Es un resultado que podría calificarse como normal. El SYM Symphony 125 ST es un scooter ágil, que anda bien, con buenos detalles de equipamiento y divertido de llevar. Su precio está, además, continuamente en promoción, lo que le da un atractivo extra. Y todas esas ventajas que el mercado o, más bien, sus clientes, le premian, vienen dadas además por su peculiaridad: los Symphony pertenecen a lo que los especialistas en marketing y posicionamiento llamarían el segmento de los "rueda alta económicos"; es decir, scooter que montan neumáticos de rueda alta pero que se conforman con motores básicos, entre 8 y 11 CV y un equipamiento justo. Pero, sobre todo, económicos, tanto al comprarlos como al mantenerlos.
El primer Symphony encajaba perfectamente en esa definición. De hecho, junto con el KYMCO Agility City, Peugeot Tweet o Piaggio Liberty, entre otros, conformaban este segmento y conseguían buenas cifras de ventas. Aunaban economía con una superior estabilidad gracias a la rueda grande y resultaban casi el paradigma del scooter urbano debiido a su agilidad, utilidad, economía y facilidad de uso. SYM, en concreto, siempre ha tenido un scooter especialmente económico y fácil y, además, que andaba muy bien. Y eso, lógicamente, conduce a buenas ventas.
Por otra parte, Honda ha sido el rey del segmento de los rueda alta con el Scoopy. Pero es un scooter más sofisticado, equipado y, en consecuencia, más caro. KYMCO intentó entrar en ese segmento. Con el motor de 15 CV y rueda alta, lanzó el People GTi, un gran scooter que pasó por nuestro mercado sin pena ni gloria. Y otras marcas, como Piaggio, con el extinto Carnaby, intentaron establecer un segmento intermedio: si el Liberty, de motor de aire, se complementaba con un Beverly, de agua, 15 CV y, lógicamente, mucho más caro, ¿por qué no probar algo entre medias?
SYM también optó por esta estrategia con sus rueda alta. A los Symphony económicos se les sumaba el HD2, un rueda alta de motor de agua, y entre medias el protagonista de nuestra prueba. El Symphony ST es todo un Symphony, pero con un motor revisado de segunda generación con respecto al básico, mejor equipamiento y una línea más elegante y seria. Y poco más caro que sus hermanos. Es, por tanto, un rueda alta a medio camino entre los más básicos y económicos, cercano a estos en precio, pero que se asemeja a los más caros y sofisticados de gama alta en cuanto a equipamiento y línea. Ahora, en Euro 4, seguro que sigue cosechando éxitos.
Es un scooter con un nivel de precio algo superior a los más básicos, como te decíamos antes. Pero el diferencial de precio con, por ejemplo, el resto de la gama Symphony está más que justificada simplemente al verlo, ya que es un scooter más equipado y más lujoso que esos rueda alta económicos o "estándar".
Estructuralmente es también diferente a otros Symphony. Dispone de un chasis tubular en acero, como cualquier scooter de su estilo, algo más largo para permitir un hueco bajo ella siento suficiente para un casco integral. Por supuesto, como todos los Symphony, su chasis está estudiado para llevar el suelo plano, una característica muy apreciada al permitir mayor comodidad al acceder al vehículo e, incluso, llevar paquetes o bultos en el suelo. Una horquilla telescópica y dos amortiguadores traseros regulables en precarga se encargan de la suspensión: no hay nada especialmente reseñable en ellos, funcionan bien y se nota la experiencia de la marca en el tarado de estos elementos. Los frenos son de disco, ondulados en ambos ejes. Por supuesto, tal y como exige la Euro 4, incorpora frenos combinados CBS (podría llevar ABS según la ley, pero encarecería el precio final del scooter). Tienen buen tacto y el scooter frena bien.
El motor es el resultado de una evolución sobre el motor que se empleaba en los Symphony anteriores (ahora ya montan este motor moderno toda la gama) y, en este caso, ha sido además adaptado a la nueva normativa anticontaminación. Y como veremos, ha sido un buen trabajo el realizado por los ingenieros taiwaneses. El ST no ha perdido prestaciones con respecto al Euro 3, como ocurre con otros scooter y eso se agradece. Sigue siendo, por supuesto, el motor básico, de aire y culata de dos válvulas, con inyección electrónica. Entrega 10 CV a 8.500 rpm, con un par de 9,2 Nm a 7.000 rpm, cifras acordes con lo normal en el segmento, pero bien aprovechadas a nivel de prestaciones.
Y llama la atención el cuadro. En parado ves una esfera negra, con una aguja blanca analógica sobre ella. Cuando pones el contacto, el fondo se enciende y muestra los dígitos. Éstos pueden cambiarse, ya que puedes llevar en analógico las revoluciones y la velocidad en dos dígitos en la parte inferior de la esfera o al contrario, con la velocidad en la esfera, señalada por al aguja y el cuentavueltas en la zona baja, en esos dos dígitos. En el lado derecho de esta información, en pequeño, llevas para elegir o carga del alternador o un mucho más útil reloj horario. El único problema: es que la esfera oscura se lee mal con luz solar directa.
Es, ante todo, un scooter fácil de usar y muy cómodo. El suelo plano, un motor con solo 10 CV, una ergonomía bien estudiada y unos mandos con buen tacto permiten llevarlo con mucha soltura. Es, además, divertido de llevar si tienes experiencia: se agarra bien en seco, acelera con ganas suficientes y, con una parte ciclo de comportamiento noble, permite tumbar bastante, frenar fuerte y acelerar inmediatamente sin que haga extraños.
Pero empezando por el principio, el ST es algo más que un Symphony. No tiene el aspecto de un rueda alta más. Especialmente en el color que ves en las fotos, este ST gris oscuro es un scooter elegante con detalles (como los LED de posición delante y detrás o el original cuadro digital) que le dan cierto aire de alto de gama. Te subes con toda facilidad gracias a su suelo plano y sobre el asiento (también cómodo) aceleras y sale con fuerza pero con total suavidad, sin vibraciones ni ruidos. Y en esto también es más que un rueda alta económico. A pesar del motor de aire y 10 CV, SYM ha conseguido prestaciones similares a las de scooter más costosos y casi la misma suavidad de funcionamiento que esperarías en un scooter más caro.
También destaca el comportamiento de su chasis. Permite llevarlo rápido, en plan "deportivo", si quieres, con total nobleza. Las ruedas de 16" en ambos trenes se notan y le dan un rodar muy firme, transmitiendo perfectamente los niveles de agarre que da el suelo. Las suspensiones, además, se han podido dejar bastante blandas. El scooter se agarra bien con ellas y suponen un plus de comodidad sobre suelos bacheados. Está bien hecho y más si piensas que precisamente en una ciudad bacheada es donde un scooter con llantas de 16" tiene más sentido.
En ciudad es un scooter muy adecuado. Gira bien, se llega sin problemas al suelo y sale correctamente de los semáforos. Además las suspensiones ayudan en caso de que pises baches: los absorbe bien y no se mueve. En carretera se defiende también. No hay protección aerodinámica. En realidad no la necesitas con buena climatología, pero el asiento es cómodo y es capaz de superar los 100 km/h.
ASÍ VEMOS EL SYM SYMPHONY ST 125
En carretera: 4
En ciudad: 4
Pasajero: 4
Confort: 4
Equipamiento: 4
Autovía: 3
El SYM Symphony ST es uno de los mejores scooter de su categoría. Cuenta con un buen motor integrado en un chasis que permite un comportamiento sano y fácil, buen nivel de equipamiento y una línea actual y elegante. No puedes pedir más para su nivel de precio, generalmente ajustado gracias a la política de promoción permanente de la marca. En la ciudad se desenvuelve muy bien. Tiene un tamaño justo como para resultar cómodo sin perder maniobrabilidad y el motor ofrece buena capacidad de respuesta saliendo desde parado, algo importante en este ambiente. En la carretera, casi todos los 125 cc de este nivel de potencia se quedan justos, pero el SYM es capaz de alcanzar los 105 km/h de punta reales, lo que supone poder mantener cruceros más elevados que la media.
Con buena parte ciclo, en el momento que haya curvas, se convierte en un scooter divertido de llevar. El pasajero tiene espacio suficiente, unas buenas estriberas que si no usas se pliegan e integran en la carrocería, y asa en buena posición. Cuadro digital, mejorable en cuanto a su iluminación, LED detrás y de posición delante, doble pata, apertura del hueco eléctrica o cortacorrientes incorporado son elementos de equipamiento que no suelen llevar scooter de menos de 2.500 €. En la autovía, siguiendo la misma lógica que en carretera, es capaz de rodar con soltura, con una velocidad punta en el tramo alto entre sus rivales, aunque aún no muy aconsejable por la superior velocidad del tráfico que te rodea.
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