Uno de los grandes clásicos del mercado europeo de los scooters es el Suzuki Burgman 125. Lanzado en 2002, suponía un enfoque inteligente de un scooter de esta cilindrada, aunando un tamaño muy compacto con gran capacidad de carga y una habitabilidad enrome para ese tamaño. Un concepto que gustó desde el principio y que ha evolucionado en 2007 y 2013, y que fue fabricado en Gijón hasta esta última versión, cuando se trasladó su producción a Tailandia. Esta última entrega sigue siendo un scooter muy manejable, uno de los más pequeños y bajos de asiento entre los 125 GT actuales, económico de mantenimiento y muy capaz.