, también ofrece modelos trails de casi todos los estilos. Y por supuesto, no podemos olvidar a Ducati con sus Multistrada, Multistrada Enduro e incluso Scrambler Desert Sled. El abanico de opciones de muchas marcas es enorme.

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