Soluciones rápidas para tu moto: ¡Qué marrón! (III)

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Soluciones rápidas para tu moto: ¡Qué marrón! (III)
Fórmula Moto
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Vas en tu moto al curro, con la cabeza puesta en tus cosas y no ves que el chivato de reserva está ya «gritando». O esa vuelta a casa en el scooter y se rompe el cable del acelerador. Desde luego, no son la parte más divertida de montar en scooter o moto, pero a lo mejor, con estos consejos, un «marrón» de estos no se convierte en algo peor. En esta ocasión te traemos la última entrega de los trucos que debes saber si te ocurre alguno de estos percances.


Por desgracia, motos y scooter, por buenos que sean y cuidados que estén, no son inmunes a nuestros despistes o a fallos mecánicos. Algunos conseguirán dejarte tirado, con la única solución de aviso a una grúa que, si no es por el seguro, no es precisamente barato. Pero hay muchos otros que seguramente puedas solucionar con un poquito de maña y trucos que, a lo largo de los años moteros «enmarronados», se han inventado para, por lo menos, llegar a casa o al taller donde solucionarlos definitivamente.

Quedarse sin gasolina por despiste, romper un cable de acelerador o embrague, o perder las llaves son algunos de los más clásicos. Otros son «nuevos», los que han llegado con esas nuevas tecnologías, que si generalmente resultan cómodas y evitan problemas, a veces han generado otros: los scooters de inyección actuales, sin pata de arranque, ¿qué haces el día que te quedas sin batería?

No tenemos solución para todos los problemas que pueden surgirte en la calle, pero sí tenemos algunos, casi todos ellos, por desgracia, probados en circunstancias reales alguna vez. Y en cualquier caso te servirán como fuente de inspiración para solucionar alguno de los infinitos problemas que te pueden surgir algún día.

PERDER LOS PAPELES

Uno de los «marrones» que más preocupan a mucha gente es perder los papeles. Y no me refiero al dicho aplicable a perder los nervios cuando un coche te hace una trastada, sino al hecho de extraviar la documentación de la moto. Es una verdadera maldición, pero no desesperes, porque la solución, con paciencia y algo de tiempo libre no será para tanto.

Por un lado, la documentación, digamos, principal, ficha técnica y permiso de circulación, se recuperan mediante un proceso tedioso pero no complicado ni excesivamente caro. Lo primero es pasar la ITV por pérdida de documentación. Si es una de las ITV «grandes» de tu comunidad autónoma, te expedirán una nueva ficha técnica en el momento. Si es de las normales, tardarán unos días, pero el proceso de pasar la ITV en ambos casos es el normal. Si tu moto está bien, no es mayor problema.

papeles

Con la ficha técnica en la mano es el momento de solicitar duplicado del permiso de circulación en la Jefatura Provincial de Tráfico que te corresponda. Esto, hoy día, suele ser en el momento en que lo presentas, aunque también puede haber retrasos. En esta fase puede ser interesante, si andas escaso de tiempo (aunque será algo más caro), encargarlo a un gestor administrativo. Y con ello tendrás tu documentación principal recuperada.

Ya no es necesario llevar encima copias del seguro y del impuesto municipal (el famoso «numerito»), pero si eres de los que le gusta llevar todo «niquelado», puedes pedir un certificado de que el impuesto está pagado en tu ayuntamiento y lo mismo sobre el seguro, bien a la compañía directamente, bien en tu banco, con copia del recibo del último pago.

Pero para prevenir este «marrón», lo mejor es llevar una copia compulsada. Es lo que hacen, por ejemplo, con los coches de alquiler: llevas la documentación a Tráfico más unas fotocopias y ellos sellarán y firmarán la copia como auténtica, que puedes llevar encima tranquilamente. Y la «buena», guardada en casa a buen recaudo.

PERDER LAS LLAVES

En riguroso cumplimiento de la famosa «ley de Murphy», esto suele ocurrir sólo en dos casos: el día que más prisa tienes o el día que más lejos has llegado de tu casa. Y lo peor es que poca solución tiene, salvo forzar el bloqueo de dirección y hacer un puente…, cosa que supone un «facturón» de taller de importancia. Eso si tu moto no lleva llave codificada, porque en ese caso, ¡ni por esas!

llave

No hay solución cómoda o rápida para esto. Te queda el volver a casa o llamar a ver si alguien te puede llevar ese segundo juego de llaves que debes tener. Pero sí hay una solución, si eres precavido y sabes que esto puede pasar. Más fácil en un scooter por la mayor carrocería, en la moto también es factible hacerlo. Coge el segundo juego de llaves (y mejor si te haces con un tercero, por si acaso), envuélvelo en cinta aislante, en una funda ajustada y bien cerrada, bolsa o similar, y busca en los pasos de rueda, en el carenado o en sitios de tu moto que sólo tú conozcas, siendo accesibles desde fuera, y sujeta ahí ese paquete que has hecho. Asegúrate de que no se van a caer en un bache o similar y que no se ve de ninguna manera si no es buscando. Con un poco de previsión, «marrón» solucionado.

COMBUSTIBLE EQUIVOCADO

Muy típico en los que, además de ser despistados, tienen un coche diésel. Ponte en situación: a las tantas de la mañana, con el sueño todavía puesto, llegas a la gasolinera, al poste donde sueles repostar el coche. Coges la manguera, te pones a echarle a la moto… y cuando llevas no sé cuántos litros, ves que es la negra. ¡Del mismo color del que se te acaba de poner el ánimo!

surtidor 2 No es grave ni vas a romper nada. Ojo, que el caso al   contrario sí puede serlo: si le echas gasolina a un coche de gasoil, puedes destrozar el motor a los pocos kilómetros si no te das cuenta. Pero en el caso del que hablamos, si no te das cuenta hasta que no has arrancado, lo único que pasará es que te quedarás tirado. Un motor de gasoil funciona a base de mucha más compresión que el de gasolina. El motor de gasolina, con gasoil no comprime la mezcla lo suficiente como para hacerla explotar, por lo que, simplemente, se para. Tendrás que sacar todo el gasoil del depósito, llenarlo hasta arriba de gasolina y probar. Si no has llegado a arrancar, no hay más problema: la gasolina se mezclará con los restos de gasoil en una proporción tan baja de gasoil que no se notará.

Si lo has tenido en marcha suficiente tiempo, tendrás todo el circuito de alimentación lleno de gasoil. Saca el macarrón de gasolina del depósito y, si tienes grifo, ponlo en reserva hasta que caiga todo el gasoil posible. Si no hay grifo y tu moto tiene bomba de gasolina, dale al contacto varias veces con el macarrón que va de ahí al motor quitado, para que la bomba vacíe el gasoil que queda. Acuérdate del consejo que te hemos dado para cuando te quedas sin gasolina: mueve la moto hacia los lados hasta que salga todo lo posible. Saca la bujía y dale al arranque con ella quitada. Esto hará que salga el gasoil del circuito de alimentación. Móntalo todo y dale al arranque. Sólo en casos de motos de inyección, con bomba de combustible puede quedarse algo en el circuito, pero con paciencia y una buena batería, que no se agote al darle al arranque durante un rato, conseguirás arrancarla.

EL OLVIDO DEL CANDADO DEL DISCO

Más frecuente de lo que parece, también es un despiste que suele suceder más a menudo cuando más prisa tienes. Es normal, si tienes prisa vas pensando en otra cosa y si el candado está puesto en el disco, muchas veces ni lo ves cuando te montas en la moto o scooter. Puede llegar a ser grave: si sales deprisa y el candado permite una vuelta completa de rueda, puedes ir suficientemente rápido como para que suponga una caída y una avería importante (aparte de la de tus huesos) del sistema de frenos o la horquilla…, además del ridículo que supone irte al suelo delante de un montón de gente que espera el autobús al lado de donde te has caído.

candado

Lógicamente, y al igual que en otros casos, la única solución es ser previsor. Yo, personalmente, prefiero utilizar candados en «U». Son más engorrosos de transportar, pero también, si es bueno, más seguro: más difícil de abrir para el ladrón y no permite que la moto se mueva nada si te despistas (si está bien puesto). Otra solución son los candados con alarma: en el momento en que muevas la moto saltará, y aparte del «corte» de que alguno te mire como si estuvieses tú robando la moto, te recordará que está puesto. Una solución menos convincente es el «cablecito» que va desde el puño: algún gracioso lo puede quitar e incluso cortar y ya no verás que el candado está puesto. Y por supuesto: la pegatina en el manillar de que te acuerdes del candado sirve el primer día. En cuanto pase una temporada ahí puesta, pasará a formar parte «del paisaje» y sólo te llamará la atención el día que falte.