Moto de Pedrosa en Goodwood

La Paton de Giuseppe Pattoni: pasión infinita

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La Paton de Giuseppe Pattoni: pasión infinita
Alan Cathcart
Alan Cathcart


Durante cuatro décadas, entre 1958 y su fallecimiento en 1999, Giuseppe Pattoni, histórico mecánico de motos de GP conocido como «Peppino», dedicó su vida a la construcción de las míticas Paton de carreras decoradas en verde. Trabajaba horas y horas en un pequeño taller cerca de Milán donde daba servicio a un selecto grupo de pilotos y a su propia estructura de carreras, siendo ayudado más tarde por su hijo Roberto. En los 60 y principios de los 70 se construyeron una docena de estas italianas con motor bicilíndrico en línea DOHC de 500 cc con cigüeñal calado a 180º (cuando un pistón sube, el otro baja) capaz de girar muy alto de vueltas. Esta estructura hacía que emitiesen un sonido muy característico, agudo y musculoso, de «Casanova castrado» como decía un periodista de la época. En su momento, Pattoni siguió la tendencia de la época y comenzó a desarrollar modelos de ciclo 2T, de nuevo con diseño de motor y chasis de cosecha propia.

La primera Paton se presentó en 1958 como derivada de las Mondial que abandonaron el Campeonato del Mundo a finales de 1957 tras ganar los campeonatos de 125 cc y 250 cc. Pattoni había trabajado como jefe de mecánicos en la marca italiana, propiedad de la aristocrática familia Boselli. Bajo su supervisión, Cecil Sandford venció el Mundial de «cuarto de litro». Cuando se quedó sin trabajo, el Conde Boselli le permitió trabajar con todo el material que disponía el ingeniero Lino Tonti en Mondial, quien más tarde fue el responsable de crear la legendaria gama de motores V-Twin de Moto Guzzi que aún hoy día está plenamente vigente. Pattoni y Tonti realizaron una 125 cc para la temporada 1958, en realidad una Mondial SOHC de serie con un chasis específicamente realizado para adaptarse a la estructura de su doble culata. Se trata de la primera Paton, acrónimo de PAtoni y TONti, aunque cuando el segundo marchó a Moto Guzzi, la denominación se mantuvo para siempre.

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Uno de los primeros clientes de Paton fue un tal Stan Hailwood, cuyo hijo Mike Hailwood, de 18 años, debutó con un modelo de esta marca en la Isla de Man de 1958 en la categoría 125 cc TT. Finalizó séptimo, a pesar de ser al menos 15 cm más alto de lo aconsejable en una moto tan pequeña. Aunque encontró otros compradores, no fue suficiente para dedicarse totalmente a esta actividad, por lo que también tuvo que trabajar en un concesionario Lancia en Milán como responsable de taller. No obstante, le sonrió el destino cuando el concesionario fue comprado por Giorgio Pianta, un piloto de coches que supo valorar la pasión de «Peppino» por las carreras. Le permitió montar su propio taller en la zona trasera de las instalaciones de Lancia y allí trabajaba en su tiempo libre con las motos que competían en los GP. Ningún piloto venció jamás un GP con una Paton, pero Angelo Bergamonti venció en 1967 una carrera del campeonato italiano de 500 cc con una de ellas, mientras que el británico Billie Nelson finalizó cuarto en el Mundial de 1969 con su Hannah Paton gracias a tres segundos puestos tras el imperio Agostini/MV Agusta.

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Sin embargo, fue a partir de la muerte de Giuseppe Pattoni en 1999 cuando se hizo realidad el sueño de convertir su marca en una firma ganadora. Ocurrió cuando su hijo Roberto, ahora de 57 años de edad, desempolvó los diseños que creó su padre en 1968 de una versión de ocho válvulas de su 500 bicilíndrica para crear una nueva serie apta para correr en pruebas de clásicas. La primera de las 34 unidades hechas hasta hoy se produjo en 2004 y se pueden considerar recreaciones, no réplicas, ya que suponen la continuación de un diseño de entonces, no de modelos exactos a los originales. Con un precio de más de 90.000 euros en función de las especificaciones, reemplazaron a las Norton Max y Matchless G50 monocilíndricas de carrera corta que copaban los campeonatos de motos clásicas de carreras. Las Paton han logrado cinco de las últimas seis victorias en el Classic TT de la isla de Man desde 2013, la última con el legendario John McGuinness a sus mandos. Por otro lado, la Paton S1-R con motor Kawasaki, realizada para carretera y circuito, ha logrado el «hat-trick» en la categoría Lightweight de las carreras de la Isla de Man gracias a Michel Rutter en 2017 y a Michael Dunlop en 2018-19. Lo dicho: el sueño se hizo realidad.

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