Seguro de moto: todo lo que debes saber (II)

Ya tenemos claro qué tipo de seguro de moto necesitamos para sacarla y circular con ella. Bien, pero, ¿dónde lo hago? En realidad, tienes muchas opciones a la hora de contratar tu seguro de moto, aunque en ciertas ocasiones especiales sea complicado encontrar una compañía que te haga una póliza a un precio razonable. Aún así, ahora mismo dispones tres formas principales de contratar un seguro: puedes llamar directamente a las compañías que te interesen o mirar sus webs, entrar en un comparador de seguros donde dando tus datos te van a ofrecer un montón de opciones, y puedes acudir a un corredor de seguros, esto es, un intermediario especialista que va a hacer por ti una función similar a un comparador.

-Compañía

Sinceramente, salvo casos en los que te interesa porque tienes otros seguros o que hayas conocido una campaña especial u oferta puntual, rara vez te interesará más acudir directamente a la compañía que a los otros canales abiertos disponibles. Las compañías suelen guardarse mejores precios y condiciones para «luchar» con la competencia en esos comparadores, o para que se ofrezcan a través de corredores. Ya sabes, es ese «segundo precio» que te ofrecen cuando tú les dices que lo has conseguido más barato… y que es complicado saber si es realmente el mejor.                                                                                                                     

-Corredor de seguros

Por mi experiencia, y he tenido seguros contratados de todos los tipos y «colores», es ahora mismo la mejor opción. El corredor de seguros es un profesional en estas lides cuya función es asesorar a sus clientes en las mejores opciones disponibles para él. Es raro que uno sólo tenga una cartera de compañías que cubran todos los casos y todos los sectores, pero ahora existen grandes empresas que hacen esta función. Parecen compañías de seguros pero son corredurías que trabajan con varias (Nogal Seguros, por ejemplo, o AMV). En algunos casos estas corredurías sí están especializadas por sectores, incluso las hay centradas en los seguros de moto, como la propia AMV. Suelen encontrarte alternativas más que aceptables para ti y, sobre todo, te atenderán entendiendo a la perfección lo que necesitas.

-Comparador

El comparador de seguros en internet hace esa misma función de la correduría, pero es más difícil para el profano acabar encontrando en seguro que de verdad interesa. Es muy útil en el caso que busques el seguro estándar más barato para tu caso. En el momento en que o tu moto o tu situación sea un tanto especial (motos clásicas, por ejemplo), es más fácil buscarte un corredor especialista. Es tan fácil como meter lo que necesitas en un buscador de internet.

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Otras consideraciones

Muchas veces me encuentro con gente con un montón de dudas sobre el seguro. Me cuentan cosas que les han pasado, problemas con las compañías, con o sin accidentes, con las renovaciones, etc. Y es relativamente fácil entender cómo funciona una compañía de seguros y, por tanto, por qué pasan esas cosas. Al final, una póliza de seguro es un contrato entre dos partes, tú y una compañía que va a pagar una serie de cosas cuando ocurra algo fuera de lo normal. La compañía calcula el precio en base a su histórico, es decir, cuándo pasan esas cosas y qué coste tienen, sumando su margen. Lógicamente no tiene el mismo riesgo un piloto de una edad que de otra, o el lugar de residencia donde descansa la moto, donde duerme la moto (en la calle o en un garaje comunitario o individual, etc). Es decir, todas esas cosas que suelen preguntar antes de aplicarte “la dolorosa”. No es buena idea mentir. Si yo, con 54 años, hago a mi nombre el seguro de una R6 de mi hijo de 21, hay un problema y él no está en la póliza (porque si está me van a cobrar su precio y no el mío), pueden alegar falsedad en el contrato y anularlo; o dicho con otras palabras, crees que tienes un seguro que te respaldará finalmente cuando, en realidad, no es así legalmente.

Busca el seguro que se adecúe a tus necesidades

Es difícil, como te decía, acertar muchas veces con el seguro. En el caso que hemos comentado antes, por ejemplo, no valdrá un seguro «normal», ya que no todas las compañías aceptan un segundo conductor en la póliza y tendrá que ser ese criterio, y no otro, el más importante a la hora de decidir qué seguro necesitas. Pero qué te voy a contar… Cada uno tiene su historia. A mí, por ejemplo, no me interesa contratar asistencia o recursos de multas porque, por mi trabajo, me muevo con muchas motos diferentes y tengo varias motos mías, clásicas. Me sale más barato un seguro de asistencia general para todos esos casos y de gestión de multas que me cubra con cualquier moto, que no pagar en cada una de ellas esa cobertura. De hecho, para las motos clásicas acabé por encontrar una «póliza de flota»: una correduría especializada en motos clásicas me ofreció un seguro con una sola póliza que engloba todas esas motos, porque entienden que no van a rodar siempre juntas, sino más bien al contrario. Hoy día, por fortuna, puedes, con una concienzuda búsqueda, asegurar casi lo que quieras a costes razonables, incluso seguros para rodadas que se hagan cargo del coste de una caída.

Ojo con las renovaciones

En los últimos años, ciertas compañías han optado por un truco bastante sucio y que muchos conoceréis y habréis sufrido: se dieron cuenta que en la «guerra de precios» se perdía mucho y que, a fin de cuentas, la gente se fija en el precio de contratación, pero no de renovación. Así, hacen un esfuerzo por encima de sus costes para captarte pero, al año siguiente o a los dos años, sin justificación, te suben el precio, a veces, a niveles inasumibles. He llegado a conocer casos cercanos al doble de lo contratado. Su esperanza es tan simple como que no te des cuenta y así resarcirse de lo que han perdido antes. Al final eso lleva a campañas más agresivas para captar nuevos asegurados y continuar esa «rueda». Asegúrate que el precio de renovación es adecuado y que se cumple cuando renuevas cada año.

Lee la letra pequeña

Pocas cosas son más pesadas que leerte un contrato de una compañía de seguros, aunque suele valer con leer el resumen de lo contratado. Aún así, busca en el contrato ese caso indicado de la renovación, las situaciones en las que no te va a cubrir y otras posibles «trampas» encubiertas. Por ejemplo, no serás el primero que descubra que la asistencia incluida en el seguro te cubre sólo a más de 200 kilómetros de casa, o que solo se llevan la moto y a ti te van a dejar en mitad de un páramo… o que pagas tú la grúa. Ese tipo de desengaños se curan leyendo bien lo que has contratado. O mejor aún, preguntando y leyendo antes de estampar la firma.