Seguro de moto: todo lo que debes saber (I)
Sí, el seguro de moto es algo mucho más que serio. De entrada, debemos tener algo muy claro: como poco serán 600 € la multa por circular sin él en regla… y “la broma” puede llegar a pasar de los 3.000 €. Esto debería ser suficiente como para convencerte de lo importante que es, aunque vayas por la vida siendo un optimista de los que cree que nunca tiene por qué pasarte nada. Pero por desgracia, a veces sí suceden acontecimientos que no se encuentran a nuestro alcance evitar. Y hay que estar prevenido.
El seguro obligatorio por ley está previsto que cubra sólo los daños a terceros causados por tu moto, contigo conduciendo. Y lógicamente está más limitado en sus coberturas que un seguro algo más completo. Por eso hay seguros a terceros, seguros con diversas coberturas como robo, incendio o, al menos, defensa legal y asistencia y, el más completo que hoy día puedes conseguir, un seguro a todo riesgo, casi siempre en el caso de la moto, con franquicia. ¿Sabes las diferencias entre cada uno de todos estos seguros?
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Los diferentes tipos de seguros
-Oblligatorio
Se llama realmente «seguro obligatorio de responsabilidad civil», y cubre estrictamente lo que obliga la ley para poder circular en tu moto, es decir, esos daños que se pueden provocar en caso de accidente culpable en otros vehículos, a otras personas, pasajeros de tu moto u otros daños personales o a otros objetos… y punto. No cubre nada más. En caso, por ejemplo, de que por ese accidente haya un juicio que te implique, tendrás que contratar un abogado y asumir tú mismo los costes y, por supuesto, hacerte cargo de grúa u otros gastos añadidos para llevarte la moto y arreglarla.
-A terceros
El seguro a terceros muchas veces se confunde con el anterior. En el fondo, ese también es un seguro a terceros (cubre a los implicados que no seas tú, en un contrato firmado con tu compañía de seguros, es decir, cubre a terceras personas), pero muy básico. La forma más correcta de referirnos a este es «a terceros ampliado» o «de responsabilidad civil voluntaria», esto es, amplía las coberturas del obligatorio en cuestión. Es el más común en el mundo de la moto debido, en gran parte, a un coste aceptable, mayores coberturas en caso de que haya una indemnización grande e incluso se amplían más con cobertura médica al conductor, con asistencia en carretera o defensa legal y gestión de multas.
-A todo riesgo
No todas las compañías, ni a todo tipo de conductores ni a cualquier moto, ofrecen el seguro a todo riesgo, al estilo de los de los coches. Y si lo consigues suele ser lo suficientemente caro como para que sólo te compense mientras que la moto esté muy nueva. Suele ser algo más asequible si se incluye una franquicia, lo que significa que en caso de siniestro (golpe o cualquier otro) tú pagas una cantidad inicial fija y, el seguro, el resto. Esto baja bastante el precio de la póliza y te incluye todos los riesgos clásicos, por ejemplo, los daños de tu moto en caso de caída o golpe, los tuyos, incendio, robo y demás. Ojo, porque si no está especificado muchas veces no cubrirá otros gastos, como el casco o la chaqueta rota. Para eso necesitarás otro seguro…
Los otros seguros
El seguro más común en las motos es el llamado a terceros, como decíamos antes. A todo riesgo suele ser caro y sólo recomendable en algunas motos cuyo riesgo se considera menor, pero de alto valor. En estos suelen incluirse muchas coberturas que pueden resultarte útiles. Pero puede ocurrir, y de hecho es lo normal, que te resulten de especial interés algunas de esas coberturas. Puedes contratarlas como complemento de una póliza a terceros y así tener un seguro «a medida». A continuación figuran algunas de las más habituales.
-Seguro gastos médicos
Un seguro estándar es posible que tenga una cobertura mínima para los heridos en un accidente. Por ello es interesante mirar exactamente qué cubre y, si no quieres tener más problemas que los ya generados por un accidente de moto, comprobar esas coberturas. Puedes ampliar estas y asegurarte que cubren traslados y repatriación si viajas, qué tipo de estancias en hospitales, ambulancias y demás gastos ocasionados por el accidente.
-Seguro de robo o incendio
El seguro de robo y el de incendio se pueden contratar como complemento de una póliza a terceros, de forma que no cubrirán los costes de un golpe en el que no hay contrario o se te declara culpable, pero sí un posible incendio o un robo. Este segundo caso es un tipo de cobertura cada vez más difundido. Atención en este caso a lo que pagas en relación a lo que te van a pagar: suele ser un porcentaje del valor de mercado que la compañía estime, por lo que es importante conocer exactamente esos valores y porcentajes. Sobre el papel no será ni mucho ni poco, sino una relación que a ti te resulte interesante: puede que la compañía te pague un 80% del valor medio de las tablas de valoración, pero siempre que la cuota sea baja; a lo mejor te interesa que, en caso de robo, ese pago de la compañía, aunque no cubra el «valor de reposición» (que es la forma técnica de llamar a lo que te cuesta comprar una moto igual), te ayude algo a comprar otra moto y esto resulte más interesante que el seguro de una compañía que se haga cargo del 100% de ese valor, con una cuota mucho más cara. Al igual que ocurre con los seguros a todo riesgo con franquicia, suele ser mucho más barato si aceptas esa forma de compartir el riesgo con la compañía.
-Asistencia en viaje
Una avería o un accidente lejos de casa puede llegar a plantearte un problema muy serio, aunque sólo sea la forma de acabar ese viaje y de llevar la moto al taller que te interese. Muchas veces esos seguros a terceros ampliados, que son los que muchas compañías te van a ofrecer como estándar, incluyen algún tipo de asistencia en viaje. No siempre es igual. Y debes tener claro que es opcional no coger ningún tipo de asistencia en el seguro de la moto (porque tienes la asistencia contratada aparte, por ejemplo) o coger la más completa posible, si es un asunto que te preocupa. Así, puedes llegar a contratar asistencia desde el kilómetro cero (si se estropea en la puerta de casa, te mandarán una grúa), moto de sustitución y un montón de opciones más.
-Defensa jurídica y reclamación
Vamos a ponernos en uno de los casos peores y, por desgracia, demasiado frecuente: un conductor despistado se salta un stop, te da un golpe y te destroza moto, casco, chaqueta y hasta te provoca lesiones. Es probable que te lleven al médico de forma urgente. Cuando puedes ocuparte de lo ocurrido, el conductor contrario ha declarado que el que se ha saltado el semáforo eres tú. Lógicamente te van a exigir a ti el pago de la reparación de lo tuyo y de los daños provocados. Tu compañía puede alegar muchas cosas para no hacerse cargo de esa indemnización, o incluso llegar a un acuerdo con la otra compañía que a ti no te interese (no es frecuente esto, por supuesto, pero lamentablemente sí se conocen casos). Te vas a encontrar en una situación en la que vas a acabar en juicio, seguro. Si no tienes defensa jurídica y reclamación, te costará pagar a ti el abogado y los costes derivados, cantidad que en caso de ganar el juicio seguramente puedas recuperar, pero que ya te has visto en la obligación de adelantar… Es importante tener esto cubierto de alguna forma.
-Gestión de multas y retirada del carné
Una cobertura cada día más común en muchas pólizas es la que te ayuda a recurrir multas, e incluso alcanza la posibilidad de darte un dinero si llegan a quitarte el carné de conducir, de forma que tus costes de desplazamiento queden amortiguados. Un detalle interesante si no lo tienes contratado con una de las empresas especialistas en este asunto.
-Equipamiento
Una de las coberturas menos conocida y que más nos puede interesar a los motoristas es esta: por una cuota no muy elevada, la compañía de seguros se hará cargo de los daños que en un accidente sufra el casco, guantes, chaqueta incluso ropa de calle, gafas y demás. Es un capítulo económico importante en caso de accidente. No suele estar incluido si no lo solicitas y, aunque puedas reclamarlo (debes hacerlo), si te ves involucrado en un accidente en el que eres víctima, en otros casos, como accidentes sin culpable definido, te tocará reponerlo a ti.
-Conductor ocasional
Un asunto básico que mucha gente no considera es quién es el conductor habitual de esa moto. De hecho, conozco casos de gente, por ejemplo, menores de 25 años, cuyo seguro se hace a nombre del padre o de otra persona mayor para que salga más barato. Hay que saber que en dichas circunstancias la compañía puede considerar que les has engañado y no cubrir nada en absoluto. Ellos han hecho una póliza para unas condiciones de conductor que no se cumplen y, por tanto, no se hacen cargo. Asegúrate que la póliza que contratas cubre a los conductores habituales de esa moto para no tener problemas, aunque sea algo, no mucho, más cara.
-Seguro por días
Hace unos años era difícil encontrar algo así. Veamos: necesitas circular con una moto que normalmente está parada. Y un seguro, como bien sabes, suele ser anual. En ese caso, ¿pagas una póliza por todo el año y luego lo das de baja? Ahora existen, y se encuentran por internet, seguros por días que salen bien para esa situación, aunque en el momento en que te pases de unos cuantos días, lógicamente, será un disparate: un seguro de 5 días en una 500 cc para un conductor de 30 años, te sale por unos 25 €. Te soluciona la papeleta a un precio razonable, aunque lógicamente si vamos a necesitar la moto un par de meses saldrá más rentable hacer un seguro normal: en esta compañía, por ejemplo, 60 días salen por 150 €.