El baloncesto es un deporte donde cada jugador tiene una función muy específica, pero lo más importante es el resultado del equipo para conseguir un verdadero Dream Team. Y en Suzuki saben mucho de basket, pero mucho más de custom.

Gama Suzuki Intruder: Dream Team

Gama Suzuki Intruder: Dream Team
Fórmula Moto
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Si eres aficionado al baloncesto, sabrás que, en España, compite en la máxima categoría el Suzuki Manresa. Es una mera casualidad, pero el plantel de modelos custom que presenta la firma japonesa es digna de una canasta -de tres-. Asistí a la presentación de la completa saga Suzuki Intruder en las tortuosas carreteras de los límites provinciales entre Ávila, Cáceres y Salamanca, pasando por puntos tan emblemáticos como el Valle del Jerte, el Puerto de Tornavacas o la antigua Carretera de la Plata-, escenarios 100% moteros para disfrutar de la naturaleza. Allí me entraron ganas de -vestirme de corto- y marcarme un buen -uno contra uno-. Y en cierto modo, así lo hice.

Cinco más uno

El baloncesto no es un deporte de masas como el fútbol, como el custom tampoco lo ha sido nunca, antaño frente a las deportivas y hoy día ante las naked de media cilindrada. Asimismo, las reglas del basket son bastante más rebuscadas que las del balompié, así que a los profanos se les puede llegar a atragantar (dobles, pasos, cinco segundos en la zona, campo atrás, faltas personales…). Lo mismo ocurre con la gama custom de Suzuki, un elenco de modelos con muchos matices y diferencias. Para desvelártelos, cojamos la -pizarra-, pidamos -tiempo muerto- y situemos a cada jugador en su sitio.

Cuentas con una plantilla de seis jugadores -cinco titulares y un reserva de lujo-, el llamado -sexto hombre-. Los puestos son: dos pivots, los de más envergadura; un ala-pívot, el jugador más polivalente; un escolta, la mayoría de las veces el especialista en tiro exterior; y un base, el que -maneja el cotarro-. Poniendo nombre -japonés- a cada uno, a los primeros les denominaremos 1800, con un voluminoso C1800 R que mande bajo el aro y un musculoso M1800 R más dinámico. De ala-pivot tenemos al M1500 R, con cuerpo para fajarse en la -botella- y agilidad para moverse más allá. El resto del equipo es el grupo 800, con un M800 especialista en anotar desde la línea de -seisveinticinco- y un C800 C con un alma gemela en el banquillo llamado C800 que siempre empiezan las jugadas a desarrollar. ¿Un lío? Vamos a aclararnos.

Quien diseñó la gama custom de Suzuki lo hizo con una mentalidad de entrenador de baloncesto muy marcada. Una saga como la Intruder, para tener éxito, debe estar perfectamente estructurada, y así lo han conseguido en Japón. Para introducirse sin experiencia previa, la facción 800 es, obviamente, la más adecuada. Por dimensiones y prestaciones, no te ponen en apuros (siempre que no los busques…), sobre todo en comparación con los modelos de los escalones siguientes, aunque no pierden un ápice de autenticidad por diseño y componentes. Pero en el catálogo Suzuki juegan duro, y no se contentan con una simple división por cilindradas, sino que plantean un modelo concreto para cada necesidad, es decir, un jugador especializado para cada puesto específico. Así, las C son las cruiser de toda la vida, las que cuentan con un -sabor tan americano- como el del baloncesto NBA, mientras que con las M, el componente dinámico, casi sport (dentro de lo que se puede entender con este término el segmento custom) cobra tanta importancia como la imagen.

Técnicas de vanguardia

Las C se distinguen por su faro cromado ortodoxo y el equipamiento de plataformas en lugar de estriberas. Los guardabarros son más envolventes y la posición de conducción es más erguida gracias a un manillar abierto de corte clásico. En cuanto a las M, la incorporación de una semi-cúpula es su toque más distintivo, sin obviar detalles específicos como horquilla invertida, manillar plano e instrumentación sobre el manillar y no sólo sobre el depósito como en la serie C.

En el apartado táctico… digo técnico, todas ellas se benefician de un sistema de alimentación mediante inyección electrónica con doble mariposa SDTV heredado de las variantes RR de la marca. Asimismo, aportan todo el plantel de últimas tecnologías como inyección secundaria de aire PAIR, tratamiento compuesto para el interior de los cilindros SCEM o sistema ISC de control automático de ralentí. En otro sentido, todas equipan piloto de leds y suspensión trasera tipo -hardtail- que simula una suspensión rígida (excepto la M1800 R, con diseño monoamortiguador convencional).

Las dos últimas versiones en llegar han sido las M800 y M1500 R. La primera es la apuesta más decidida de Suzuki y el modelo más vendido en la actualidad, un perfecto escalón de entrada a esta familia Suzuki. Por su parte, la segunda se instaura como el punto más equilibrado entre todas las Intruder, sin los extremismos de las 1800 y con un extra de poderío frente a las 800. Pero todas las integrantes del -team- aportan su grano de arena de especial personalidad. Sólo el radical chopper no tiene cabida en el esquema de juego de Suzuki.

Tras probar todas las opciones y -jugar en todos los puestos-, entiendes perfectamente la satisfacción del trabajo en equipo bien hecho. No es lo mismo juzgar un deporte desde el sofá que desde dentro de la pista. Cuando te subes a las Intruder, comprendes el porqué del creciente éxito del custom. Con una reglamentación en carretera abierta cada vez más asfixiante para la moto deportiva, ya sea RR o naked, la variante -ve-despacio-disfrutando-del-paisaje- cobra cada día más relevancia. Y el custom es toda una referencia, y sin importar el tamaño, siempre en función de lo que necesites. Para eso Suzuki tiene un buen puñado de -jugadores- que permiten -rotaciones-. No estaría mal denominar al equipo Suzuki Intruder Manresa, ¿no crees?

Si quieres descubrir la prueba completa de todas las Suzuki Intruder, la encontrarás en el nº 66 de Fórmula Moto disponible en tu punto habitual de venta.