Investigación Honda con un objetivo: cero víctimas de conducción para 2050

El objetivo de la marca del ala dorada es analizar y solventar los errores de conducción que provocan ansiedad en los conductores, llevando iniciativas de investigación y desarrollo sobre «tecnologías que entienden a las personas», con un método original que utiliza resonancias magnéticas funcionales.

Además de las tecnologías para comprender el comportamiento humano y las condiciones que Honda ha acumulado hasta hoy, la «Tecnología inteligente de asistencia al conductor», pionera en este ámbito, utiliza sensores y cámaras ADAS para reconocer los posibles riesgos que hay en los alrededores del vehículo, lo que permite que la IA detecte los riesgos de conducción. Al mismo tiempo, la IA determinará las maniobras de conducción óptimas en tiempo real y ofrecerá asistencia adaptada al estado cognitivo y la situación de tráfico de cada conductor.

Gracias a las funciones de asistencia a la conducción de última generación que investiga y desarrolla Honda, la intención es ofrecer el valor novedoso que comporta una seguridad y tranquilidad «sin errores» que se adaptan a las maniobras de conducción y a la situación de cada conductor individual, alejándoles de cualquier riesgo que pudiera producirse.

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Nuevas tecnologías aplicadas

Los tres valores “cero errores” sobre los que la tecnología desarrollada por Honda se han aplicado son los siguientes: por un lado, conseguir cero errores en las maniobras de conducción con asistencia operativa (el vehículo ofrece asistencia basada en IA para reducir los desvíos y evitar el retraso en las operaciones; por otra parte, cero errores de supervisión o predicción (asistencia cognitiva): el vehículo comunica los riesgos mediante estímulos visuales, táctiles y auditivos con tecnologías en fase de I+D (indicador de riesgo, control del cinturón de seguridad y audio 3D). Por último, cero errores debidos a despistes y conducción imprudente (asistencia a la concentración): el vehículo ayuda a reducir la fatiga o somnolencia del conductor mediante tecnologías en fase de I+D: biofeedback o estímulos mediante vibración en el asiento.

El gran objetivo es lograr la coexistencia segura de todos los usuarios de la carretera, con sistemas que entiendan y reconozcan la situación y el entorno de cada conductor y usuario de la carretera. Así, gracias a la red de comunicación, se va agregando en el servidor la información sobre posibles riesgos en el entorno de tráfico, prediciendo los riesgos mediante la reproducción del entorno de tráfico en el espacio virtual. A su vez, el sistema deriva la información de soporte más apropiada, se la comunica a cada conductor y le indica medidas para evitar posibles riesgos antes de que se produzcan. La intención de Honda es acelerar la colaboración público-privada y en el ámbito de la industria con el objetivo de estandarizar la tecnología hacia la segunda mitad de la década de 2020.

En aras de la seguridad

Honda se está esforzando en crear una «sociedad que coopere en aras de la seguridad», en la que el uso de tecnologías de telecomunicación permita que las personas que comparten la vía pública permanezcan conectadas y coexistan. La «Tecnología de red de seguridad» posibilitará que se agregue en el servidor la información sobre posibles riesgos en el entorno, que se detectan a partir de la información obtenida de las cámaras de los arcenes, cámaras a bordo y los smartphones, a fin de reproducir el entorno de tráfico en el espacio virtual. Teniendo en cuenta las condiciones y características de cada conductor, el sistema predice y simula los comportamientos de los usuarios de la vía que se enfrentan a un claro riesgo de accidente. Con posterioridad, el sistema deriva la información de soporte más adecuada para ayudar a los usuarios a evitar riesgos.

Dicha información de soporte se comunicará de forma intuitiva a los conductores de automóviles, motos y peatones a través de una «HMI cooperativa frente a riesgos (interfaz hombre-máquina)», que hará posible que el sistema anime a los conductores a tomar medidas para evitar posibles accidentes. Honda, que tiene intención de implementar esta tecnología en sus vehículos después de 2030, construirá el sistema y completará la verificación de la eficacia en la primera mitad de la presente década. Con posterioridad, acelerará la colaboración público-privada y en el ámbito industrial para lograr estandarizar la tecnología en la segunda mitad de la década.