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Cartas de los amigos

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Cartas de los amigos
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¿Error histórico o de educación?

Compré este mes, como todos los meses, vuestra/nuestra revista y ansioso la abro por el final para darle el primer repaso. Veo que hay un reportaje sobre Marruecos y el Sáhara, «Abriendo las puertas del desierto», relato de Pol Acedo y Alex Ponseti; me concentro en su lectura, pues estos relatos me entusiasman, ya que con un poco de imaginación, por lo general, te sumergen en la aventura, viajar y vivir las experiencias de los que cuentan la ventura, y éste así lo hizo hasta el final. Enhorabuena por vuestra aventura y vuestras vivencias. Leyéndoos he estado encima de mi moto, cayéndome de ella por la culpa de alguna piedra, ayudando a uno u otro, a sacar la moto de la arena, pasando calor, sintiendo el viento y el polvo en mi cara y deseando que llegara cada día el final de la etapa para descansar y comentar la experiencia con los demás, como si hubiera estado, allí con vosotros, viajando.
Al final tengo que haceros una corrección, que a lo mejor por vuestra edad no conocéis u os la han enseñado así (no es culpa vuestra), cometéis un error histórico muy grave y que me llena de tristeza, ya que todos y cada uno de los españoles deberíamos conocer y recordar la historia tal y como ha sido, y no la que algunos, por vergüenza y otros por intereses (políticos), quieren ocultar y dejar en el olvido para que no se sepa. Habláis en vuestro relato, al final, de que el Sáhara Occidental era una colonia española. Estáis totalmente errados (espero que me aceptéis mi aseveramiento en este tema y si estoy equivocado que me corrijan). El Sáhara no era colonia, incluso ni un protectorado (ejemplo: Marruecos protectorado francés). El Sáhara era, en toda regla y ante la Ley, una provincia española, y su población era de nacionalidad española, que aunque con la piel más oscura, eran españoles con todos los derechos. Tanto es así que todavía quedan por esos lares, mayores eso sí, españoles saharauis con D.N.I. español, sin renovar (aquel documento de foto en blanco y negro rellenado a máquina de escribir y de color azulado intenso). Españoles a los que unos cuantos (por intereses políticos, ¡cómo no!, o cobardía) dejaron abandonados a su suerte para que Marruecos lo ocupara, para vergüenza de los que tomaron la decisión y de los que teníamos conocimiento de este hecho y callamos no haciendo nada€

Pedro Gabriel Molina Carrillo
 
Pedro Gabriel: Totalmente de acuerdo en tu puntualización, pero «los culpables» no son ni Pol ni Alex. El mea culpa tengo que entonarlo yo, porque fui yo quien, para situar el lugar en donde se encontraban en ese momento, Tata, lo apostillé con ese: (€al sur, el inmenso Sahara de la ex-colonia española). La verdad que lo definí así creo que por comodidad, porque si bien antes el Sahara había sido una colonia española, el último estatus antes de la famosa Marcha Verde de 1975 era de provincia española. Todavía recuerdo, en la época de las Cortes de Franco, ocupar un par de escaños a ciudadanos saharauis tocados con su típica vestimenta, el deraa, y si estaban allí era por ser españoles, no habitantes colonizados. ¡Perdón!

De todas formas, te quiero decir que, a veces, se utilizan expresiones (en absoluto es una disculpa) cómodas o rápidas porque el tiempo acaba enturbiando la memoria. Un ejemplo de que el tiempo lo ciega todo: cuando se hace la pregunta de cuál fue la primera línea de ferrocarril española, seguro que el primer impulso del 99% de los españoles es decir Barcelona-Mataró, cuando en realidad fue Santiago-Bejual, cuando Cuba (1837) era una provincia española. Al Sahara, lo que es del Sahara, y a Pol y Alex€ su viaje «cercano a ninguna ex-colonia», del que me alegro te haya gustado su relato.

Javier Herrero

200 días de gobierno Popular, y la DGT no mueve ficha

Con la herencia que le cayó encima al Partido Popular al ganar las últimas elecciones, seguro que alguno de sus dirigentes se estará preguntando si ganar fue bueno o malo, sobre todo, aquellos que no se han podido montar en el machito, sino que van a la grupa, más que nada porque si hasta ahora se han agarrado al «clavo ardiendo» de la herencia socialista, han pasado ya seis meses desde entonces y ya va siendo hora de que «suelten las amarras del pasado» y naveguen con las coordenadas de su propio GPS.

Y seis meses, amigos, son casi 200 días, el doble que los entendidos en política dan de margen a los que ocupan un sillón en un Ministerio, en una Dirección General… Y una Dirección General, la de Tráfico concretamente, no parece que esté moviendo su política motociclista muchos grados a babor o estribor de como la dejó Pere Navarro. A ver si va a resultar acertado el dicho de: «Otros vendrán que bueno te harán.»

La economía de este país, el nuestro, la España de antes y después de la Eurocopa, tiene difícil solución, dicen los expertos. Digo yo que se referirán a la macroeconómica, porque la que atañe al mundo de las motos, que está mal, muy mal también, recibiría una bocanada de oxígeno a poco que los que pueden mover ficha (DGT entre ellos), pensasen un poco en nosotros, y sin pedir contraprestaciones económicas, sólo dejando que la lógica imponga su ley.
Lo primero: volver al carné de ciclomotor a los 14 años. Me da igual 15 que 14 años, con la diferencia que otorgándose a los 14 años, hay dos años de margen para practicar antes de acceder al A1 y 125 cc. 
Que no se pueda llevar pasajero, ni siquiera si el conductor tiene los 18 años que ahora lo faculta.

Y que la limitación de velocidad llegue hasta unos muy importantes 55 km/h que ofrecen más seguridad que los actuales 45 km/h (y «cera» al que lo truque y al que proporciona el trucaje, léase fabricantes de estos elementos), a la vez que se exija a los fabricantes una aceleración mínima desde salida en parado, elemental para la seguridad en ciudad.

Segunda petición sin coste económico y con seguridad añadida: eliminar ese supercarné con el que Pere Navarro quiso adelantarse a Europa. Costos y más costos añadidos y nulas ventajas, porque si hay que pedir mayor implicación del conductor en la conducción, que se haga con el primer carné, el A1 o el A2, pero cuando ya se tienen dos años de experiencia, ¿para qué repetir asignaturas? El negocio de las Autoescuelas no debe de ser nuestro problema a resolver.

Señora María Seguí, si no mueve ficha en aquello en lo que Pere Navarro entró «como elefante en cacharrería», y aquí tiene unos ejemplos que no costarán ni un euro al erario público y además ofreciendo mayor seguridad en la conducción ¿para qué el cambio de ocupador de poltrona? No me puedo creer que sólo haya servido para quitar a un socialista y poner un popular.

Juan Navarro
 
La nueva DGT no parece que esté moviendo su política motociclista muchos grados a babor o estribor de como la dejó Pere Navarro