¿Por qué la potencia de los coches y motos se mide en CV, HP o en kW?

La unidad de potencia del CV o caballo de vapor está íntimamente relacionada con la aparición, a finales del siglo XVIII, de la máquina de vapor. Su inventor, el escocés James Watt, buscaba una forma de demostrar cuánto mejor era su máquina de vapor de agua respecto a la potencia desarrollada por un caballo de tiro, los principales ‘motores’ en el Reino Unido durante esa época; y que se encargaban bien de tirar de un carro o de un arado, para sacar agua de un pozo o para hacer funcionar un molino.

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Así, realizó numerosas observaciones del trabajo de estos animales y estimó una media de la fuerza que podían generar, estimando que un caballo de fuerza o un horsepower (HP) equivalía a la fuerza necesaria para levantar, a una velocidad de un pie por minuto un peso de 33.000 libras. Como ves, la referencia para saber que es un HP son las unidades del sistema imperial o anglosajón… y no el métrico, hoy día mucho más generalizado.

Pero, ¿de dónde salen los CV o caballos de vapor?

A poco que sepas algo de motores de coches o motos, sabrás que, en función del país de origen del vehículo, se señala la potencia del mismo en HP o en CV. De hecho, en los países anglosajones (Reino Unido y EE.UU., mayoritariamente) se indica la potencia en HP… y en el resto de Europa y en gran parte del mundo, en caballos de vapor o CV.

¿A qué se debe esto? Y, sobre todo, ¿qué diferencia existe entre un HP y un CV? La respuesta hay que buscarla… durante la Revolución Francesa, cuando se inició la adopción del sistema métrico decimal que se utiliza en la mayoría de países del mundo.

Entonces, se intentó crear una medida que representara la fuerza del horsepower o HP pero utilizando medidas del sistema decimal. El resultado fue el CV o caballo de vapor, que equivale exactamente a la fuerza requierida para levantar un peso de 75 kgf (735,5 newtons) a 1 m (3,3 pie) de altura en 1 segundo. Como se puede apreciar, no se trata de una medida exactamente igual, pero sí muy similar al HP. De hecho, un CV representa una fuerza sólo un 1,37% menor. Esto es, un CV equivale a 0,986 HP.

Con ello, la equivalencia entre ambas unidades es muy sencilla. Para pasar de CV a HP se tiene que multiplicar la cantidad requerida por esos 0,986; mientras que para pasar de HP a CV se ha de multiplicar la cifra de potencia por 1.014.

¿Y cómo quedan los CV o los HP frente a los kW tan de moda?

¿Y cómo quedan los CV o los HP frente a los kW tan de moda?

Pero, hoy día, con la irrupción de los coches eléctricos, la unidad de potencia que va cogiendo cada vez más preponderancia es el W (vatio o watt), denominado así, curiosamente, en honor a James Watt.

El W se trata de la unidad de potencia reconocida por el Sistema Internacional de Unidades creado en 1960, aunque ya se adoptó como unidad de potencia en Inglaterra a finales del siglo XIX, concretamente en el Segundo Congreso de la Asociación Británica por el Avance de la Ciencia, que tuvo lugar en 1889.

Científicamente, el W se utiliza para cuantificar la tasa a la que se transfiere la energía. En concreto, se indica que se logra un vatio o W cuando la velocidad de un objeto se mantiene constante a un metro por segundo cuenta con la oposición de una fuerza de un newton.

Pero el w es una unidad pequeña, por lo que es muy habitual hablar de kW o kilowatios, que es la unidad habitualmente utilizada científicamente para expresar la potencia de motores y de máquinas… y que se va normalizando en el sector del motor en la medida que se extiende la comercialización de coches y motos eléctricas. Así, el kW también tiene una equivalencia frente a los HP (1 kW supone 1,341 HP) y CV (1 kW equivale aprox. a 1,359 CV).