Prueba SYM Joymax 125 Z+: A por todas
Quiero contarte un poco de historia reciente para hacerte ver lo que he sentido en esta presentación del nuevo SYM Joymax 125 Z+. Hace no muchos años, digamos unos 15, estaban las marcas «buenas» de scooters. Eran, básicamente, las japonesas que hacían esto (Suzuki, Yamaha y Honda) y las dos europeas, cercanas en calidad, prestaciones y precio a ellas (Peugeot y Piaggio). Por debajo, las marcas taiwanesas y coreanas (SYM, KYMCO, Daelim y Hyosung, que sí, entonces hacía scooters). Eran considerablemente más baratas y cada vez se acercaban más en calidad a las de «primera linea». Por debajo, algunas marcas chinas y otras, como las más baratas del mercado, aunque en pocos casos llegaron lejos.
Allá por 2009, KYMCO presentó la gama Super Dink, y ese panorama se trastocó. Poco después, con el Agility City y otros lanzamientos destacados, una de esas marcas «de segunda linea» saltó a la primera en todos los niveles y, desde entonces, es una de las que suele aparecer en el podium de las motos más vendidas de España.
SYM, de la misma nacionalidad, debió sentirse entonces algo «dolida» y, desde entonces, da la sensación que intentan demostrar que están por encima de su eterno rival. El exitazo del Symphony, desde luego, sirvió como aviso. Y con los últimos lanzamientos parecen «enseñar los dientes». Entre estos últimos, permite señalar el Cruisym o el nuevo Maxsym 400 como dos scooters que han acertado en el tiro a su rival indudablemente, cada uno en su segmento.
Ahora SYM ataca un segmento complicado, reñido y muy importante por volumen, el de los GT de 125. Y lo hace con un tipo muy acertado. Ahora viene el porqué de todo este rollo que te he soltado. En la historia de éxito de KYMCO es el lanzamiento del Super Dink el que cambia el curso de las cosas. Un scooter GT que era rápido, atractivo, con un equipamiento lógico, a un precio muy acertado. Era el más rápido de los 125 de entonces, bien dibujado en sus líneas, con buen espacio de carga e, insisto, a un precio adecuado. Bien, se repite la historia. Ahora es SYM, con su nuevo Joymax Z+, el que ofrece todo esto. O cerca.
Precios, ofertas, fichas técnicas e imágenes de TODOS LOS SYM del mercado
SYM Joymax 125 Z+ (pronúnciese como el Canal +), un nombre largo, justificado por la reutilización del nombre Joymax (anterior gama GT de la marca), una Z que lo acompaña, en un modelo que no vino a España y ese símbolo «+» que lo diferencia de ese anterior «desconocido». No sé si será el más rápido de los 125, pero desde luego seguro que se meterá en el podium de los que más corren del mercado actual, en un scooter que, si bien no lleva todos los «gadgets» de los más caros, tampoco le falta nada de lo que realmente es importante. Mucho espacio de carga, muy cómodo a sus mandos, agradable visualmente y de los pocos GT que se acercan a los 15 CV (14,3 exactamente) que hay en el mercado, es el más barato. ¿La historia se repite?
Cómo es el SYM Joymax 125 Z+
Al contrario del dicho típico, para hacer este cesto sí hacían falta estos mimbres: para alcanzar buenas cifras de ventas en la categoría de los scooters GT 125 necesitas apariencia, capacidad de carga, comodidad de uso, buenas prestaciones y buen precio. Y no sabría decirte cuál es la más importante de estas características, pero lo que sí parece seguro es que, en nuestro mercado, las cosas son así: si tienes todo eso, el éxito del scooter es seguro. Si no lo tienes todo… entonces veremos qué ocurre. Pero el caso es que este nuevo Joymax sí lo tiene.
Se parte, técnicamente, de una buena base: empleando ese concepto tan de moda entre los coches, la plataforma es compartida con el Cruisym. O lo que es lo mismo, monta el mismo chasis, suspensiones, frenos y motor. Buenos mimbres de base. Por recordar, es un monocilíndrico con culata de cuatro válvulas comandadas por un solo árbol de levas y refrigerado por agua. Lleva inyección japonesa Keihin, es de carrera larga, lleva el ya famoso recubrimiento de cilindro y pistón cerámico, clásico en todos los SYM, y es un motor, en todos los sentidos, de última generación. Por supuesto es Euro 5 y entrega 14,3 CV a 9.000 rpm con un par de 11,8 Nm a 6.750 rpm.
Nada novedoso en el chasis: una estructura de acero, de formas convencionales y de buen resultado en marcha, con una horquilla estándar y dos amortiguadores traseros regulables en cuatro posiciones de precarga. Los frenos son de discos lobulados en ambos trenes, y se ha optado por montar un ABS completo (a las dos ruedas), firmado por Bosch. Las llantas, de 14″ delante y 13″ detrás se muestran como una buen elección para este scooter; los de la presentación iban calzados con neumáticos Maxxis, por lo que podemos suponer que vendrán por ahora con este calzado.
En el equipamiento, la pantalla es regulable en dos posiciones (con herramientas, soltando dos tornillos), un cuadro completo con dos esferas y pantalla digital con el kilometraje y la hora, caballete y pata lateral de fácil utilización en ambos casos, y cerradura combinada (apertura de asiento, bloqueo de dirección, contacto, apertura de la tapa de la gasolina) con obturador. Nada del otro jueves, pero tampoco le falta detalle: lleva guantera delantera, sin cierre, pero con enchufe USB 3.0 de carga rápida, un hueco bajo eso asiento enorme, para dos cascos integrales, con amortiguador para ayudar a levantar el asiento. Y, como muestra de alto nivel, iluminación full LED. Eficaz y bonita.
Cómo va el SYM Joymax 125 Z+
Hace algún tiempo hicimos un reportaje «ficción» de cómo debería ser el 125 perfecto. Si no lo leíste puedes hacerlo aquí. Y seguimos esperando que alguien nos haga ese scooter perfecto, aunque visto ahora me parece que pedíamos demasiado. Sin embargo, este Joymax se acerca bastante. Allí hablábamos de 15 CV, de hueco para dos cascos, de ligereza, de discos con ABS y de algunos otros aspectos que, como ves, se ven reflejados en el nuevo SYM. Le faltan otras, claro, pero lo cierto es que se acerca.
El scooter entra por los ojos. Se comercializa en cuatro colores: el clásico blanco y el típico negro, un bonito azul oscuro metalizado, y un muy de moda gris y, para mis gustos, estos dos últimos son scooters atractivos. Con el grado justo de elegancia y estilo sport en sus líneas. Se ven bien terminados, con mandos de calidad y buen acabado. Te subes y es bastante compacto: no muy ancho, no excesivo de largo y bajo de asiento. Es muy recomendable para los que no somos altos, porque algún compañero que sí pasaba del 1,80, en esta presentación se le veía un tanto encogido a sus mandos, pero yo, con mi 1,65, iba cómodo. Se siente ligero y muy ágil y maniobrable. Y los mandos pasan de parecer de calidad a mostrar buen tacto cuando empiezas a usarlos.
En la ciudad es muy ágil. Es bajo de asiento, como te decía, y gira bien. Eso te da muy buena sensación cuando tienes que hacer maniobras ajustadas. El parabrisas (en las fotos, en su posición baja y, para mí, a una altura perfecta) no molesta a la vista, y el cuadro es legible. Cuando pones los intermitentes te avisa con un «clic» sonoro para que recuerdes que tienes que quitarlo. Apenas notas vibraciones y el sonido del motor es agradable y suave.
El motor se nota potente. Tienes que abrir gas (mucho gas, eso sí) si quieres salir rápido: su primera reacción es algo lenta. Pero eso es solo el primer segundo del cronómetro. Enseguida coge vueltas y sale bien. Es muy rápido a partir de ahí. Salimos por la autovía y mantienes perfectamente la velocidad del tráfico y tiene buena capacidad de recuperar siempre. A tope, su velocidad máxima supera (por poco) los 120 km/h de marcador. Impresionante en este mundo «Euro 5».
Salimos también a la carretera, a esas carreteras reviradas del norte de España, donde se hizo esta presentación. Y el Joymax demostró que un scooter de 125 puede ser no solo el «electrodoméstico» de ir a trabajar, porque es divertido de llevar deprisa. Buenos frenos, buena estabilidad, un motor potente y unos cuantos compañeros de ruta con buen ritmo y se convirtió en una salida en moto en toda regla, con sus tumbadas, frenadas y la diversión que esperas de un momento así. Eso sí, varias horas después, muchos kilómetros, fotos, paradas y salidas, el asiento se había convertido en algo más duro que al principio de la jornada. Un mullido mejor calculado se agradecería. Aunque lo cierto es que no es muy normal tirarte varias horas sobre un 125. ¿No?
Otro asunto a tener en cuenta es la garantía de la marca: como en otros SYM, se ofrecen cinco años de garantía de fábrica (no es una extensión de garantía a través de un intermediario) que, además, es transferible: si lo vendes a los tres años, podrás decirle al comprador que con notificar a la marca la venta, este nuevo propietario tendrá otros dos años de garantía.
Lo mejor:
– Buenas prestaciones
– Capacidad de carga
– Relación precio/prestaciones/calidad
Mejoraría con:
– Asiento mejorable
Así vemos al SYM Joymax 125 Z+
En carretera: 5
En ciudad: 4
Pasajero: 4
Confort: 3
Equipamiento: 4
Autovía: 3
(Puntuación de 1 a 5)
Hace tan solo algunas semanas probamos el impresionante Maxsym 400, un nuevo maxi de la marca taiwanesa que demostraba cómo son capaces de situarse en el primer nivel de la competencia por el segmento. Hoy, recién llegados de probar el Joymax 125 Z+, está claro que SYM va a por todas, con un scooter con un planteamiento que, en otros casos, se ha demostrado muy exitoso: precio contenido, prestaciones de primer nivel, equipamiento adecuado y mucha capacidad de carga. Súmale una estética lograda, que una vez probado convence en ciudad y carretera, y que parece tener buen sitio también para el pasajero. Es muy posible que estemos ante el nacimiento de un gran éxito de ventas para SYM.
Más información del SYM Joymax 125 Z+
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