Probamos el SYM Maxsym GT 400 y se convierte en scooter para el carnet A2 de referencia en su cilindrada

Un scooter 400 siempre ha sido algo peculiar. Por supuesto, dentro del ámbito del carnet A2, hay modelos 350 que «se hacen pasar» por 400. Y algunos, incluso sin ese disfraz de 400, deparan hasta más CV que los auténticos 400. A precios muy llamativos, además, y con niveles de equipamiento sorprendentes. Cuando se busca una herramienta de movilidad pura, esto es clave.

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Pero un 400 sigue siendo un 400. Porque, para empezar, en un scooter con transmisión automática no todo es cuestión de potencia. Un CVT, es decir, un variador, responde al par más que a los CV. Por eso en un scooter es casi más importante que en cualquier otra motocicleta no solo la cifra de par motor, sino también su curva completa. Eso es lo que va a definir cómo sientes el scooter y cómo se comporta cuando abres el gas al trazar curvas.

Evidentemente, si solo buscas un «electrodoméstico» que te lleve y te traiga por la ciudad y alrededores, a cierta velocidad y con ciertos requisitos de comodidad, puede convertirse en algo secundario. Pero si te gusta rodar con tu scooter, si disfrutas conduciendo en carreteras abiertas, viajar y emplearlo en esa faceta de moto cómoda, sí es importante. Mucho. Ahí es donde un auténtico 400 marca la diferencia.

Por tanto, es en ese específico segmento donde un 400 sigue teniendo todo el sentido. Hace muchos años que se convirtieron en la alternativa económica de los grandes maxiscooters bicilíndricos y ahora continúan con ese rol. Ofrecen algo más que esos 300-350 de potencia similar, menor precio y, en algunos casos, más equipamiento. Y ese algo más es, precisamente, la forma en que ruedan y se comportan en carretera, cuando están bien hechos.

El SYM MaxSym GT es el mejor 400 de una de las firmas que ha convertido en uno de los líderes mundiales en el segmento scooters. Cuenta con 19 modelos actualmente en nuestro mercado, con más de 600.000 scooters construidos al año, sin olvidar la 5ª posición alcanzada en nuestro mercado en las ventas totales por marcas y, sobre todo, la experiencia acumulada en tres generaciones de Maxsym y con éxitos en otras familias de scooter con los Symphony, Cruisym, Jet o Fiddle.

Cómo es el SYM Maxsym GT 400

El nuevo SYM MaxSym GT 400 ha cambiado en multitud de aspectos. La primera, en su nombre, ahora con apellido GT. Es cierto que exhibe componentes que lo hacen más Gran Turismo, como un nuevo cuadro algo más sofisticado que el anterior (y que sigue sin estar al nivel que nos gustaría) o una cúpula regulable en altura de forma más simple y sencilla que la anterior.

También ha cambiado el asiento, con nuevas formas y, en general, destaca una carrocería retocada. Pero esas fibras, con un aspecto no solo más moderno sino también más agresivo, dan pistas sobre la verdadera renovación del Maxsym: puede ser más GT, pero lo cierto es que se aprecia más sport.

Motor y chasis: pocos y buenos cambios

El SYM MaxSym GT 400 no ha necesitado mucha renovación mecánica, un scooter que ya tenía uno de los motores más rápidos y con mejor respuesta de la categoría y que ya iba instalado en un chasis que permitía explorar los límites de ese propulsor. A nivel mecánico, los cambios han sido los justos y necesarios para hacerle cumplir ya con la Euro 5+ sin perder prestaciones.

El motor sigue siendo un monocilíndrico de 399 cc, de carrera corta (83×73,8 mm), con culata de cuatro válvulas y un único árbol de levas. Declara 34 CV a 6.750 rpm, con un par de 38,1 Nm a 5.250 rpm. Equipa un sistema de control de tracción poco intrusivo y bastante suave que, como es habitual, emplea los sensores del ABS para calcular la velocidad de las ruedas y gestiona el gas por ti si la rueda trasera acelera demasiado.

En el chasis ha habido pocas modificaciones. Se montan ruedas de 15″ delante y 14″ detrás, y monta neumáticos Maxxis, con muy buen agarre. Las suspensiones están encomendadas a una horquilla estándar de 41 mm de diámetro y detrás dos amortiguadores regulables en precarga, con un tarado bastante sólido de serie.

En los frenos encontramos un solo disco ondulado delantero de 288 mm con pinza radial, y detrás otra unidad de 275 mm. Viene equipado con un sistema de frenada de aparcamiento en la pata lateral: cuando aparcas y sacas la pata, tira del freno trasero, dejándolo activado.

El resto del equipamiento: inteligente

No debe ser fácil para una marca como SYM gestionar, en estos tiempos de cambios radicales en el mercado, su posición. Hace 20 años, cuando llegaron a España, las cosas eran más sencillas. Las firmas tradicionales de scooters, europeas y japonesas, tenían un nivel de precio bastante establecido. SYM llegó con modelos de buena calidad y, sobre todo, con mejores precios. Durante estos 20 años SYM, como otras marcas del mismo estilo, ha ido ganando posiciones de mercado. Los precios medios iban subiendo, pero también su calidad y prestaciones. Al final, han logrado convertirse en uno de los líderes del sector en determinados segmentos con algunos de sus modelos.

Ahora desembarcan marcas nuevas. De China, principalmente. Y llegan, una vez más, apretando en precios, con buena calidad y con niveles de equipamiento sorprendentes. Y es difícil competir en precios. SYM, en este caso, ha seguido una estrategia concreta: ninguna de las marcas chinas dispone de un 400 auténtico y los 350, efectivamente, son más baratos y tienen más equipamiento, pero ninguno de ellos anda mejor que este SYM Maxsym GT 400.

Pero SYM tampoco puede dormirse en los laureles. Por ejemplo, si se opta por el nivel de equipamiento «tope» de esos rivales, el producto final se irá de precio. Si no lo hace, se le tachará de poco equipado. Difícil tesitura. Pero digamos que actúan con habilidad.

El anterior SYM Maxsym 400 fue criticado por una instrumentación casi de scooter de juguete. Este GT incorpora un digital, mejor diseñado. No es TFT, no ofrece conectividad y su diseño tampoco es sobresaliente. Pero sí es mejor que el anterior.

Que la cúpula sea regulable es un punto a favor. Montar un sistema eléctrico y automático, indudablemente, es más caro; en cambio, un sistema de dos posiciones manual como el del SYM Maxsym GT 400 es suficiente.

Incorpora iluminación completa de LED, dos guanteras en el contraescudo (sin posibilidad de cerrar con llave) y en una de ellas dispone de enchufe USB 3.0 para carga rápida del móvil. La llave es de proximidad y funciona muy bien, con un pomo para contacto y apertura del tapón de gasolina. Este va integrado en la propia tapa: no hay una tapa y debajo un tapón, un detalle que se agradece en la gasolinera.

Bajo el asiento, que se abre con un botón al lado del pomo de contacto, tienes un hueco alargado donde puedes dejar un casco integral y un jet, aunque la marca insiste en que han probado y algunos integrales pequeños también caben en la posición del jet.

Para terminar, tres detalles más: monta un caballete central muy bien equilibrado y permite subirlo sin esfuerzo. Las manetas son regulables en distancia y lleva un sistema bautizado ABL de aviso de frenada de emergencia. En caso de realizar una frenada fuerte por encima de 70 km/h, se encenderá la luz de freno parpadeando, una solución muy útil y segura.

Cómo va el SYM Maxsym GT 400

Insisto en lo que decía antes: hay alternativas 350 modernas que van como tiros, y muy equipadas. Son grandes scooters, sin duda. Pero lo cierto es que los 399 cc de los pocos 400 auténticos que quedan, se notan.

Es cierto que no dan más CV y, en muchos casos, tampoco declaran mucho más par. Pero se benefician de curvas de par mejores, con superioir respuesta desde abajo. Y en el caso del SYM Maxsym GT 400, alcanza velocidades que no están al alcance de todos los rivales, desde luego. Además, tiene una parte ciclo que acompaña. Y eso hace de él un scooter muy divertido y agradable.

Es un scooter muy accesible, con el asiento situado a una altura de 780 mm. El nuevo asiento, más afilado, hace que se sienta, además, más bajo, y se llega muy bien al suelo. Para mí, con mi 1,65 m, el tamaño es perfecto, pero también es cierto que algunos de los compañeros más altos que lo probaron conmigo decían que el espacio para las piernas y el ángulo para poner los pies en las plataformas, es más bien justo. Encontramos mandos en buena posición, así como manetas regulables, en un scooter en general cómodo, aunque con el asiento algo duro si pasas mucho tiempo sobre él.

En marcha

Cuando arrancas su motor, el SYM Maxsym GT 400 demuestra un alto nivel de calidad. No hay vibraciones y el sonido es el clásico que esperas de un maxiscooter de su nivel. Silencioso, suave y agradable a los mandos, denota buena respuesta al gas desde el inicio del recorrido del mando. Si abres fuerte, sale muy deprisa, elevando algo la zaga, de la forma clásica. Si simplemente sales de forma nornal, es muy dulce y la conexión del gas con la respuesta que esperas es perfecta.

En carreteras reviradas o en ciudad es un scooter suficientemente ágil y maniobrable. Como se llega muy bien al suelo, en la urbe será una buena opción. Aun así, con una distancia entre ejes de 1.555 mm no es un scooter especialmente compacto, pero tampoco se siente grande o excesivo.

En autovía es muy rápido y la cúpula protege bastante. Las dos posiciones de la misma se regulan bien, tirando o empujando de ella, pero requiere las dos manos, por lo que debes hacerlo en parado.

En la carretera, el SYM Maxsym GT 400 es donde brilla con intensidad. Las suspensiones están taradas de forma bastante deportiva: actúan bien, pero son duras si el suelo está bacheado. Sobre buen asfalto, en conjunción con los neumáticos Maxxis, ofrecen un tacto muy bueno, sólo superado por los grandes bicilíndricos sport.

Es rápido, entra bien en curvas, se tumba todo lo que quieras y sale disparado en cuanto ves la salida de la curva y te dispones a abrir gas. Frena lo suficiente, además, aunque en los primeros kilómetros de esta prueba, el hecho de llevar un solo disco delantero parecía requerir de especial presión en la maneta para pararlo en curvas muy cerradas. Quizá un segundo disco mejoraría ese tacto de freno delantero, pero lo cierto es que en un scooter apenas rodado (poco más de 300 km de rodaje cuando lo cogí al principio), también mejorará de frenada cuando tenga las pastillas más asentadas sobre el disco.

Lo mejor:

-Un 400 auténtico, que se siente como tal, con un comportamiento intachable

-Prestaciones

-Estética moderna y elegante

Mejoraría con:

-Asiento algo duro

-Un segundo disco de freno delantero

-Diseño del cuadro: un TFT sería perfecto en un scooter de este nivel

Así vemos el SYM Maxsym GT 400:

En carretera: 5

En ciudad: 4

Pasajero: 4

Confort: 4

Equipamiento: 3

Autovía: 4

(De 1 a 5 puntos)

El SYM MaxSym GT 400 le toca lidiar en un mercado complejo, donde llegan rivales apretando duro en precio, prestaciones y equipamiento. Pero a su favor juega el ser uno de los productos más Premium de una de las marcas ya mejor posicionadas en el mercado de los scooters.

Se destaca como un 400 real, que se siente rápido, estable, noble y divertido a la hora de conducir rápido en carreteras reviradas y cómodo en autovía, con uno o dos pasajeros a bordo. Sirve bien en la ciudad, donde se siente ágil y maniobrable. Además, irá bien si te planteas viajar con él, porque es suficientemente rápido y capaz. Dotado de buen equipamiento, aunque mejorable (el cuadro, una vez más), el SYM Maxsym GT 400 es un scooter muy interesante, que mantiene viva esa categoría tan especial de los 400 cc.