IMU denuncia a la DGT por el uso ilegal del radar Velolaser

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IMU denuncia a la DGT por el uso ilegal del radar Velolaser
Nicolás Merino
Nicolás Merino
El motivo de la denuncia es la situación de peligro que se crea al colocar dicho radar sobre el guardarraíl.

Operativos ya desde hace años, los radares Velolaser se diferencian del resto de cinemómetros por su tamaño reducido y porque pueden controlarse de manera remota. Es su pequeño tamaño lo que los hace más difíciles de detectar, pero también que puede ser ocultados en zonas como el guardarraíl.

Es por este último hecho que la Unión Internacional para la defensa de los Motociclistas (IMU) ha denunciado a la Dirección General de Tráfico (DGT) ante lo que consideran un uso ilegal del radar Velolaser. ¿El motivo? “Colocar el cinemómetro sobre la barrera de seguridad es ilegal”, explica IMU en un comunicado.

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Tal y como demuestran con material fotográfico, este hecho sucedió en la provincia de Toledo, en concreto, en el kilómetro 123 de la N-502. IMU advierte que desde el año 2018 se están denunciando estas infracciones contra la Ley de Seguridad Vial y el Reglamento General de Circulación (RGC), infracciones con capacidad de alterar el comportamiento dinámico del sistema de contención. En concreto se está infringiendo la normativa técnica O.C. 35 /2014 sobre criterios de aplicación de sistemas de contención de vehículos y la normativa EN-1317, que contempla la certificación de la calidad y seguridad de los sistemas de contención de vehículos.

En la mencionada denuncia, IMU informa de que instalar el radar Velolaser en el guardarraíl “altera el comportamiento dinámica de este sistema en caso de impacto e inhabilita el propio sistema de contención”. Por ello, se ha pedido a la DGT que se den las instrucciones pertinentes para no colocar el radar con trípode dentro del ancho de trabajo del guardarraíl, ya que, en caso de impacto, este dispositivo puede salir disparado y ocasionar lesiones.

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La recomendación que hacen desde IMU es la de colocar el cinemómetro (con trípode) a una distancia de 1,6 metros de la barrera metálica de seguridad. Con ello, no sólo se dejará actuar con normalidad a este dispositivo de seguridad, sino que se evitará que el propio radar salga proyectado en caso de accidente.