Si empiezas a montar en moto, debes tener en cuenta estos consejos

Motorista novata
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Nicolás Merino
Nicolás Merino
Una postura adecuada, velocidad idónea o un mantenimiento exhaustivo son algunos de los aspectos claves cuando rodamos nuestros primeros kilómetros en moto.

Nadie nace sabiendo, por lo que aprender a ir en moto también necesita su tiempo. Hay que practicar y acostumbrarse a las características de conducir sobre dos ruedas. De hecho, no se trata solo de obtener el carnet de moto (AM, A1, A2 o A, en cada caso) sino de saber circular en moto.

Por ello, Continental recoge algunos de los consejos más valiosos que hay que tener en cuenta si se es conductor novato.

Velocidad adecuada

Evidentemente, lo mejor es aprender despacio, a una velocidad en la que el motorista se seguro y cómodo. Poco a poco irá haciendo cada movimiento de manera más automatizada y sintiéndose con mayor confianza para poder moverse de manera más ágil, aunque siempre hay que respetar los límites de velocidad máxima.

También ocurre a veces que, por excesivo miedo, rodamos a una velocidad excesivamente baja, lo cual es también peligroso, sobre todo en vías rápidas; e incluso está prohibido circular a una velocidad menor de la mitad del límite máximo establecido para esa carretera. Por ejemplo, no se debe circular por debajo de 60 km/h en una autovía, donde el límite genérico es de 120 km/h. En cualquier caso, hay que adecuar la velocidad a las circunstancias lógicas por tipo de carretera, estado del asfalto, visibilidad, etc. La velocidad es uno de los principales factores de riesgo en la siniestralidad y en la gravedad de los accidentes de tráfico.

Cómo funciona el acelerador y el embrague

Se trata de uno de los retos a los que nos enfrentamos cuando empezamos a conducir un coche o una moto con marchas manuales: intentar que no se cale el motor. Tenemos que sincronizar la entrada de gasolina (acelerar) poco a poco con soltar la maneta del embrague para evitar que el motor deje de girar repentinamente por falta de par y deje de funcionar. Es cuestión de acostumbrarte al tacto de la maneta del embrague, por un lado, y al tacto del acelerador, por el otro. Normalmente hay que acostumbrarse en cada moto porque ese tacto suele ser un poco diferente en cada vehículo.

En qué marcha tengo que ir

Cuando se está detenido, normalmente hay que estar en punto muerto, mientras que, al iniciar la marcha, debemos empezar en primera marcha. Según avancemos en velocidad, debemos progresar a segunda, tercera, cuarta o quinta e incluso ir en sexta marcha cuando hagamos velocidades altas de crucero por autopista.

A la hora de circular por ciudad, es recomendable elegir bien la marcha, ya que el motor nos ayudará a acelerar más rápido si queremos avanzar con brío (marchas bajas). Sin embargo, es incluso más importante si queremos realizar frenadas o incluso detenciones. A la hora de reducir la velocidad, es mejor reducir de marcha para que el motor nos ayude a retener la moto. Si accionamos la maneta del embrague y únicamente utilizamos la fuerza de los frenos, estaremos desaprovechando esa capacidad extra de frenada y estaremos estresando demasiado a los frenos, provocando un gasto excesivo innecesario. Sólo hay una excepción: cuando queremos hacer una frenada de emergencia, debemos accionar la maneta del embrague para desengranar el motor y poder detener completamente la moto.

Papel de la maneta del embrague

El motorista novato cree que tiene mayor control si aprieta la maneta del embrague y únicamente frena. Salvo a velocidades muy bajas, en las que hay que ‘jugar’ con el embrague para evitar que el motor se cale o cuando queremos hacer una detención total, el motor siempre debe ir engranado para que no perdamos el control de la moto y la tracción de la rueda trasera sea la que deseamos.

embrague moto

Poco a poco

Al principio, no hay que preocuparse tanto de la técnica, sino de ganar confianza a lomos de la moto. Después, ya llega el momento de aplicar ciertos consejos que ayudarán a ir de manera mucho más segura sobre la moto: contra-manillar, posición del cuerpo, mirada hacia la salida de la curva…

Pies y manos, en su lugar adecuado

Es importante mantener las manos siempre en los puños del manillar para tener el control en todo momento y poder reaccionar a tiempo ante cualquier imprevisto. Ayuda también en ciertos momentos tener uno, dos, tres o los cuatro dedos apoyados en la maneta del freno y en la del embrague para ser rápidos a la hora de frenar ante un imprevisto.

Lo mismo ocurre con los pies. La planta del pie debe estar apoyada en el estribo correspondiente para que hagamos los apoyos de la manera más natural y cómoda además de estar cerca de la leva del freno trasero (derecha) y la del cambio de marcha (izquierda).

Atentos a la ‘pata de cabra’

Las motos están diseñadas para que no se pueda circular con la pata de cabra abierta, lo cual sería un peligro a la hora de tumbar hacia ese lado para girar. Si se mantiene la pierna desplegada y se mete primera marcha, la moto corta el encendido y se apaga. Las primeras veces, es posible que los motoristas novatos se asusten porque no saben qué le ocurre a la moto, pero en realidad no le pasa nada a la moto. Es solo por seguridad. Hay que plegar la pata de cabra y, ahora sí, es posible meter primera y emprender la marcha.

Ojo con los intermitentes

En esta primera fase de experiencia, solemos estar muy concentrados con las diferentes acciones que debemos realizar para conducir y, una vez hechas, pasamos a pensar en lo siguiente. Esto nos ocurre con los intermitentes. Los encendemos para indicar un giro o un cambio de carril pero luego nos olvidamos de quitarlos, lo cual no es directamente peligroso, pero sí puede producir confusión en el resto de los usuarios de la vía y, consecuentemente, generar algunas situaciones complicadas.

Cada vez son más las motos que cuentan con intermitentes auto-cancelables, es decir, que ellos solos se apagan transcurridos unos segundos, previendo que ya se ha finalizado la acción que se había indicado.

Cuál es la autonomía de tu moto

Hay motos que cuentan con indicador del nivel de gasolina o incluso con un cálculo de la autonomía, pero otras simplemente cuentan con un piloto que te avisa cuando te quedan pocos kilómetros o, incluso, nada de eso. Por eso, es importante conocer más o menos cuánto dura el depósito de la moto o, al menos, cuántos kilómetros tarda un depósito lleno en entrar en reserva. Para saberlo, al llenar un depósito, hay que poner uno de los parciales a ‘cero’ y cuando vuelva a encenderse, ya se puede saber cuántos kilómetros ha durado o simplemente hay que hacer el cálculo con el odómetro total.

Lógicamente, será una cifra aproximada, ya que variará según el uso que se haga en cada momento. Se puede repetir ese proceso varias veces para obtener una media y así tener una idea bastante ajustada de cuánto puede rodar la moto sin necesidad de parar a repostar. En zonas pobladas y con servicios no suele haber problema para encontrar una gasolinera, pero sí que es algo que hay que tener en cuenta en viajes largos y en zonas donde no sabemos exactamente dónde se localiza la siguiente gasolinera.

Mantenimiento al día

Desde el primer momento, debemos ser conscientes de que somos responsables del mantenimiento de la moto. Es importante seguir las instrucciones del manual de usuario respecto a temas como el cambio de aceite, cadena de transmisión, frenos, líquidos y, por supuesto, neumáticos, los cuales deben estar en buen estado y siempre con la presión adecuada.

Llevar pasajero

No hay ninguna limitación legal, pero es recomendable que, primero, el conductor gane confianza yendo en moto solo. Llevar pasajero modifica notablemente la dinámica y las inercias de la moto por lo que puede ser peligroso tanto para el conductor como para el acompañante.