Rodar en moto en invierno: consejos de la mano de los expertos de Bridgestone

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Rodar en moto en invierno: consejos de la mano de los expertos de Bridgestone
Nicolás Merino
Nicolás Merino
El frío hace que muchos guarden sus motos una temporada, mientras que otros siguen como si fuera cualquier otra época del año. Para estos últimos, Bridgestone enumera cinco aspectos esenciales para rodar en invierno.

Hace tiempo que el frío lleva instalado en nuestro país. Además, las fuertes lluvias que hemos tenido en los días anteriores han provocado que tengamos que dejar aparcada la moto momentáneamente. En este sentido, son muchos los moteros que optan por guardar la moto hasta que el mercurio vuelva a valores más altos, aunque también los hay que no aparcan su moto en ningún momento del año. Para ellos, un equipo de expertos de Bridgestone ha elaborado una lista con cinco consejos esenciales para rodar en invierno.

Evidentemente, se van a centrar en el tema de los neumáticos que es, sin lugar a dudas, una de las partes más importantes de la moto, ya que es el único elemento que está en contacto directo con el asfalto. Nosotros somos de ese segundo grupo que usa la moto todo el año y, en relación con el frío, este artículo te ayudará a comprender porqué es buen idea rodar en moto en invierno.

Las prisas no son buenas

Ahora que hace frío, el caucho, el elemento principal del que se componen los neumáticos, necesita más tiempo para coger temperatura. Si no calientas bien las gomas, el agarre no será el óptico y la respuesta de la moto será más impredecible. ¿La solución? Conduce a ritmo medio durante los primeros minutos del recorrido (unos 15 minutos está bien). Esto permitirá a los neumáticos obtener los grados de funcionamiento óptimos.

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A más sílice más seguridad

Un neumático con un alto contenido de sílice ayuda a que no pierda agarre como resultado de unas bajas temperaturas. Presente en los neumáticos premium y de alto rendimiento, el sílice es un mineral arenoso que mejora el rendimiento en superficies frías y mojadas. Eso sí, ten en cuenta que esto no prevendrá de todos los peligros que conlleva rodar en invierno. Sí, estamos hablando del hielo. Si observas áreas brillantes en la carretera, evítalas a toda costa.

Valora cambiar de neumático

Si no te sientes cómodo con el neumático actual en términos de agarre, puedes optar por usar un perfil diferente. Por poner un ejemplo, en una naked puedes montar gomas de tipo touring. La razón es que emplean un compuesto con un agarre mejorado para estas condiciones, además de tener una mayor evacuación del agua. Como siempre, si tienes dudas, puedes acudir a un taller especialista para ver cuál es la mejor elección. Recuerda, no todos los perfiles pueden ser compatibles con tu moto.

Vigila el desgaste

Para no tener dudas, echa un vistazo a los indicadores o ‘chivatos’, esto es, las pequeñas protuberancias ubicadas en las ranuras del neumático. Si ese indicador está al mismo nivel que la ranura, toca cambiar de neumático. Además de la correspondiente pérdida de agarre, en un control rutinario efectuado por la Guardia Civil o la Policía podrías ser multado con 200 euros (tampoco pasarás la ITV). También conviene saber que no es necesario cambiar los dos neumáticos al mismo tiempo. Esto tiene sentido, ya que el neumático trasero suele estar sometido a un mayor esfuerzo que el delantero y, por tanto, su vida útil es más corta.

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Adapta tu pilotaje a las condiciones propias del invierno

Salvo en contadas ocasiones, con mañanas en las que las temperaturas darán un respiro, lo más normal es que ruedes con frío y superficies resbaladizas. Por ello, el mejor consejo es reducir la velocidad y practicar una conducción más suave. Haciendo esto, dispondrás de un margen de anticipación mayor ante situaciones como retenciones o frenadas de emergencia. Además, es conveniente doblar la distancia de seguridad, ya que con menos agarre los metros recorridos en las frenadas se alargan notablemente.