Los scooters históricos más raros que puedes conducir con el carnet de coche (y algunos requieren carnet A2)
El éxito de Vespa y Lambretta hace parecer que son los únicos que existieron, pero no es así. Hubo muchos, muy curiosos y dignos de conocer.
¿A que giras la cabeza cuando ves a alguien rodar con una Vespa de los 60 ó 70 rodando por la ciudad? ¿A que una Lambretta clásica, parada en un semáforo, te hace sonreír? A cualquiera que le gusten las motos, estos scooters clásicos nos resultan, cuando menos, divertidos, elegantes y hasta prácticos si están bien restaurados y puestos a punto. Pero, ¿conoces otros scooters de la época?
Seguramente si estás muy metido en el mundillo de las motos clásicas puedas recordar algunos más, aunque, desde luego, será difícil que no te sorprendamos con algunos de los que te mostramos en esta lista.
PRECIOS, OFERTAS, FICHAS TÉCNICAS E IMÁGENES DE TODOS LOS SCOOTER 125
Incluimos scooters de marcas que siguen existiendo, que no te imaginarías que en su día hicieron estos modelos, como Ducati o Harley-Davidson. También de marcas que abandonaron hace años las dos ruedas, como Mitsubishi o Fuji, ahora más conocida por sus coches con marca Subaru. Y otros de marcas que directamente no conocías, como Salsbury o Molteni.
Muchos de ellos podrías llevarlos hoy día con el carnet de coche, ya que cumplen con los requisitos: menos de 125 cc y, por supuesto, menos de 15 CV. Eso si, no te aseguramos que sean fáciles -ni baratos- de encontrar, restaurar y mantener, lo que quizá complique un tanto pasearse por la ciudad con ellos.
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@formulamoto.es El scooter es el rey indiscutible de la movilidad urbana hoy en día, pero ¿sabías que tiene una historia fascinante llena de modelos raros e icónicos? 🛵✨ Desde diseños futuristas hasta verdaderas joyas de coleccionista, estos vehículos han evolucionado para convertirse en los compañeros perfectos de la ciudad. ¿Cuál es tu scooter histórico favorito? Déjanos tu respuesta en los comentarios. 👇 #Scooter #historia #Motociclismo #RetroVibes #moto
Los scooters «raros» en la historia de las marcas actuales
¿Tú también habías escuchado esos rumores -que la marca desmintió categóricamente- sobre un maxiscooter Ducati? Pues no sería el primero que la marca de Bolonia hiciera.
De hecho Ducati nació fabricando pequeños motores adaptables a bicicletas. Muchos años antes de dedicarse a hacer motos deportivas grandes, presentó un muy poco exitoso Ducati Cruiser. No podrías llevarlo con carnet B, ya que es un 175 cc, de 4T y una muy curiosa transmisión automática por convertidor de par (como los cambios automáticos de los coches grandes de hace unos años).
TODOS LOS SCOOTERS 50 DEL MERCADO
Es un modelo difícil de ver, del que se hicieron muy pocas unidades. Quiso ser un scooter «premium», mucho más caro que sus rivales como la Vespa, presentado en 1952 y que desapareció en 1954.
Pero el que la sigue la consigue. En los años 60, cuando el concepto de scooter era un gran éxito en Italia, Ducati vuelve al ataque con un modelo mejor planteado: el Brio. Comparte nombre con una famosa Montesa de los años 50, pero no tiene nada más que ver con nuestra clásica. El scooter de Ducati es un compacto y ligero clásico, construido en versiones de 50 cc y 100 cc, con 6 CV en la versión grande para sólo 85 kg, ruedas de 8″ ó 9″ (depende de la cilindrada) y tres marchas que no se vendió mal en su país de origen.
Otro scooter elegante, competencia directa de ese Ducati, pertenece a una marca «casi» actual, aunque ya sin contenido: Gilera. En 1962 presentan su «G 50» y «G80». Son igualmente ligeros, entre 65 y 67 kg para las dos versiones, con llantas de 10″, tres marchas y 3,7 CV con el motor «grande», el de 76 cc. Un scooter de estilo clásico, parecido a una Vespa, pero original y diferente.
Scooter para el carnet de coche “made in England”
Saltamos de país, en una época en que las motos no eran algo global, como ahora -salvo algunas excepciones- y en Reino Unido podríamos encontrar un Triumph Tina. Quizá es de los más conocidos de esta lista, pero no por ello menos interesante.
TODOS LOS SCOOTERS PARA EL CARNET A2
Es un scooter curioso, en un país donde este tipo de vehículos se convirtió en todo un símbolo de los «mods» (si no has visto la película Quadrophenia, te lo aconsejo), en una marca que curiosamente se involucró bastante en la lucha comercial contra Vespa y Lambretta.
En 1958 presentan una gama de scooters bajo el nombre «Tigress» en 175 cc y 250 cc (2T y 4T) con hasta 10 CV, llantas de 10″ y cambio de cuatro marchas. Son scooters de gama alta, que tuvieron un éxito relativo. Pero es en el 62 cuando alcanzan un cierto éxito con el «Tina»: 100 cc, 4,5 CV, sólo 78 kg, transmisión automática y una carrocería estilizada y simpática.
El Tina quiso enfocarse comercialmente como muy aconsejable para las féminas por su ligereza y facilidad de uso, y se vendió bien, a pesar de haber «metido la pata» en el lanzamiento: llevaba un sistema de seguridad que evitaba que saliese corriendo si un gracioso abría gas sin estar montado sobre él. Constaba de un interruptor bajo el asiento que lo evitaba. Pero no estaba bien calculado y si no alcanzabas un cierto peso (cosa que pasaba con muchas chicas) no llegabas a presionarlo. Hubo que anularlo en los talleres.
El ejemplo de scooter KTM
La marca «Ready to Race» tuvo una época en que su color no era especialmente naranja y hacía también vehículos «ready to leisure rolling», para rodar tranquilo y moverte de un sitio a otro. En 1956, cuando el éxito de la Vespa ya era internacional, KTM quiso subirse al carro de las ventas de scooters con el Mirabell.
Era un 125 de 2T con llantas de 12″ y cambio de cuatro marchas al pie, más elegante que el rival italiano. Contaba con una carrocería grande, un frontal con un gran faro y la aleta formando parte del escudo, masivo y amplio, en un scooter que estuvo en fabricación sólo tres años.
Un año después, en 1957, le fueron mejor las cosas con el Mecky, un pequeño scooter de original decoración y aspecto, de 50 cc, que se hizo hasta el 62, cuando apareció el Pony, un scooter de líneas más clásicas y cuadradas, también muy llamativo.
Un scooter con “barras y estrellas”
Harley-Davidson no sólo hacía moto custom. De hecho, ese concepto de las motos «custom» es relativamente moderno (años 80) y antes eran simplemente motos cruiser, al estilo americano. Las modificaban y pasaban a ser «choppers». Pero al margen de esto, aquella Harley-Davidson de los años 60 era simplemente otra marca de motos, atenta a los cambios y tendencias del mercado.
Obviamente, la eclosión de la Vespa en los 50 marcó algo más que una tendencia nueva. En 1959 Harley-Davidson presenta el Topper. Es un scooter de líneas cuadradas, motor dos tiempos y cambio automático por variador, grande (110 kg) y un motor que ahora te obligaría a tener carnet A2, de 160 cc y 9,5 CV. No fue un gran éxito y desde luego no es fácil de ver fuera de USA, pero se mantuvo en el catálogo de los de Milwaukee hasta 1966, con algunas variaciones entre versiones sucesivas.
El primer scooter de Honda
También hay otras marcas que siguen haciendo scooters y que empezaron entonces, como Honda. Por supuesto, está el Cub y Super Cub, cuyo éxito ha dado lugar a una categoría propia de vehículos similares a los scooters, pero que en Asia llaman precisamente por ese nombre genérico de «cub».
Aparte de estos (por cierto, la moto más fabricada en la historia de la humanidad, con más de 100 millones de unidades) Honda también hizo scooters originales y diferentes. Honda Juno es el nombre de los dos modelos más originales de la historia de la marca japonesa.
El primero, el Juno K, llego tan pronto como en 1954 y, una vez más, era un intento de hacer un scooter de gama alta. Un motor 4T de 220 cc, de 9 CV y tres marchas, con una enorme carrocería con parabrisas, muy historiado y algo rebuscado. Era una especie de Maxiscooter GT de los 50, que pesaba nada menos que 190 kg.
En 1960 deja de hacerse, cambian de planteamiento y entra en el mercado el Juno M. No tenía nada que ver con el anterior; en este caso era compacto, algo cuadrado y equipaba un muy original motor de dos cilindros bóxer (cuyas culatas asomaban por los lados de la carrocería, entre la rueda delantera y el escudo), de 125 cc, 4T y 10 CV, y un cambio automático con una especie de variador que controlabas desde el puño izquierdo, dándole más o menos desarrollo girando ese puño, en recorrido continuo.
No es único eso de montar un motor bóxer en un scooter. Velocette, marca clásica inglesa, con gran éxito haciendo motos deportivas, hizo un Velocette Viceroy también de dos cilindros bóxer, aunque en este caso escondía los cilindros bajo unas protuberancias que quedaban dentro del contra-escudo.
Los scooters históricos franceses
Y en este capítulo de los scooters históricos de marcas actuales, tenemos que incluir a Motobecane. ¿Motobecane marca actual? Quizá es algo rebuscado y sé que te voy a sorprender, pero podrías considerar al Motobecane SC el «abuelo» del actual, famoso y exitoso, XMax.
Motobecane es una marca francesa, ya desaparecida, con éxitos tan importantes en su historia como la famosa Mobylette, que en los años 50 entró en esta vorágine de los scooters. Su primer scooter es ese 125 SC de 2T y 4,5 CV de 1952, de líneas atractivas y elegantes, dotado con llantas de 8″, 80 kg de peso y que se fabricó hasta 1956.
Un año antes entró en producción el 125 SB, un scooter aún más ligero y práctico, similar a una Lambretta «patinete», sin carrocería. La marca hizo scooters hasta los dos 60.
En los años 80, la fábrica Motobecane, en crisis, acabó absorbida por Yamaha, que renombró la marca como MBK, más sonoro y moderno. Allí ha fabricado para algunos mercados scooters Yamaha con su propio nombre. Entre otros, los XMax.
Otro caso parecido es Terrot, que pervivió como Torrot, la marca española derivada de aquella francesa. Hicieron un muy original Terrot VMS desde 1952 hasta 1960, en varias versiones sucesivas. Equipaba un motor de 99 cc al que se añadió una edición 125 en 1953, de 2T, con cambio de dos marchas (tres en la última versión), ligero, de menos de 70 kg, en un scooter cuya carrocería es redondeada, «gorda», similar a un coche de dos ruedas.
Los scooters de las marcas de coches
Por supuesto, Honda es una marca de coches que fabrica scooters. También lo son marcas como Suzuki o Peugeot, que fabricaba los S55 como antecesores del actual Django. E incluso BMW es una marca de coches que fabrica scooters, aunque en este caso se estrenaron en los años 90-2000, con aquel original C1 con techo.
Sin embargo, merece la pena hacer un alto. En los años 50, BMW tampoco se libró de esa influencia de los scooters y estuvo a muy poco de lanzar su propio modelo. Llegaron a preparar y enseñar tres prototipos desde 1953. Los tres equiparon motores de 4T, en 175 y 200 cc, el primero con ruedas de 16″, mitad moto mitad scooter, con cambio de 3 marchas y transmisión por cardan, como no podía ser de otra forma.
El siguiente, conocido como R10/2, tenía llantas de 10 y suelo plano, con un estilo clásico y elegante, muy BMW de los 50. El tercero, cercano ya a la producción en serie, llegó justo cuando la marca decidía centrarse en las motos grandes, quedándose sólo en estado de prototipo.
En Alemania nacieron otros scooters muy originales, como los Maico, Zundapp, Heinkel e infinidad más. Uno de ellos también salió de las cadenas de una fábrica de coches, aunque quizá no te suene ni el scooter ni los coches: Glas.
Era una marca alemana, fundada en el siglo XIX que fabricaba maquinaria agrícola. Fabricaron coches desde los años 50 y 60, de los cuales el más famoso (hubo algunos en España) era el pequeño Goggomobil, con motor de 2T, a medio camino entre un microcoche clásico de los 50 y un verdadero coche.
Pero también fabricaron grandes deportivos como el 3000 GT V8 del 66, año en que la marca fue absorbida por BMW. En los años 50 decidieron entrar en el mercado de los scooters, una vez más, influenciados por el éxito de Vespa (que en Alemania se fabricaría tambien por Hoffman), con un scooter bautizado como Glas Goggo y con motores JLO de 125, 150 y 200 cc, cambio al pie de cuatro marchas y llantas de 10″. Tuvieron mucho éxito: más de 46.000 unidades vendidas hasta 1956.
Aunque quizá sean las marcas japonesas las más curiosas a nuestro ojos. Fuji Heavy Industries, una gran empresa japonesa, es la primera en reconvertirse tras la guerra mundial fijándose en el mundo de los scooters. En 1946 se presenta el primer Fuji Rabbit, un scooter muy básico, de motor 4T y 135 cc inspirado en los americanos Cushman de los años 30. Tuvo cierto éxito y Fuji continuó fabricando y evolucionando sus Rabbit hasta casi finales de los años 60, cada vez más sofisticados y mejores.
Llegaron a ser verdaderamente sofisticados y lujosos, dentro de una gama muy completa. En 1962 y hasta 1967, el catálogo ofrece varios modelos, con un 90S de 88 cc y llantas de 16″, elegante y práctico hasta los sofisticados 200S 601 «Superflow» de 200cc, 11 CV, cambio automático por convertidor de par, arranque eléctrico e intermitentes de serie. También un S 301 de 125 cc casi tan elegante y completo. Tras ese éxito, en los 60 y bajo el nombre Subaru, se pasaron a los coches por completo.
Es una historia similar a la de Mitsubishi. En 1947 y en este caso basándose en los Salsbury americanos, presentan el Silver Pidgeon C11, con pequeñas llantas de 5″. Tuvieron el éxito suficiente como para continuar en el negocio hasta bien entrados los 60, igualmente con modelos cada vez más sofisticados, antes de entrar, en este caso sin cambio de nombre, en el mercado de los automóviles. El Silver Pidgeon 140 de 1963 es un 125 de 5 CV y cambio automático muy elegante, con una versión más sofisticada en su hermano de 148 cc (ambos de 4T), el Silver Pidgeon 240.