Moverte en scooter 50 cc por ciudad: 10 ventajas indiscutibles

Las 10 ventajas de moverte en scooter de 50 cc por ciudad así lo demuestran: el tráfico en la urbe ha sido desde siempre un problema, y desplazarte en estas condiciones es casi cada vez más complejo con las nuevas limitaciones que entran en vigor, y las múltiples soluciones que van apareciendo con el correr de los tiempos.

Sin embargo, pocas de esas soluciones han sido tan acertadas como el ciclomotor automático. Y es que uno de los planteamientos más antiguos de todas las propuestas actuales sigue siendo, sin duda, la mejor en muchos aspectos. El coche, por ejemplo, en la ciudad actual, es más un problema que una solución a la hora de aparcar o de ir de un lugar a otro en una ciudad atascada.

Por su parte, el transporte público, más caro de lo que parece y todavía peor si no es tu medio habitual (se abarata a base de abonos), demostró durante la pandemia que tampoco es el medio ideal por saturación y ausencia material de «distancia social».

Patinetes o bicis eléctricas, aparte de ser bastante más inseguros (suspensiones, frenos, ruedas…), tienen un rango de utilización bastante más limitado. Un scooter de 50 cc dispone, frente a todas estas propuestas, de un montón de ventajas que a continuación pasamos a enumerar.

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Las 10 ventajas de moverte en un scooter de 50 cc

–No necesitan un carnet de conducir motos

La primera de las ventajas de un ciclomotor es que no necesitas un carnet de conducir motocicletas. Hace años se podían llevar con solo tener 18 años, pero eso hoy día ya no es así. Ahora bien, sí puedes conducirlos sin problemas con el carnet de coche.

Si no lo tienes, también puedes sacarte la licencia AM. En cualquier autoescuela te informarán gustosamente. Tendrás que pasar un examen teórico reducido y una prueba bastante sencilla de maniobras… Y ya puedes conducir ciclomotores sin mayor problema.

-Son económicos de comprar

Son más baratos que muchas de las bicicletas eléctricas, tan de moda actualmente. Los más asequibles, nuevos, están poco por encima de los 1.500 €, mientras que los más caros, eléctricos equivalentes a un 50 cc o una elegante Vespa 50 4T, pasan de los 4.000 €, pero entre esos dos precios tienes una gran variedad para elegir, además de un amplio mercado de segunda mano.

Y precisamente eso además supone una ventaja: cuando ya no lo vayas a usar o quieras cambiarlo, el mercado de segunda mano hará que ese scooter, que compraste nuevo, siga teniendo un valor residual interesante.

-Resultan muy económicos en su mantenimiento

Un 50 4T actual automático gasta no mucho más de dos litros de gasolina cada 100 km mientras te desplazas por tu ciudad. Su mantenimiento se reduce a cambios de aceite y filtros cada año (raro será que hagas los kilómetros necesarios para ello), que en su caso suelen ser baratos.

Neumáticos y frenos también se gastarán, pero dadas sus prestaciones también será cada mucho tiempo, además de ser muy asequibles por su sencillez.

-Aparcan con enorme facilidad

Siempre fue una de las ventajas de la moto en ciudad: puedes aparcar fácilmente, incluso en muchos casos, sobre la acera. Aun así, todas las ciudades están ampliando las zonas de aparcamiento específicas par moto.

Pero atención, porque en este caso estamos hablando de una moto pequeña, que ocupa poco, y extremadamente ligera; de acuerdo, no es que te la vayas a subir a casa, pero en muchas ocasiones (problemas legales que pudieran surgir aparte), puedes meterla en la plaza de garaje del coche sin molestar a nadie, con el debido cuidado y respeto a los demás.

-Son divertidos de conducir

Prestaciones aparte, un scooter ligero y «ratonero» es divertido de llevar. Pasas por sitios donde ningún otro vehículo a motor cabe y esa sensación de ligereza y agilidad resulta divertida.

Todo ello sin entrar en cómo eran aquellos 50 cc 2T deportivos de los años 90 que, con cierta preparación, llegaban a ser auténticos «aviones»… No, hoy día aquellos aparatos están hasta mal vistos en el tráfico habitual, pero eran divertidos, ¿verdad?

-La capacidad de carga suele ser amplia

Cualquier scooter de 50 cc moderno tiene un hueco bajo el asiento donde caben cosas. Muchos de ellos llevan un suelo plano y un gancho en la parte trasera del escudo donde llevar bolsas u objetos parecidos. Y siempre tienes la posibilidad de poner un baúl del tamaño que necesites para llevar todo lo que quieras.

-Su impacto medioambiental es mínimo

Hoy día un 50 cc pasa la homologación Euro 5. Y esto supone un bajísimo impacto medioambiental, con unas emisiones ínfimas, en un tipo de vehículo que ya contaminaba poco. Por más que quieras, un pequeño motor de 50 cc contaminará menos que los enormes motores de autobús que pueblan las ciudades, o simplemente, los de los coches.

-Si es biplaza, soluciona una o dos necesidades individuales de movilidad

Si, un scooter de 50 cc suele estar homologado para dos plazas y puedes llevar a otra persona detrás. Lógicamente, sus pequeños motores notan el peso extra, pero en desplazamientos dentro de la ciudad tampoco es algo preocupante, puesto que los actuales 50 4T lo que sí tienen es par suficiente para seguir moviéndote con soltura.

-Disponen del respaldo de las marcas

Si le hechas un vistazo a la lista de precios, verás que hay muchas marcas de este tipo de vehículos. Algunas de ellas son más o menos nuevas (hay unas cuantas especializadas en eléctricos), pero también verás que muchas de raigambre siguen vendiendo este tipo de scooters.

KYMCO, SYM, Keeway, Aprilia, Piaggio o Vespa son solo algunas de ellas. Lógicamente, a la hora de que pueda haber una avería o, simplemente, del mantenimiento, contar con la red de posventa de una marca de primer nivel es toda una garantía.

-Siempre ha sido una idónea escuela de conductores

Durante muchos años, este tipo de vehículos fue el primer acceso al tráfico para chavales de 14 años. Un interés que parece haber disminuido últimamente, pero desde luego todavía puedes sacarte hoy día esa licencia AM con 15 años.

Por prestaciones y facilidad de uso, continúan siendo una de las mejores escuelas prácticas para que los más jóvenes comiencen a conducir, a familiarizarse con el tráfico o las normas y, en definitiva, a moverse por si mismos de un punto a otro de la ciudad con la educación y prudencia como principales baluartes adquiridos.