Meterse en -el túnel del tiempo- suena a algo así como a película de ciencia-ficción, pero si eres un gran amante del mundo-moto no necesitas recurrir a las ciencias ocultas para ver, y tocar, lo que era el motociclismo de los sesenta y setenta con ocasión de los muchos certámenes de clásicas que se celebran, en Europa, pero también ya en España por las calles de Denia, de Cullera, y en circuitos como Cheste o Jarama.

II Classic Moto en el Jarama

Apertura Jarama
II Classic Moto en el Jarama
Fórmula Moto
Fórmula Moto


Apertura_Jarama

Al circuito del Jarama le caen, mejor dicho, le sientan bien las jornadas de clásicas por su trazado cuasi familiar, por su añejo pasado, porque aquí se disputaron GG.PP. desde 1969 hasta 1991, es decir, que a muchas de las motos que participan en estos eventos su entorno les resulta familiar. Es más, en el silencio pre-entrenamiento de la mañana, si se pone mucha atención, todavía es posible oír, como un susurro, el bramido de una MV Agusta 500, el petardeo 2T del escape de una Derbi o Yamaha TZ 250. ¡Ah!, ¿que hay que tener mucha imaginación para oír tales sonidos? Puede que sí, pero si esperas media, una hora más, los sueños dejan paso a la realidad y de -Farina- verás salir inmaculadas motos blancas con un dorsal verde que nos habla del -dos y medio- de antaño, o un dorsal amarillo que significa que viene una -500-, o uno blanco con números negros que nos dice que la moto es una 750. Te das la vuelta, y mientras los pilotos negocian -Pegaso-, en la espalda de los monos vemos nombres como -Ago-, Read, -Champi-, Lavado, Baker-

Y es que eso es lo que tienen estas exhibiciones de clásicas, que te pueden hacer pasar de la ficción a la realidad en un abrir y cerrar de ojos. Y ya que los tienes cerrados, los mantienes así un rato y un atronador sonido (perdón, como puedo llamar atronador a algo que suena a la celestial música de -Caballería Rusticana-) pasa delante de ti, y por si acaso dudas del sonido, abres un ojo y ves que allá, al fondo, se pierde la silueta de una Honda RC 162 -dos y medio- llevada, no por Redman o Hailwood (no todos los sueños se pueden hacer realidad) pero si por Jan Huberts -72 años-, un piloto holandés que tuvo sus más y sus menos con Nieto (ya hace tiempo que han vuelto a ser amigos; faltaría más con los años que han pasado desde que ambos llegaron a las manos en Monza por un -quítame allá esas pajas-).

Y detrás, espoleados por los sones del -Séptimo de Caballería-, todo el -frente de juventudes-: Steve Baker -57 años- sobre la OW31 750, dorsal -32- por favor, con la que se proclamó Campeón del Mundo de F750 en 1977; -Champi- Herreros -47 años- con la Derbi con la que ganó el último Mundial de 80 cc (se la acaban de regalar los ex-Derbi familia Rabasa, y en reconocimiento ha hecho poner este nombre debajo del de Derbi); Agostini -67 años- con la Yamaha OW500 del ´75 con la que ganó el Mundial aquel año a Phil Read -71 años-, que en el Jarama no salió con una MV Agusta (ese honor recayó en Alfredo Gandolfi y Guido Guarnieri) sino con una Paton 500; Carlos -Pana- Lavado -53 años- y Rodney Gould -67 años- con sendas TZ250 del holandés Ferry Brouwer (¡vaya colección Yamaha´s que tienes este pájaro!); Aalt Toersen -64 años- con la Jamathi 50 con la que le disputó el título a Nieto en 1969- Y la mayoría, dándole al mango como si en ello les fuese la corona mundialista. Y es que, aunque tengan sesenta y hasta setenta años, resulta difícil entender que Read, Baker y compañía salgan a un circuito dando facilidades para que -les mojen la oreja-. Los que no estuvisteis en el Jarama, no imagináis como abordaban -Le Mans-, como tumbaban en -Pegaso-, como pasaban por meta-

Todos estos pilotos de los que he hablado y otra treintena (muy pocos españoles más: Paco Rico, César Gracia-) fueron los que participaron en la Parada de Campeones, pero en las dos jornadas del Jarama, hasta 300 pilotos rodaron en las categorías de Monocilíndricas, Históricas, Sidecar, Serie, Sport-Competición, GP, e incluso los aficionados que estuvieron el sábado pudieron ver en acción la Bultaco con la que en 1960 se batieron varios record de velocidad en el circuito francés de Montlhéry, y llevada por el único superviviente, Ricardo Quintanilla, de aquella terna dirigida por D. Paco Bultó y compuesta por Paco González, Marcelo Cama, Georges Monneret y John Grace.

Como veis, buena parte de la historia de la moto en exclusiva demostración para los que se acercaron por el circuito madrileño. Si no estuvisteis y en breve pasáis por allí, parar la moto, o el coche, subir a -la Hípica-, donde habrá más silencio, y poner atención. Es posible que aún podáis oír susurros de acordes de este -Sounds of the Sixties- (para ti y para mi, que no estamos muy familiarizados con el inglés, Sonidos de los Sesenta). ¡De nada!