Personaje

Stunt Bikers ,Emilio Zamora

zamora
Stunt Bikers ,Emilio Zamora
Un gran diluvio desde primera hora de la mañana apagó en gran parte la chispa de un evento tan especial. Pero hubo alguien que, por un ratito, se encargó de volver a encenderla.


Había oído hablar de Emilio en alguna ocasión, pero nunca había tenido ocasión de coincidir en persona con él, ni en contemplar uno de sus shows. Me habían dicho que es uno de los mejores Stunt Bikers del mundo. Yo estaba con mi gente en la terraza del circuito de Albacete viendo cómo Emilio hacía en la recta de meta una y mil diabluras sobre sus Ducati.

Cada truco que hacía, me preguntaba si yo podría llegar a hacerlo con horas y horas de entrenamiento, y seguramente también, con unos cuantos golpes. A fin de cuentas nadie nace sabiendo. Caballitos imposibles sin manos, con o sin acompañante, «burn outs» durante toda la recta, derrapes, equilibrios…, de todo. Hasta ahí mi fantasía me permitía imaginarme a mí mismo siendo capaz de hacer todo eso.

Mi fantasía…, pero cuando le vi hacer un invertido y poner su Panigale a 90º del suelo –y con el suelo mojado–, sujetándose a la moto con un solo brazo, volví a poner los pies en el suelo y sucumbir a la idea de que hacer eso, sólo está al alcance de Emilio. De Emilio y su don. Por cierto, fue con un solo brazo, sí, el izquierdo, pero cruzado por encima del depósito para alcanzar la maneta de freno, que como todos sabéis, se encuentra en el lado derecho… ¡sin palabras!

Un tío realmente genial como persona, profesor en un colegio «en su tiempo libre», a quien ahora vamos a conocer un poco mejor.

La constante innovación en piruetas es básica para mantener un elevado nivel en el Stunt.

Los «burn outs» o quemadas de rueda son algunos de los números más espectaculares de Emilio Zamora.

Emilio ¿cómo te dio por esto? Porque mira que hay disciplinas…
Siempre me ha gustado buscarle el límite a las motos desde que era un renacuajo con 5 años. Mi padre tenía una cacharrería y ya andaba por allí trasteando con alguna motillo vieja que tenía. Pero fue con 14 años a raíz de ver a AC Farias –uno de los precursores del Stunt– cuando dije «esto me gusta». Preparé un poco una Beta 50 que tenía en esa época y me puse a entrenar, entrenar y entrenar.

¿Y algo que he oído sobre tu primera exhibición?
Mi primera exhibición fue algo totalmente espontáneo cuando tenía 15 años. Yo estaba entrenando con mis amigos del instituto, y poco a poco fue llegando más gente. Yo me puse a hacer mis cosillas, y cuando me quise dar cuenta había muchísima gente a mi alrededor animándome y pasándoselo en grande. Me sentía capaz de entretener a la gente. En ese momento me dije «tengo que intentar aprender a hacer más cosas y hacerlo en una concentración». Se lo propuse al Motoclub Bien Segu de Tarazona de la Mancha, les gustó la idea para una de sus concentraciones y la exhibición fue un éxito. Desde entonces voy a muchas concentraciones, pero el punto de inflexión fue en 2001 cuando nos invitaron a todo mi equipo a Pingüinos. Ahí se nos abrieron muchísimas puertas y se nos empezó a conocer más.
 
Yo vengo de la velocidad, donde la mayoría de los pilotos tienen que pagar para correr. Incluso en el Mundial. ¿Tú puedes vivir de ésto?
Sí, claro. Si estás a un nivel alto, claro que sí. Pero puedes vivir ahora, un tiempo. No es un oficio que dé muchísimo dinero y que cuando tengas 40 años ya puedas retirarte con los ahorros que has ganado como los futbolistas. Hay que tener otras cosas.

Si alguna vez se te ha «acumulado el trabajo» en una frenada, imagínate si lo tuvieses que hacer con la mano izquierda sobre la palanca derecha…
 
¿Cuántas motos usas?
Ahora llevamos cinco vehículos: una Monster, una Panigale y una Diavel de Ducati, un quad Hyosung y una PitBike Polini.
 
¿Te lleva mucho tiempo?
Casi todos los días le dedico unas cuantas horas, tanto a los entrenamientos como en la oficina y en el taller. También es éste un oficio en el que hay que dedicar tiempo a pensar nuevos trucos con los que sorprender encima de la moto.
 
¿Hay algún tipo de ranking en esta modalidad?
Ahora mismo no hay nada bien regulado en España. En Europa sí que se ha hecho algún campeonato, aunque sin que hubiera detrás ninguna federación. Aquí se han hecho algunas pruebas puntuales, pero más enfocado al entretenimiento. En España aún no hay mucha tradición. En Portugal sí hay un campeonato de Stunt desde hace 15 años.
 
¡Ojalá! Emilio.
«no me gusta que se nos identifique con pilotos macarras, porque no lo somos; me gusta que seamos un buen ejemplo para los chavales»

En la actualidad, Emilio Zamora realiza sus acrobacias con distintos modelos Ducati. Wheelies increíbles sobre una Diavel o Monster y «burn outs» frente a una Panigale 1199 como si se tratara de un miura, demuestran que términos como «ley de la gravedad» son relativos.

«mira mamá, sin un pie…» Si lo haces solo, vale, pero cuando llevas pasajero… Que se lo pregunten a Ismael Bonilla. Arriba, nuestra colaboradora Mar Acebes en uno de los números de Emilio. ¿Sonrie de alegría o de nerviosismo? ¡Qué valiente eres, Mar!

Respuesta libre… despídete

Me gusta trabajar por y para la moto. Pero siempre me gusta dejar claro que, aunque es una modalidad preciosa y cualquiera puede iniciarse, siempre hay que hacerlo con las medidas de seguridad adecuadas y en un lugar específico para ello –a pesar de aquella mi primera experiencia en el instituto–. No me gusta que se nos identifique con pilotos macarras, porque no lo somos; me gusta que seamos un buen ejemplo para los chavales. Si se hacen las cosas bien, entre todos podemos conseguir que el Stunt sea una modalidad más del motociclismo.